Los dos detenidos por el crimen de Lucas Iván Cancino, el adolescente de 17 que fue asesinado esta mañana de una puñalada en el pecho cuando salía de su casa de la localidad bonaerense de Ezpeleta, en Quilmes, para ir al colegio, tienen antecedentes penales por robos, según confirmaron a Infobae fuentes del caso. Uno de ellos, robó, armado, un auto y a los cuatro días de prisión recuperó la libertad.
Agustín Rodrigo Rivas, alias “Chancho”, de 19 años, quien está señalado como el autor material del crimen, aparece en los registros con dos delitos, ambos de este año. El primero data del 8 marzo de 2021 y sobre él pesa la acusación de averiguación de ilícito. Unos meses más tarde, el 26 de mayo, tiene una causa calificada como robo simple que lleva la misma fiscal que hoy lo acusa por el crimen Cancino, Karina Gallo, titular de la UFI Nº4 de Quilmes.
Por otra parte, su cómplice, Nazareno Juan Cruz Mejía, alias “Convulsión”, de 20 años, también cuenta con delitos en su ficha de antecedentes: robo agravado de vehículo dejado en la vía pública con un arma no apta para disparar. El hecho ocurrió el 24 de junio de 2020 y fue detenido. Sin embargo, a los cuatro días salió de prisión y recuperó la libertad. Según explicaron fuentes judiciales a Infobae, el delito que investigó UFI Nº2 de Quilmes a cargo del fiscal Leonardo Sarra, era excarcelable: tenía un arma no apta para el disparo. Por ese motivo, el Juzgado de Garantías Nº2, del juez Martin Nolfi, lo liberó.
Pero la causa en su contra continúo hasta que en septiembre de 2020, Mejías arregló realizar un juicio abreviado frente el Tribunal Oral en la Criminal Nº1 de Quilmes, donde se lo condenó a tres años de cárcel en suspenso. Es decir, pactó una pena excarcelable y por eso quedó en libertad.
Así, en las últimas horas, ambos fueron arrestados en la calle. “Chancho” terminó detenido cuando los agentes policías se dirigieron a su domicilio, cerca del lugar de asesinato, en un barrio “muy precario”, indicaron las fuentes, y lo capturaron en el momento en que salía del lugar junto a otro joven, que no fue imputado “porque no tiene nada que ver con el hecho”, explicaron las fuentes consultadas.
Tras su arresto, los investigadores allanaron su vivienda y, según confirmaron las fuentes a Infobae, hallaron un cuchillo en el cruce de Mozart y Lugones, a 300 metros de donde mataron a Lucas. Por estas horas, la faca está siendo analizada por la división de la Policía Científica para determinar si efectivamente aquel fue el elemento con el que asesinaron al adolescente. Tiene manchas de sangre.
Por su parte, “Convulsión” estaba escondido en los alrededores de su domicilio cuando fue detenido, oculto en la misma manzana sobre un bañado, dentro de mangrullo.
Los dos detenidos quedaron a disposición de la fiscal Gallo, quien calificó el caso como homicidio en ocasión de robo. De este modo, mañana indagará a los sospechosos. En estos momentos, los detectives se encuentran recabando material de distintas cámaras de seguridad de la zona para determinar cómo mataron a Lucas.
“Identificados por testigos, por filmaciones, todo indica que son los autores materiales”, aseguró el ministro de Seguridad Bonaerense, Sergio Berni, ante la prensa poco después del mediodía. Y agregó: “Nada nuevo, siempre lo mismo. Personas con antecedentes que ya estuvieron presos. Uno de ellos por el delito de robar una bicicleta. Vi los libros de guardias de detenidos y vi que uno de ellos entró detenido el 24 de julio, a las 20.12, por robo calificado por uso de arma. ¿Saben cuándo salió en libertad? En menos de cuatro días”.
Esta tarde, familiares y vecinos de Lucas marcharon para pedir Justicia y Seguridad, en Avenida Mitre y Juan C. Varela, en Ezpeleta. “Justicia, justicia, justicia”, pedían los vecinos mientras aplaudían y cortaban la calle.
Fue una mujer con delantal blanco, que llevaba una cartulina amarilla en sus manos y donde pedía “Justicia por Lucas”, con una foto de la víctima, fue quien tomó la iniciativa, cortó la calle y arrastró con ella al resto de los vecinos que se iban acercando tímidamente al lugar desde las 18.10.
Cerca de las 20, parte de esa concentración se sumó a otra en la que había unas 300 personas muy cerca de la casa de Lucas. La noche se iluminó con las 31 velas que pusieron en la calle, junto a un pedido de Justicia por el crimen del adolescente de 17 años. Mientras tanto, la familia del chico asesinado en Quilmes despedía sus restos en un velatorio íntimo.
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