Habló la esposa del hombre atacado por el chat de mamis: “Hubiera preferido que me golpearan a mí y perder el ojo yo”

Esteban Bieiaszewzki permanece internado en la Clínica Trinidad de Ramos Mejía, donde ya le confirmaron que perdió la visión en uno de sus ojos luego de la brutal golpiza. “Ni siquiera va a poder volver a manejar”, lamentó Anabella, su pareja, en diálogo con Infobae. Además contó el verdadero origen del episodio

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Así fue la pelea frente al colegio de Caseros

Me arrepiento de haberlo llamado para que viniera al colegio. Deseo con toda mi alma retroceder el tiempo y hacer que fuera yo a la que golpearan y perder el ojo. No él”. Esa es la primera reflexión que hace Anabella mientras acompaña a su marido en la clínica donde permanece internado desde el jueves, luego de ser brutalmente golpeado en la entrada del colegio al que concurren sus hijas en la localidad bonaerense de Caseros.

La mujer, todavía conmocionada, habló desde la Clínica Trinidad de Ramos Mejía con Infobae y contó cómo vive estas horas Esteban Bieiaszewzki, su esposo, tras enterarse de que la visión del ojo izquierdo la perdió para siempre, a raíz de una absurda pelea iniciada por una discusión sin mayor relevancia en el “chat de mamis” de la sala de 4 a la que asiste su hija menor.

“La vida nos cambió mucho, muchísimo, para siempre. Mi marido no puede hacer desde ahora un montón de cosas. No va a poder manejar, por ejemplo. Él es comerciante y no va a poder conducir para ir a su lugar de trabajo. Estamos muy conmocionados”, dijo Anabella, quien remarcó que su esposo aún no sale del shock de la situación. A centímetros de él, la mujer señaló que lo ve “triste, contrariado y sin entender todavía lo que pasó” en las últimas 72 horas. Tres días que le significaron cambios sin retorno a la familia.

La agresión ocurrió este jueves, poco después del mediodía, frente al Instituto Evangélico Americano de Caseros, ubicado en la calle Belgrano 4700. Una cámara de seguridad captó el momento justo en que un hombre, que luego sería identificado como Alberto Morea (52) -abuelo de una de las nenas que asiste a la institución-, le propinó una violenta trompada en el ojo izquierdo a Esteban en medio de una acalorada discusión. El golpe hizo que la víctima cayera al piso, aunque eso no le importó al atacante, que siguió golpeándolo con fiereza hasta que segundos después intervinieron dos policías que estaban cerca de la escuela, según se observa en el video.

Así le quedó el ojo
Así le quedó el ojo a Esteban

Las secuelas de la trompada fueron graves. De hecho, según recuerda Anabella, su pareja le dijo casi desde el momento del golpe que “creía que el ojo lo perdería”. Después los médicos terminarían por confirmar el diagnóstico. “Le reventaron el ojo. Parte del líquido ocular salió y en el hospital hicieron lo que pudieron con lo que había quedado. Le dieron 11 puntos de sutura dentro del ojo con fines estéticos para no tener que dejarle el párpado cerrado. De todas maneras es una evolución diaria de ver cómo va respondiendo”, detalló la esposa de Esteban a este medio. Por lo pronto, el futuro es incierto y aún tienen muchas cosas por resolver, a la espera de que al padre de familia le den el alta.

La historia de violencia previa a la pelea frente al colegio

En un primer momento trascendió que el inicio de la pelea se debió a una discusión en el grupo de Whatsapp de las madres de la sala de cuatro años, en la que Anabella -a través de un audio- dijo una frase dirigida a otra mamá que ésta tomó como una ofensa. “No flaca te reconfundiste. Yo con mamás luchonas no converso”, había dicho la mujer del hombre herido. La respuesta de la madre ofendida en el chat no se hizo esperar y fue el preludio del salvajismo que vendrías después. “Ya nos vamos a ver y más te vale que me lo digas en la cara”, fue parte de la contestación en ese momento.

A partir de entonces vinieron una serie de llamados y mensajes que recibió Anabella en su teléfono, que por prudencia decidió no contestar. Acaso por miedo. De acuerdo con su relato, tanto ella como su marido no son personas acostumbradas a los enfrentamientos. Pero la situación escaló a niveles insospechados y después se supo que el origen de todo esconde aún más violencia.

En su diálogo con Infobae, la mujer contó que la génesis verdadera de toda la situación fue cuando en el chat comenzaron a hablar entre las madres acerca de las nuevas disposiciones del colegio respecto a la concurrencia de los chicos que presentaran algún síntoma relacionado con un resfrío. Según la comunicación de la escuela, aquel nene que tuviera mocos no podría ir a estudiar. Algunas se mostraron a favor, otras en contra.

