El 29 de septiembre pasado, el personal del Centro de Monitoreo Urbano de la Policía de la Ciudad observó una secuencia delictiva en vivo. En la esquina de Brasil y Lima, en las inmediaciones de Plaza Constitución, a la salida de la terminal del tren Roca, una mujer de pelo largo y castaño aprovechó el descuido de un hombre en el cruce del semáforo para meter su mano en la mochila y luego caminar sigilosamente para intentar huir.
Luego, la mujer abordó un taxi en la esquina de Hornos y Brasil, según pudo ver el personal desde las cámaras. En vivo, el CMU enviaba indicaciones a policías en el lugar. “Ahí donde está la moto, es el segundo taxi”, una camionera Toyota Meriva, indicaban por radio. Así, fue interceptada y capturada. El Juzgado N°6 a cargo de Osvaldo Rappa avaló su detención. El delito fue un ataque punga fallido, tentativa de hurto.
La identidad de la sospechosa fue cotejada. Marleni Aurora Aguilar Contreras, de 47 años, nacida en Perú, tuvo dos DNI en la Argentina, con domicilios registrados en Caballito y en Congreso, en las inmediaciones del Palacio Barolo. También tiene un largo registro en la Justicia. Un documento judicial al que accedió Infobae habla de “cuatro antecedentes condenatorios”.
El documento es un fallo de la Sala I de la Cámara Criminal y Correccional que data del 30 de enero de 2020, integrada por los jueces Daniel Morín y Horacio Dias, que trató un pedido de la defensora oficial de Marleni, detenida en ese entonces. Había sido acusada en 2019 por una mujer de 57 años con domicilio en Río Negro, dedicada en los papeles a la cría de ganado, con una causa elevada a juicio en el Tribunal Oral N°8. Allí, fue condenada a seis meses de prisión. El Tribunal ya había rechazado que Marleni sea excarcelada antes de tiempo, con la mitad de su condena cumplida. Curiosamente, tenía un diez en conducta según reportes penitenciarios.
La Cámara, al ver las condenas previas, falló en contra de Marleni. Luego, salió.
No es la primera vez que las cámaras del CMU permiten capturar a una punguista de carrera. Patricia Yvonne V., de 35 años, oriunda de Lima, fue arrestada en diciembre de 2019 por hurtar celulares en la zona de Once, reconocida por una seña característica: unos jeans que solía usar, con una gran palmera rosa sobre su pierna izquierda. Dos mujeres habían denunciado que una persona con un pantalón de esas características les había hurtado los celulares del bolsillo. Las cámaras también habían tomado a una mujer con el mismo jean de la palmera rosa tiempo antes en la calle Pueyrredón en otro hurto punga.
Había una menor junto a Patricia en su ataque filmado de diciembre de 2019 que resultó ser su propia sobrina. Tenía 14 años. Le encontraron un celular con el IMEI adulterado y la enviaron al instituto de menores Inchausti.
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