Este lunes por la mañana, cerca de las 9, un llamado al 911 alertó a la Policía Bonaerense sobre la aparición del cuerpo de una joven en una zanja, a metros de la parada del colectivo 721, en la localidad bonaerense de El Talar, en el partido de Tigre. “Estaba boca abajo, sin zapatillas ni su teléfono celular y con un bolso y el DNI a su lado”, informaron fuentes de la investigación. La víctima fue identificada como Magalí Noelia Gómez. Tenía 27 años, trabajaba como empleada en el Parque de la Costa desde hace ocho años y tenía una hija de 4 años.
Por lo pronto, hay un sospechoso: se demoró a su concubino, un hombre de 38 años llamado Agustín Iván Pérez que, además, es el padre de su hija. “Se acercó llorando al lugar mientras personal de la comisaría 6ª de El Talar trabajaba en la escena del crimen. Dijo que los vecinos le habían avisado”, explicaron allegados al caso a Infobae.
En ese momento, los efectivos notaron que el hombre presentaba arañazos en el cuello y el cuero cabelludo. “Al final se quebró y se auto incriminó. Confesó que discutieron adentro del auto cuando la llevaba al trabajo, que la mató y la descartó en ese lugar”, explicaron a este medio. Asimismo, lo complica un video de una cámara de seguridad en el que se observa el paso de su auto a metros de donde luego apareció el cuerpo de la víctima, en el cruce de las calles 25 de Mayo y Las Violetas, en el barrio La Paloma.
El primer informe médico estableció que “la víctima falleció por ahorcamiento, presentaba moretones y lesiones de defensa en los brazos”.
Una de las hipótesis que manejan investigadores es que el faltante de las zapatillas y del teléfono celular de la víctima se debe a que el presunto autor del femicidio pudo haber querido montar una escena de robo para desviar la investigación.
Respecto al lugar donde se cometió el asesinato, se cree que fue en la casa donde convivía la pareja y que, luego, el hombre trasladó el cuerpo hasta el lugar donde fue encontrado. Por tal motivo, se procedió a incautar el vehículo, un Fiat Siena, y se ordenó un allanamiento en el domicilio donde convivía la pareja, ubicado en la calle Pensamiento al 1700. Sin embargo, no se descarta que el crimen haya sido cometido en el auto.
En el caso intervino, el fiscal Sebastián Fitipaldi, de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) de Rincón de Milberg quien, en función de las pruebas obtenidas, acusó a Pérez de “homicidio agravado por haber mediado violencia de género”, delito que contempla la pena de prisión perpetua. Luego, derivó la causa a su colega Pablo Menteguiaga, de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) de Violencia de Género de Tigre.
Al haber confesado el femicidio ante personal policial, la auto incriminación de Pérez no tiene valor judicial. Mañana, será indagado por el fiscal.
Mientras tanto, Menteguiaga mandó a pedir un informe para chequear si la víctima había denunciado previamente al detenido en alguna causa por violencia de género. También solicitó embolsar las manos de la víctima, para preservar el material genético que podría haber quedado debajo de las uñas de Magalí Gómez si, tal como se sospecha en base a las lesiones que tenía el detenido, alcanzó a rasguñar a su atacante antes de terminar asesinada.
Agustín Iván Pérez y Magalí Noelia Gómez se conocieron hace ocho años trabajando en el Parque de la Costa. Según pudo saber Infobae, él es padre de cuatro hijas mujeres que tuvo con distintas parejas. Priscila (16), de su primera novia; Agostina (13) y Valentina (12) de su ex mujer, Andrea Beatriz Suárez; y Delfina (4), fruto de la relación con Gómez.
En horas de la tarde, en comunicación con este medio, la madre del presunto femicida dijo no estar al tanto del tema. La mujer, de nombre Ángela, tiene casi 60 años y explicó que su hijo ya no vive más en su domicilio en el partido de la localidad bonaerense de San Isidro. “Se mudó a El Talar con la novia. Se estaban construyendo la casita en un terreno, atrás de la casa de la madre de ella”, explicó.
De acuerdo con el testimonio de Ángela, su hijo no trabajaba más en el Parque de la Costa sino que se desempeñaba como “seguridad”, aunque no pudo precisar en qué lugar. La última vez que lo vio fue el 9 de septiembre, fecha en que celebraron el cumpleaños número 4 de su nieta Delfina.
En redes sociales, la mamá y el hermano de Magalí Gómez se mostraron devastados con la noticia. Infobae intentó contactarse con ellos, pero no respondieron.
“Hoy sos una víctima más de las que se fueron por quien decía amarla. Alguien con tantas ganas de disfrutar a su hija y de su casa, que pudiste hacer con tus años de trabajo. Cuesta creer que él te quitó la vida. Hace un día estaba planeando terminar tu cocina para que tengas una comodidad más, por qué ‘te amaba’, y hoy planeaba cómo deshacerse de tu cuerpo. Hoy una nena se quedó sin papá y mamá. Todo por celos y reclamos de plata”, escribió Gabriel, el hermano de Magalí, en su cuenta de Facebook.
Mirta Castillo, la madre de la joven, fue más escueta. “Amada Magalí vuela alto. Dios está con vos”, apuntó al pie de a una foto de su hija junto a un árbol de Navidad. Entre quienes comentan la imagen, está Yanet Benítez, compañera del primario de Magalí, quien la describió como una alumna estudiosa y una persona “buena, humilde y callada”.
Las últimas fotos que Magalí publicó en cuenta de Facebook son de fines de julio, principios de agosto. Se la ve paseando por las Termas de Colón y por Gualeguaychú, en la provincia de Entre Ríos, junto a su hija Delfina y su pareja.
En Argentina, entre el 1 de enero y el 30 de agosto de este año, 142 mujeres fueron asesinadas por violencia de género. Es decir, se registra 1 femicidio cada 40 horas. En el 60% de los casos -de acuerdo con el relevamiento efectuado por la organización Mujeres de la Matria Latinoamericana (MuMaLá)- el femicida es la pareja o ex pareja de la víctima. Como consecuencia de esos crímenes 151 niños, niñas y adolescentes quedaron sin madre.
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