De pronto, una mamá identificada como Noelia opinó algo que no estaba relacionado con el tema en discusión. Fue un mensaje más vinculado con la política, de acuerdo con lo que trascendió. Anabella, que hasta ese momento casi ni había intervenido en el debate, le contestó directamente a Noelia, diciéndole que lo que había expresado no tenían relación alguna con el tema de las imposiciones de la escuela.

“Le dije que no entendía qué tenía que ver. Ahí ella me dice ‘¿Vos me estás hablando a mí?’ y ahí le digo ‘sí a vos te estoy diciendo’. Me empezó a hablar de mala manera. Me empezó a delirar, me mandó un audio con un tono de voz violento en el que me hablaba de muy mala manera, como yo jamás hablé. Nunca la agredí. Yo en ese momento le contesté que con mamás luchonas no conversaba”, reveló la mujer a este medio. A partir de ahí el tono violento fue aun más en ascenso.

Alberto Morea, el agresor
Alberto Morea, el agresor

Tras la polémica generada por la palabra “luchona”, Anabella explicó que nunca la dijo en tono despectivo. Según dice, no sabía que ese término era para referirse de manera peyorativa a las mujeres que son madres solteras. Su intención era otra. “Lo entiendo como un término patotero, bardero. No considero de ninguna manera que todas sean ‘luchonas’. Conozco a muchas madres solteras que son unas leonas”, aclaró. Pero hubo un detalle que agregó leña al fuego. Noelia, casualmente, es una madre soltera. Ese fue el detonante.

A raíz de eso comenzó a mandar insultos y enviarle por privado a Anabella audios agresivos y amenazas. “Me empieza a mandar mensajes privados para decirme que su mamá es docente y que tuviera conducta porque si no mi hija en algún momento la iba a tener de maestra”, relató.

Una piña en la cara en la antesala a la violenta golpiza

La situación se fue saliendo de las manos; Noelia no cesaba en sus agresiones. “Voy al colegio, planteo la situación y me dicen que no pueden hacer nada porque esto es de puertas para afuera. Me citan para el otro día y accedí. Cuando llego a mi casa recibo un llamado de un número que no conozco porque a todo esto yo ya la había bloqueado a Noelia. En el llamado era ella y me dice que por qué no hablaba con ella y me dice: “Mañana a la salida del colegio te cago a trompadas”.

Y cumplió. Luego de la reunión con las autoridades del colegio en la que no llegaron a ponerse de acuerdo tras el entredicho, Anabella volvió horas después a la escuela para buscar a su hija de 8 años. Estaba un poco ofuscada porque en el Instituto no le dieron solución. Nunca pensó que lo que vendría a continuación. Mientras esperaba, Noelia se acercó, le preguntó si ella era la Anabella que le había dicho “luchona” y le propinó una trompada en el pómulo. La mujer atacada quedó aturdida, agarró a la más pequeña de sus hijas, ingresó al colegio para resguardarse y le escribió un mensaje a su esposo Esteban. Le contó la situación y el hombre, preocupado, reaccionó de la manera más obvia: fue hasta el colegio para buscar a su esposa.

Los audios del "chat de mamis"

En la entrada de la institución se encontró con Noelia y con el padre de ella, Alberto Morea. Entre ambos comenzaron a increparlo con violencia hasta que finalmente lo golpearon. En las imágenes del video registrado por las cámaras de seguridad se ve cómo primero la mujer le da una leve patada y luego viene la trompada de Morea que le costaría el ojo a Bieiaszewzki.

“Yo luego de la piña que me dio esta mujer ahí le escribí a mi marido y le conté lo que me había pasado. Me empezó a llamar, no le pude contestar porque no tenía señal hasta que de pronto escucho gritos en la puerta y me doy cuenta de que es él. Quiero salir pero la reja del jardín la dejaron cerrada. Veo a esta mujer enfrentarse con mi marido y él a los gritos pidiendo que llamen a la policía. En eso el padre de la chica, o sea el abuelo de la compañerita de mi hija, golpeó a Esteban. Lo hizo con un anillo que se había puesto en ese momento. Se lo puso para ir y pegarle”, denunció Anabella.

La mujer, repasando todo el episodio, cree que ella iba a ser la destinataria de la golpiza. Según dijo, tanto Morea como su hija estaban en la entrada del colegio para esperar a que ella saliera. En ningún momento se enteraron que Esteban también iba a ir. Fue una trágica coincidencia que se lo encontraran y fue contra él que descargaron su ira.

“Ellos no sabían que mi marido iba a venir. ¿Para qué estaban en la puerta?”, se preguntó la esposa. “Estaban esperando para molerme a palos a mí”, agregó sin dudarlo un segundo. Por eso insistió en que estaba arrepentida de haberle avisado para contarle que le habían pegado.

Según confirmaron fuentes policiales a Infobae, Morea se negó a declarar ante el fiscal Fabricio Iovine de la UFI N° 1 de San Martín y pasó de estar aprehendido a detenido, acusado del delito de lesiones gravísimas. Ahora el juez de Garantías tiene cinco días para resolver su situación.

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