Un fuerte despliegue de la Policía Federal y la Agencia de Criminalidad Organizada y Delitos Complejos de Rosario, tuvo lugar este viernes y sábado en Rosario y las vecinas ciudades de Villa Gobernador Gálvez y San Lorenzo tras una investigación coordinada entre fiscales federales y provinciales que conectaron tres causas vinculadas a Los Monos y la barra brava de Newell’s Old Boys por narcotráfico, extorsiones, un secuestro extorsivo y al menos un homicidio. En el marco de las complejas medidas realizadas, se detectó una posible relación entre la organización criminal y un dirigente político de la región de renombre a través de un audio como pieza principal.
En esa conversación, Marcos Jeremías Mac Caddon, alias “Pato”, virtual jefe de la barra de Newell’s, le asegura a a“Guille” Cantero que arregló con “la gorra de todos los colores” y le dijo que había arreglado con plata la venta en el cordón industrial de Rosario con este político, según confirmaron fuentes de la investigación a Infobae.
En el comando de investigación participó también la PROCUNAR a cargo de Diego Iglesias y la UFESE especializada en secuestros extorsivos bajo Santiago Marquevich. Hay al menos 8 detenidos tras 31 ordenes de arresto con estupefacientes, armas, vehículos y dólares incautados. Los procedimientos incluyeron también redadas en penales provinciales y federales.
Uno de los epicentros de los operativos federales que incluyeron hasta helicópteros y una tanqueta tuvieron lugar en el barrio Godoy, en la zona oeste de Rosario, donde incluso se allanó la comisaría 32ª. Ese sector de la ciudad, de acuerdo a investigaciones provinciales y federales, nuclea una gran cantidad de delitos violentos como balaceras, crímenes, extorsiones y hasta un secuestro extorsivo. Dentro de esa zona se encuentran los barrios Villa Nueva, Triángulo, y Urquiza, también escenarios de los procedimientos.
Otro lugar en los que se irrumpió fue en la ciudad de Villa Gobernador Gálvez, específicamente en domicilios ligados a la organización de Leandro “Pollo” Vinardi, miembro de Los Monos que está preso y condenado por un crimen cuya víctima fue Sergio Pared.
Los allanamientos también incluyeron la cárcel de Piñero y el penal federal de Marcos Paz donde se encuentra alojado Ariel Máximo “Guille” Cantero, líder de Los Monos, condenado esta semana a 22 años de prisión por ataques armados a jueces. Estaban previstas 31 detenciones, según la orden de los fiscales federales Claudio Kishimoto, Adriana Saccone y los auxiliares Martín Uriona y Matías Scilabra, coordinadas con los fiscales provinciales Matías Edery y Luis Schiappa Pietra.
Los investigadores detectaron que en el caso del barrio Godoy, había una banda que predominaba en la venta de droga: la de Esteban Lindor Alvarado, actualmente detenido en el penal federal de Marcos Paz. Quien llevaba a cabo la organización del comercio de estupefacientes para esa organización era Nicolás “Fino” Ocampo, considerado su mano derecha.
Ocampo fue asesinado en abril de este año, cuando bajó de su camioneta y se dirigía a su casa de Ocampo al 6600. Con ese crimen, supuestamente perpetrado por Los Monos de acuerdo a los indicios de la investigación provincial, la organización de “Guille” Cantero ganó poder y comenzó a desplazar a la de Alvarado.
A partir del crimen de la mano derecha de Alvarado, un actor ganó muchísimo peso en la zona oeste: es Pablo Nicolás C., quien está preso en Piñero y mantiene desde el año pasado fluidos contactos con “Guille” Cantero y con Leandro “Pollo” Vinardi, de Los Monos. La celda de Vinardi en el penal de Piñero fue allanada: le encontraron drogas y una pipa.
Los mismos miembros de Los Monos que se ocupaban de la disputa territorial en barrio Godoy, determinaron investigadores, hacían lo mismo en la vecina ciudad de San Lorenzo.
