La violencia mafiosa en Rosario no da tregua, ni siquiera después de que ayer condenaran a 22 años de cárcel al jefe de la organización narco Los Monos, Ariel “Guille” Cantero. De hecho, se intensificó en pocas horas. Todo a raíz de tres nuevos asesinatos perpetrados por sicarios en distintos puntos de la ciudad santafesina, donde las víctimas fueron ejecutadas a balazos. A esto se suman ataques intimidatorios con granadas y hasta una doble fuga de una alcaidía.
Uno de los episodios ocurrió anoche, poco después de las 20, entre las calles Martín Fierro al 400 y Maza, en el barrio La Florida. Un lugar situado en el norte rosarino. Allí, según confirmaron fuentes policiales a Infobae, un hombre identificado como Luis Eduardo Campos, de 38 años, fue asesinado a balazos en inmediaciones de la plaza Ovidio Lagos por desconocidos que escaparon con rumbo desconocido después del ataque.
Cuando los efectivos de la subcomisaría N° 27 llegaron hasta la escena del crimen, la hermana de la víctima se acercó y les confirmó a los efectivos que el hombre vivía a pocas cuadras de la plaza. De acuerdo con lo que indicaron las fuentes, la hipótesis más probable es que sea un nuevo ajuste de cuentas mafioso, ya que el frente de la casa del hombre muerto ya había sido baleado dos veces en los últimos meses.
El caso es investigado por el fiscal de turno de homicidios dolosos de Rosario, Alejandro Ferlazzo, quien ordenó una serie de medidas que apuntan a determinar la mecánica del hecho e identificar a los tiradores. Según publica la agencia Télam, Campos habría sido citado en esa plaza, donde aparentemente fue emboscado por hombres que se movilizaban en una moto.
El hecho más reciente que sacude otra vez a la ciudad fue reportado esta mañana, después de las 7. Se trató del hallazgo en un camino rural de la periferia oeste de Rosario de los cadáveres de dos hombres que fueron ejecutados a balazos. Las fuentes señalaron a este medio que las víctimas estaban una al lado de la otra. A metros de los cuerpos, hallaron un auto Volkswagen Suran gris con las puertas abiertas.
Se investiga ahora si las víctimas fueron asesinados en el lugar o en otro sitio y luego arrojados en esa zona semidescampada, que cuenta con escasa iluminación y donde no hay cámaras de seguridad. Investiga el hecho el fiscal Ferlazzo.
A los tres crímenes hay que agregar una violenta amenaza mafiosa, en la que arrojaron un artefacto explosivo en el interior la casa de un hombre que está registrado como testigo protegido en una causa por un homicidio ocurrido el año pasado. Según las fuentes, se trata del crimen de Sergio Barquero, un asesinato que tuvo lugar el 9 de diciembre de 2020.
Cuando los efectivos de la Sección Neutralización de Explosivos de la policía de Rosario entraron a la vivienda del testigo observaron en el patio delantero la presencia de una falsa granada sin carga explosiva. En el hecho intervino el fiscal Patricio Ferrari, quien inició actuaciones por el delito de amenaza con artefacto intimidatorio.
La ola de ataques, sin embargo, no sólo se intensificó con la condena de “Guille” Cantero. Horas antes de escuchar la sentencia al capo narco más temido de la región, Rosario había amanecido con un nuevo crimen. Fue el de un joven identificado como Julián Manuel Zanier, de 23 años, quien fue acribillado en una casa ubicada en la calle Fontana al 3100 por al menos cinco hombres que lucían vestimenta similar a la utilizada por fuerzas policiales. Según las fuentes consultadas, el grupo comando irrumpió en la vivienda después de las 6 de la mañana y comenzó a dispararle a Zanier.
La víctima estaba en compañía de su novia, quien resultó ilesa, y de su cuñado, un joven de 18 años identificado como A.A., que sí fue herido y tuvo que ser trasladado al hospital Alberdi en un primer momento. Luego, debido a la gravedad de las heridas, lo llevaron al Hospital de Emergencias Clemente Álvarez, donde permanece internado con pronóstico reservado.
En el lugar trabajó personal de la Agencia de Investigación Criminal de Rosario para relevamiento de la escena, realización de pericias fotográficas, planimetría, levantamiento de rastros y toma de testimonios. En el lugar se secuestraron aproximadamente 50 vainas servidas calibre 9mm y una pistola calibre 45mm, que ya fueron enviadas a peritar. En este caso intervino el fiscal Patricio Saldutti de la Unidad de Homicidios Dolosos.
El raid violento que transitó la ciudad santafesina culminó hace pocas horas con la fuga de dos peligrosos delincuentes de una alcaidía de la Unidad Penitenciaria 6, ubicada en la calle Francia al 5200. De acuerdo con lo infirmaron a este medio, todo se descubrió a raíz de un llamado al 911 donde vecinos vieron a dos hombres cuando saltaron el tapial de la sede penitenciaria. Hasta ese momento el personal de la cárcel no tenía conocimiento de lo ocurrido. Cuando hicieron el recuento de presos, descubrieron la fuga.
Las autoridades informaron que los reclusos que escaparon son Nicolás Fernando Bordón, con domicilio en la calle Tucumán al 5300 en Rosario, y David Luciano Rodríguez, un hombre que vivía en calle Siria al 1320 en la ciudad de Pergamino. Al momento de la fuga, el primero vestía una remera gris y el otro un buzo negro con capucha.
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