Ayer por la mañana, Mavys Álvarez Rego, la víctima de Diego Maradona que sufrió un vínculo abusivo con el ídolo en su período cubano a comienzos del siglo, tomó un paso decisivo en la Justicia argentina. Pidió formalmente convertirse en querellante en la causa en manos del Juzgado Federal N°10 por trata de personas al ex entorno del ídolo, con ella como víctima.
La denuncia había sido hecha ante la PROTEX -el ala de la Procuración que investiga delitos de trata- por Fernando Míguez, de la ONG Fundación por la Paz y El Cambio Climático, que estipulo que podría haber existido ese delito cuando Álvarez fue trasladada a la Argentina. Entre los acusados se encuentran Guillermo Coppola, Mariano Israelit, Omar Suárez -cara visible del local nocturno Cocodrilo-, Carlos Ferro Vieira, entre otros que acompañaban al Diez. Luego, la PROTEX decidió enviar la denuncia a sorteo en la Cámara Federal. Así, recayó en manos del juez Julián Ercolini.
Al enterarse de la existencia de esta denuncia, Álvarez decidió pedir ser considerada querellante desde Miami, con el patrocinio de los abogados Gastón Marano y Marcela Scotti.
“Habiendo tomado conocimiento de la denuncia realizada por la Fundación por la Paz y el Cambio Climático, con el fin de cumplir con el Artículo 83, inciso 2 del Código de Forma, por razones de economía procesal, remito a los hechos tal cual fueron descriptos en dicha denuncia. Esto, sin desmedro de ampliar los hechos durante el relato que haga en la ratificación de esta denuncia, ya que hay gran cantidad de elementos de aquella fecha y más recientes que podré mencionar para que se investiguen”, afirmó en el comienzo de la presentación al Juzgado Federal N°10.
Lo que dijo luego es de una crudeza evidente, un testimonio que va al núcleo de la acusación de trata. Lo que reveló de sus días en Buenos Aires, en donde todavía siendo menor fue operada y recibió implantes mamarios, es propio de la mecánica de un caso de trata de personas.
“Es importante para mi destacar que durante mi estadía en Argentina, en 2001, en donde permanecí durante dos meses y medio, no se me permitía salir sola de los hoteles en que me alojé, ni tampoco de un departamento ubicado en Capital Federal en dónde permanecí, habiendo siempre personas encargadas de que permaneciera allí. Durante la totalidad de mi permanencia en el país, sólo pude realizar dos actividades que elegí (una a comprar y otra al zoológico), aunque siempre acompañada por una persona hasta mi regreso”, declaró.
“Del mismo modo, en Argentina, y aún siendo menor de edad, fui presionada a realizarme una operación de aumento de mamas, la que se realizó en el país sin autorización de ninguna persona responsable por mí. En las mismas circunstancias me suministraron drogas en el país, las cuales me acarrearon una adicción durante muchos años. Las secuelas de lo que viví perduran hasta hoy”, siguió.
Mavys aseguró que está dispuesta a ratificar la denuncia y a ampliar los contenidos de esta declaración. Por otra parte, hizo una nueva acusación ante la Justicia argentina. La cadena de responsabilidades que la convirtieron en una supuesta víctima podrían ir mucho más allá de Coppola y otros. Apuntó, precisamente, a la Dirección Nacional de Migraciones en aquel entonces, que habilitó por lógica su entrada al pais:
" Agrego, asimismo, que entiendo se debe investigar también la conducta de los funcionarios de la Dirección Nacional de Migraciones que autorizaron mi ingreso y egreso a la Argentina, en tanto era menor, viajé absolutamente sola, y no contaba con documentación suficiente para hacer dichos cruces. El ingreso y el egreso fueron coordinados con una persona con la que hablé al llegar. Esto me hace estar convencida de que existió una connivencia entre funcionarios públicos cubanos y argentinos para permitir mi traslado e ingreso”, aseveró.
El abogado Marano, fue quien logró la condenad de 14 años de cárcel a Jonathan Fabbro en 2019 tras representar a su víctima, ahijada del jugador hoy preso en Marcos Paz, se enfrenta con un desafío jurídico. Con Maradona muerto, sin poder ser imputado por abuso, los investigadores encontraron una cuestión de prescripción temporal, además de ser hechos ocurridos en Cuba bajo otra legislación. El delito de trata de personas no estaba prefigurado en la ley argentina en aquel entonces: llega al Código Penal en 2008.
Sin embargo, cerca de Mavys consideran que la prescripción del hecho no aplicaría al haber supuestos funcionarios públicos involucrados, por ejemplo, los oficiales de Migraciones. Además, existe jurisprudencia internacional y una doctrina que considera a la trata un delito sin vencimiento.
Sin embargo, la línea final será lo que decida el juez Julián Ercolini, o la Cámara Federal.
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