En San Lorenzo, detectaron algo importante: el que se encargaba de llevar adelante el negocio de la droga para Los Monos allí era Marcos Jeremías M.C., alias “Pato”, fuertemente ligado a la barra de Newell’s, sospechado de ser su virtual cabeza, quien está sospechado también por los enfrentamientos territoriales, algunos contra la banda de Esteban Alvarado.
“Le tenemos que dar con toda a cualquiera que enganchemos de él (Alvarado). Le tenemos que dar con toda. Averiguame algún búnker de ellos o alguno que venda para él que le doy con toda”, le dijo el 6 de septiembre de este año Marcos Jeremías M.C. a una mujer no identificada según una escucha del caso.
A Marcos Jeremías M.C. lo fueron a detener anoche: se encuentra prófugo, ya que no lo encontraron en su domicilio de Crespo al 300, en barrio Luis Agote de Rosario. Técnicamente, se fugó a metros de los agentes federales, ya que al llegar en su auto a su casa, vio el operativo, aceleró y se fue.
Se presume que “Pato” manejaría la barra brava de Newell’s Old Boys en nombre de “Guille” Cantero y regentearía parte del negocio narco de Los Monos. Debajo de él hay otros nombres que se encargan de otras tareas vinculadas a la barra. En su teléfono se detectó una conversación en la que le comenta al líder de Los Monos que ya había “arreglado con la gorra de todos los colores” para vender droga desde Rosario hasta la ciudad de Santa Fe. Y agregó en ese marco que había acordado pagos al dirigente político en la provincia -cuyo nombre se mantiene en estricta reserva- para operar sin inconvenientes en el cordón industrial.
“Yo respondo a vos. No nos conocemos, pero soy bien leal, voy de frente, no chamuyo, no miento. ¿Tengo facilidad para hacer negocios? Sí, mucho. Estamos hablando de un negocio grande, por eso te lo quiero ofrecer a vos para que me des el apoyo y yo te voy pasando para allá”, le dijo Marcos Jeremías Mac Caddon a “Guille” Cantero en el audio que se vuelve el centro de la causa.
En ese mensaje de voz de WhatsApp, “Pato” le comentó a “Guille”: “De lo que te daban, 600 lucas, te damos un millón por semana. Después a medida que vamos avanzando, vamos a ir subiendo. No me interesa el cartel”.
Hay, también, un secuestro extorsivo en juego, lo que llevó a la intervención de la UFESE.
Los Monos también está investigados por la Justicia Federal por un secuestro extorsivo que se llevó a cabo en junio pasado y terminó con la víctima liberada tras el pago con dólares, joyas y cadenas de oro. El joven retenido es el hijo del dueño de una estación de servicio de la región.
El secuestro ocurrió el 23 de julio pasado, cuando la víctima fue a comprar marihuana junto con un amigo a un quiosco de droga. El joven se bajó del auto de para ir al búnker de Soldado Aguirre y Bomberos Voluntarios, y en ese marco lo interceptó un hombre por detrás que al grito de “alto policía” le dio un culatazo en la cabeza.
El amigo de la víctima logró huir en el auto, pero el joven fue retenido y obligado a subir a un auto en el que había cuatro personas. Luego, lo mantuvieron cautivo en un lugar desconocido por dos horas en las cuales los captores tuvieron comunicaciones con su padre y madre, hasta que llegaron al acuerdo por un pago de liberación. En el medio, al chico le sacaron una uña como “muestra” de daño que podían ocasionar si no se pagaba por el rescate. El acuerdo final del rescate fue de 10 mil dólares en efectivo más joyas de alto valor.
El encargado del secuestro extorsivo, según los primeros indicios, fue Nicolás A., alias “Dibu”, otro preso de la cárcel de Piñero vinculado a Los Monos que fue allanado hoy.
De la treintena de detenciones previstas se efectivizaron muchas menos, pero se avanzó en el esquema de trabajo coordinado, algo casi inédito en Rosario, entre la Justicia provincial y federal contra organizaciones criminales que realizan negocios narco y otros delitos violentos vinculados a las disputas territoriales.
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