Fernando Alberto Romito, jefe de seguridad del boliche Mr. Jones de Mar del Plata y acusado de ser el entregador del crimen del DJ Leandro “Lele” Gatti, fue indagado este jueves por la fiscal del caso Andrea Gómez y negó su participación en el hecho.
“Yo no tuve nada que ver”, aseguró Romito en la audiencia indagatoria, donde estuvo acompañado de su abogada defensora Paula Oviedo. El hombre, de 39 años, había sido arrestado el martes en Houssay al 7.600, en inmediaciones a su domicilio.
A Romito, que trabajaba en el boliche donde la noche del crimen pasó música “Lele”, lo acusan de ser quien les dio el dato a los motochorros que mataron al DJ sobre el dinero que iba a tener encima la víctima.
El crimen ocurrió la mañana del domingo 26 de septiembre, cuando dos motochorros abordaron a Gatti para robarle un bolso con sus equipos de música, luego de que el DJ terminara su jornada laboral en el boliche Mr. Jones, en la zona de Playa Grande.
La víctima forcejeó con los delincuentes, uno de los cuales le efectuó un disparo en el pecho. Murió tres horas después, luego de haber sido trasladado al Hospital Interzonal de Agudos.
Con el correr de los días, los investigadores descubrieron que no se trató de un robo al voleo, sino de un hecho planeado. Así lo dejó en claro el primer detenido por el caso, Luis Alberto Ytzcovich, de 27 años, quien se entregó en una comisaría marplatense la semana pasada tras una serie de allanamientos en el barrio Pueyrredón.
En su indagatoria, Ytzcovich confesó su participación en el asalto, pidió “perdón” y aportó un dato estremecedor para la investigación: la víctima estaba marcada y no por los asesinos, que fueron contratados.
En concreto, contó que a él y a su cómplice los habían contactado dos personas -de las cuales no dio ningún nombre- para avisarles que ese domingo a la mañana “Lele” iba a tener unos tres millones de pesos encima.
A partir de la declaración, la investigación se centró en conocer quién aportó ese dato y las sospechas recayeron en el jefe de seguridad del boliche.
Por otra parte, Ytzcovich negó ser el autor del disparo que acabó con la vida de Gatti. Según su relato, él era quien manejaba la moto marca Benelli en la que se movilizaban los dos motochorros y fue su cómplice, que iba como acompañante, quien baleó en el pecho a la víctima.
Ese hombre, para los investigadores, sería Eduardo Maximiliano Urra Zapata, de 34 años, quien está siendo buscado intensamente por estas horas y por quien se libró una orden de captura y se permitió la difusión de las fotos del sospechoso para dar con su paradero.
En su declaración, además, Ytzcovich corroboró una de las líneas investigativas que tenía la fiscal Gómez: en el crimen estuvo involucrado un auto. El detenido lo aseveró cuando contó que, tras el fallido robo, dejó a Urra Zapata en el Clío color blanco estacionado en la costa, el mismo vehículo que fue secuestrado el martes por la tarde.
“Sabemos que alguien, indudablemente, manejaba ese auto, así que lo estamos tratando de identificar. Al dueño ya se lo localizó y se están haciendo todas las pericias”, dijo la fiscal Gómez en conferencia de prensa.
Por último, contó que fue hasta la casa de su madre y allí prendió fuego el bolso con el que había salido a robar. De este modo, Ytzcovich fue enviado a una celda en la cárcel de Batán mientras continúa la investigación y sigue la búsqueda del cómplice que disparó contra el DJ, Urra Zapata.
En medio del dolor, vecinos, allegados y amigos del DJ marcharon la semana pasada por las calles de Mar del Plata para pedir justicia. Allí, Miguel y Mimí, padres de la víctima estuvieron acompañados por cerca de 500 personas y, momentos antes del cierre de la protesta, amigos del DJ pusieron música en bandejas que llevaron para recordar a Leandro.
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