Poco antes de las 20 horas del domingo pasado, Messi y el resto de la Selección argentina realizaban los trabajos precompetitivos de cara al partido que minutos después jugarían contra Uruguay en el estadio Monumental de River Plate. Afuera, sobre las calles Udaondo y Figueroa Alcorta, la gente entraba por los accesos al estadio. Pero en medio de la euforia del público, un nene de 10 años lloraba desconsoladamente abrazado a su mamá. Su padre acababa de saber que las tres entradas que había comprado por Internet para ver el partido eran falsificadas, que no podrían ingresar y que los $7.500 pesos que gastaron estaban perdidos.
Como el caso de esta familia, que llegó de Jujuy con la ilusión de ver a sus ídolos por primera vez y se fue con las manos vacías, la Justicia porteña descubrió centenares de entradas truchas vendidas en torno a los partidos de Argentina contra Bolivia, a principios de septiembre, y ante Uruguay de este fin de semana.
Entre un partido y otro, la venta de tickets apócrifos se triplicó, según confirman fuentes cercanas a los expedientes.
A raíz de esto, Celsa Ramírez, la titular de la Fiscalía Especializada en Eventos Masivos del Ministerio Público Fiscal porteño inició un expediente para intentar determinar de dónde provinieron las entradas falsificadas y quien se encargó de imprimirlas y luego comercializarlas por canales alternativos a los oficiales.
“La AFA tiene una plataforma de venta on-line oficial, que es el único lugar donde se venden las entradas. La mayoría de las personas que fueron estafadas las adquirieron por otras plataformas, a menor valor”, explican investigadores.
En los centenares de entradas truchas que analizó la Justicia, se descubrieron algunas que tenían alevosas diferencias con las originales y otras que eran prácticamente iguales, donde la diferencias son imperceptibles.
En el caso del partido con Bolivia, algunas entradas truchas tenían un color diferente a las oficiales. Mientras que las que se usaron para el partido tenían un fondo celeste, las apócrifas estaban impresas sobre un rosa claro. Esa diferencia sustancial era sencilla de identificar para los controladores.
Lo mismo ocurrió con otras que tenían la marca de agua de la empresa Ticketek, cuando esa plataforma no vende entradas para el partido, sino que sólo se adquieren por el sitio AutoEntrada, que es el lugar oficial por el que la AFA realiza la comercialización.
Sin embargo, en otros casos las diferencias son imperceptibles. Muchos de los tickets que se secuestraron tenían el mismo papel, la misma tipografía, color y hasta marcas de agua que las originales. En esos casos la única diferencia que encontraron los organizadores fueron los hologramas de autenticidad, que no eran válidos.
Tanto desde la AFA como de la Justicia aseguran que, en la mayoría de los casos, al no poder determinar si son originales o no los tickets a simple vista, la única forma de evitar una estafa es realizar la compra a través de AutoEntrada, el único sitio oficial y autorizado para la venta. Hay otros trucos también, un poco más viejos. En el partido contra Uruguay del domingo pasado, incluso se demoró a una persona que intentó ingresar al estadio con una credencial de periodista falsa.
En cuanto a la investigación para dar con los responsables, la Justicia sospecha, como ante cada ilícito relacionado en torno al futbol, de barrabravas involucrados. “Evidentemente tienen un sistema aceitado de confección, impresión y comercialización que nos hace pensar que no lo hacen sólo en estos partidos sino en los del torneo local también. Pero recién comenzamos a investigar por lo que no tenemos muchos más datos”, analizan desde Tribunales.
En cuanto al partido del jueves por la noche, en el que argentina recibirá a Perú en el Monumental, tanto la Policía de la Ciudad como el CIJ (Cuerpo de Investigaciones Judiciales) montarán un operativo enfocado en detectar este tipo de entradas falsas. Incluso se montará una carpa para que los damnificados, que se enteren de que fueron víctimas en ese momento, puedan realizar la denuncia correspondiente.
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