Detrás de la toma de rehenes de Caseros, que duró 10 horas y terminó con la víctima fallecida y el secuestrador, Alejandro Darío Maldonado, abatido por la Policía Bonaerense, se esconde una historia de drogas, violencia y denuncias entre hermanos. Así lo confirmaron fuentes oficiales de la Justicia de San Martín y Mariana, la hermana de Maldonado, que poco ante del desenlace fatal se acercó a la escena del hecho y aseguró que sufría violencia desde chica por parte de su hermano.
“Mi hermano me pega desde siempre, la droga que toma desde chico le arruino la cabeza. La mujer trabaja en la Justicia. Ella siempre lo protegió así que no sé porque ahora se viene a hacer la víctima”, dijo la mujer en dialogo con Infobae.
Desde la Justicia, aseguraron que, efectivamente, existe una serie de denuncias cruzadas entre el secuestrador y su hermana Mariana por episodios de violencia. Incluso, en una de esas causas se menciona que Maldonado habría golpeado con una barra de metal en la cabeza a otro hermano años atrás. También, se habla de pedidos de restricciones perimetrales.
Paula, la pareja de Alejandro Maldonado, que fue parte de la toma y pudo escapar, efectivamente trabaja en el Poder Judicial según registros consultados por este medio.
En Caseros hubo otros testimonios que completaron la historia del secuestrador. “No estaba loco, pero tenía sus problemas de adicción, consumía cocaína”, dijo a Télam Andrés, quien junto a Javier, otro amigo del barrio en la calle Tres de Febrero, dieron del agresor que terminó muerto. ”Era una persona violenta, sabíamos que tenía armas pero nunca tuvo un problema en la calle”, aclararon. Alejandro, según sus amigos, atendía el bufet del club social, deportivo y cultural Villa María Irene, ubicado en la calle Olavarría y Tejedor de Caseros, donde además hacía ollas populares.
Según declaró Paula, la esposa del agresor, el episodio se desencadenó cerca de las 23 de anoche, en medio de una cena entre amigos. Maldonado habría enfurecido por una frase de su pareja y comenzó a golpearla adelante del resto y de sus propios hijos. Incluso llegó a ahorcarla e intentó prender fuego la casa. Ante esta situación, José Cáceres, la víctima fatal, se habría enfrentado a su amigo con el objetivo de permitir que el resto escape y luego fue tomado de rehén.
Otro de los hermanos de Maldonado, aseguró que su hermano sufría “alucinaciones con extraterrestres” y que efectivamente tenía una gran cantidad de armas y municiones. En referencia a este punto, su hermana señaló: “tiene escopetas, recortadas, armas tumberas, todos los meses compraba 100 municiones”.
En la casa de Maldonado, se encontraron, según fuentes policiales, al menos 300 municiones más junto con algunas armas que se habrían utilizado y otras que estaban listas para ser usadas pero que no se habrían accionado.
Cerca del mediodia la mayoría de los familiares de Maldonado, incluida su esposa, tenían prevista una declaración testimonial ante el fiscal Carlos Insaurralde.
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