Un violento episodio se registró en una de las oficinas de la Fundación Haciendo Lio, que preside José Bergoglio, sobrino del Papa Francisco, en Morón.
El pasado 3 de septiembre a la mañana, cinco persona, con sus caras tapadas y armados con facas, ingresaron por las ventanas del lugar y atacaron al único integrante de la organización que se encontraba presente. Le provocaron un corte en la cabeza, lo golpearon y lo lanzaron por las escaleras hasta que pudo escapar.
Según especula la Justicia, el ataque tendría su origen en una disputa por esas oficinas, ya que son reclamadas como propias por el supuesto dueño de la planta baja del edificio, un extranjero llamado Henry Edward Bafiera, registrado en el rubro de publicidad de la AFIP y que años atrás fue proveedor de la Municipalidad de Morón de acuerdo a registros oficiales.
Según la investigación, que quedó en manos del fiscal Nicolás Filippini de la UFI N° 1 de Morón, la fundación obtuvo las oficinas ubicadas en Juan José Valle al 200, gracias a un contrato de comodato firmado con el propietario del lugar, que es allegado a Bergoglio.
En el pasado, esas oficinas ya fueron motivo de conflicto ya que Bafiera las reclama como propias. Varios inquilinos anteriores tuvieron que irse por las constantes amenazas del hombre que quiere apropiarse del lugar. Ahora, esas amenazas supuestamente pasaron a la acción.
Como el contrato de locación fue firmado recientemente, los trabajadores de la fundación recién comenzaron a llevar algunas pertenecías a fines del mes pasado. En una de esas visitas se toparon con Bafiera, que supuestamente los amenazó.
Como José Bergoglio no estaba presente, lo llamaron para que este al tanto de la situación: “Si tenés que hablar con alguien es conmigo, porque soy el titular de la ONG que tomó posesión del lugar conforme estos contratos. Y, segundo, estas no son las formas”, relato el sobrino del Papa al sitio Primer Plano sobre su dialogo con el agresor. La respuesta fueron más amenazas: “Los voy a echar a todos a la mierda y los voy a matar”.
A pesar de esta situación, la postura de la fundación fue la de hacer caso omiso a las intimidaciones y continuar utilizando las oficinas como depósito. De esta manera el 3 de septiembre por la mañana Carlos David Muro, cuñado del sobrino del Papa, ingresó para ordenar el lugar cuando por la ventana ingresaron cinco desconocidos. Todos tenían las caras tapadas con trapos y estaban armados con facas. Lo agredieron y llegaron a cortarle parte del cuero cabelludo y a golpearlo. Finalmente lo tiraron por las escaleras y pudo escapar.
“De acá te vas a ir todo pinchado”, le gritaron mientras lo agredían.
Con el lugar a disposición, los agresores aprovecharon para robar varios elementos de la ONG. Según la denuncia que presentaron Bergoglio y Muro, se llevaron un televisor 43 pulgadas, una PC con su monitor, dos bolsones de ropa y 12 mil pesos en efectivo.
El fiscal Filippini aún no tomó ninguna medida contra Bafiera, aunque la calificación del expediente es sumamente grave: tentativa de homicidio y robo.
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