León Aquino tenía apenas 18 meses de vida. El domingo pasado, ingresó al hospital El Cruce de Florencia Varela gravemente herido. Su mamá, Yésica del Carmen Aquino, de 32 años, intentó convencer a su hermana de que su hijo se había ahogado con leche. Sin embargo, los médicos vieron los golpes que tenía el nene en su cuerpo y decidieron hacer una denuncia a las autoridades. Este viernes, León falleció producto de la gravedad de todos los tipos de lesiones que presentaba en su pequeño cuerpo.
La fiscal Gabriela Mateos de la UFI N° 3 de Berazategui, quien quedó a cargo del caso luego de que se confirmara el fallecimiento, dispuso la realización de una autopsia y la inmediata detención de la madre del nene, y de su pareja, Roberto Fernández, de 27 años, que fue capturado algunas horas después por la sub DDI local en el partido de Merlo.
El informe forense revela un crimen bestial.
De acuerdo a los resultados preliminares de la autopsia, el bebé -que vivía junto a sus cuatro hermanos de entre 3 y 12 años- sufrió maltratos prácticamente desde su nacimiento y murió a causa de una “septicemia traumática”.
Los forenses encontraron golpes, pinchazos de aguja por todo el cuerpo y mordeduras en la zona del cuello. También extrajeron una aguja oxidada del cadáver. Si bien todavía restan los resultados una serie de peritajes complementarios, la principal hipótesis de los investigadores es que esa varilla con óxido pudo haber provocado la infección que derivó en una septicemia.
Este domingo, la madre y el padrastro de León se negaron a declarar ante la fiscal Mateos, que solicitó que continúen en calidad de detenidos hasta tanto se resuelva su situación procesal. El Juzgado de Garantías N° 7 hizo lugar al pedido.
Ella está imputada por el delito de homicidio agravado por el vínculo, premeditación, ensañamiento y alevosía, con la alternativa de homicidio por comisión por omisión. El hombre, mientras tanto, es investigado por homicidio calificado, sin el agravante del vínculo en este caso.
A pesar del horror y la conmoción, para la familia y los vecinos de los detenidos, el crimen fue una tragedia anunciada. Según informaron fuentes judiciales a la agencia Télam, los propios vecinos habían denunciado, la semana anterior a la agresión, que León y sus hermanos recibían malos tratos en la casa de la calle 162 al 2600, en la zona de Villa Mitre del partido de Berazategui.
Mientras la fiscal Mateos avanza con la investigación del hecho, la Justicia de Familia dispuso una medida de abrigo para los cuatro hermanos de León, quienes quedaron al cuidado de una tía materna.
“Somos cuatro hermanos que estamos atrás de los chicos, todas somos hijas del mismo papá, no vivíamos en la misma casa, pero siempre estábamos atentos a los nenes”, contó Amelia, otra de las hermanas de la detenida, en una entrevista con Crónica TV. “Ella nos cortó el contacto hace tiempo y no nos podíamos acercar a ellos”.
La mujer explicó que las tías de los chicos no quieren que “vuelvan a manos de nadie que les pueda hacer daño”. Y agregó: “Yo a mis hermanos los protejo a todos, pero lo que ella hizo jamás en la vida se lo vamos a perdonar.”
Ella es una de las que ya había notado lo que pasaba dentro de la casa de su hermana, que negaba todo. “Hasta que no pasó esto con León, nosotras insistíamos con los relatos de los chicos. Los veíamos a través de la reja, podíamos ver moretones, podíamos ver marcas. Los vecinos nos contaban cosas, pero no dejaba de ser nuestra palabra contra la de otra persona que decía que ahí no pasaba nada”.
De acuerdo a su relato, nadie de la familia tenía trato con Fernández, que había formado pareja con la mujer detenida hace poco más de un año, cuando León tenía apenas tres meses. Cuando estaba embarazada, explicó, la mujer había tenido otra pareja que “le pegaba” a los otros hermanos del nene asesinado.
Además, aseguró que sus sobrinos sentían “terror” y que “no terminaban de hablar” de los maltratos, por lo que “cada vez que los llevaban al médico ellos mentían por miedo” de su mamá. “Ella les decía que nosotras no los queríamos, que no íbamos a responder por ellos, pero están muy equivocados. Nosotras estamos acá y de acá no nos vamos”, añadió.
“Me contaban como podían entre todos que les habían pegado, que se habían peleado entre ellos (la pareja) y que la mamá lo iba a buscar a él dejándolos solos”, había relatado una de las tías de los chicos en diálogo con C5N que aseguró que “a partir de eso hubo más denuncias”. “La asistente social vino dos o tres veces, me comentó que no notó nada raro”, agregó. Nosotras no teníamos credibilidad”.
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