El 6 de junio de 2020, Elvio Rubilar, “El Papi” recibió un tiro en la cara, justo sobre su ceja izquierda, durante una sobremesa amiga en su casa de la calle Formosa en el barrio Covimar de Puerto Madryn. Ciertamente no se lo esperaba. “El Papi”, un hombre de 55 años, dedicado en los papeles al rubro de taxis y remises, había invitado esa noche a dos conocidos, Orlando Daniel “Chaco” Hadzaman -de 35 años, llamado así porque, básicamente, nació en el Chaco- y Rocío Oroño, supuestamente para un encuentro grato, casual. Su hija también fue citada a la mesa. Dejó el lugar poco después de las 2 de la mañana junto a un amiga. Luego, mataron a su padre.
Los acusados de darle muerte le dispararon con un revolver calibre 32 largo luego de trenzarse a golpes de puño con él. Luego, lo golpearon con una silla y lo ejecutaron. Así, tras matarlo, le robaron, un botín de 154 mil pesos y 205 dólares, así como un reloj de oro. Dejaron el lugar en un remise.
Poco después, los acusados abandonaron la escena. Uno de ellos volvió a las 7 de la mañana, con el cielo todavía a oscuras. Era Hadzaman supuestamente, con un amigo y un bidón de nafta, para incendiar la casa de Rubilar y no dejar pruebas. No miraron a su alrededor, claramente. Una cámara de seguridad filmó la secuencia a lo lejos, con dos figuras que venían y el fuego de la casa de “El Papi” que brillaba en el ángulo superior derecho.
El video de esa cámara ilustra esta nota. Fue una evidencia clave. Y fue el incendio fue lo que alertó a los vecinos, que informaron la situación. Los Bomberos Voluntarios llegaron para apagar el fuego. Encontraron dinero quemado así como el bidón y las paredes del living manchadas con sangre. La autopsia al cadáver de Rubilar reveló el proyectil dentro de su cráneo y su cara y extremidades marcadas por golpes. Era obvio: lo hicieron sufrir antes de matarlo.
Con el tiempo, Hadzaman y Oroño fueron identificados y arrestados, así como el hombre que llegó con el bidón. Hoy, finalmente, el caso es elevado a juicio por el fiscal general Alex William y Juan Pablo Santos en representación del Ministerio Público Fiscal chubutense. Lo que ocurre en el medio de esta historia tiene cierta oscuridad, un crimen arrastrado, miserable.
Oroño, de 30 años, era oriunda de Buenos Aires. Había viajado a Madryn, pero se quedó varada con la pandemia. “Chaco” Hadzaman era distinto, un trashumante del delito. Nacido en 1986, había fijado domicilio en Tierra del Fuego, donde trabajó durante años en la industria de los electrodomésticos, con un último empleo en blanco en 2016. Dos años después, fue condenado en Ushuaia y en Río Gallegos por violaciones a la ley de drogas que unidas sumaban más de cinco años de cárcel de ejecución condicional. Finalmente, llegó a Madryn.
Fuentes judiciales aseguran que, precisamente, una transa de drogas habría motivado el asesinato de Rubilar, más allá de un simple robo. Oroño y Hadzaman fueron allanados en un edificio de la calle España: allí estaba el reloj de oro de “El Papi” y un plato con 400 gramos de cocaína. “Nos agarraron”, dijo Hadzaman al ser detenido.
Hubo testigos que hablaron sobre aquella noche. Uno de ellos aseguró que Hadzaman dijo: “Lo puse al ‘Papi’”. Otros hablaron sobre lo que pasó antes del asesinato en el barrio Covimar, que se los vio a Elvio y a Chaco contando dinero, exaltados y riendo, pero también discutiendo. La ex pareja de Rubilar habló de un flujo de dinero:
“Rubilar tenía mucha plata en su casa producto de un terreno que había vendido unos días antes en el barrio Solanas, que eran alrededor de un millón y medio de pesos en moneda nacional y dólares estadounidenses”, asevera un documento del expediente que refleja el relato de la ex pareja. La mujer lo sabía “porque estuvo contando la plata con Rubilar, que gran parte del dinero ella lo guardó en una caja de whisky plateada en el placard de Elvio y otra parte la iba a guardar Rubilar en su camioneta”.
La presencia de la cocaína generó un incidente de incompetencia, para definir si el caso precisamente deberá ser analizado por la Justicia ordinaria o la Federal, una decisión que estará en manos de la Corte Suprema.
Mientras tanto, la lista de testigos propuesta para el debate es extensa. Entre ellos, están los forenses de la autopsia, los bomberos que apagaron el fuego, el remisero que llevó a Hadzaman. La lista propuesta por la defensa de “Chaco” tiene una particularidad: al menos siete testigos de su parte disputarán qué pasó con el reloj de oro.
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