Se asustó porque la amenazaron con quitarle a los hijos y por eso se animó a denunciarlos.
Así, agentes de Gendarmería detuvieron a tres policías de la Bonaerense, vinculados a la Comisaría Este II de Isidro Casanova, en el partido de La Matanza, acusados de privar a una mujer de su libertad por siete horas y exigirle dinero a cambio de no fabricarle una causa por drogas que, según los policías, le haría perder la tenencia de sus chicos. También investigan si abusaron sexualmente de ella.
Los agentes, dos hombres y una mujer, fueron arrestados esta tarde en la misma comisaría del partido de La Matanza donde cumplen funciones. Ya fueron desafectados de la fuerza por la Dirección General de Asuntos Internos del Ministerio de Seguridad Bonaerense. Hay un cuarto agente involucrado que aún no fue identificado.
“La retuvieron, primero, en el patrullero, y luego en el coche de uno de los policías que fue detenido”, explicaron fuentes cercanas al caso consultadas por Infobae. Después, aseguraron que entre los cambios de autos también “estuvo en la comisaría Este II retenida sin causa”. “Le quisieron hacer una jugada y pero la mujer se asustó cuando le dijeron que le iban a quitar los hijos y, por eso, cuando la liberaron fue a denunciarlos. Tenía miedo por los chicos”, sintetiza un investigador.
Los tres policías fueron imputados por el delito de privación ilegítima de la libertad agravada por pertenecer a una fuerza de seguridad. La orden de detención fue pedida por el fiscal del caso, Luis Brogna, a cargo de la UFI N°3 especializada en violencia familiar y género, del departamento Judicial de La Matanza.
El delito de abuso que denuncia la mujer aún se investiga y por lo pronto no forma parte de la acusación a los policías. Investigadores explicaron: “El dato surge de la declaración de la víctima. Se espera el resultado de los peritajes de rigor”.
Los detenidos fueron identificados como Gabriela Giselle Leira, de 33 años y desde 2013 en la Bonaerense; Cristian Daniel Mosqueda, de 25 años, que ingresó en 2015 a la fuerza. Carlos Ramón del Valle Guzmán, de 25 años, es policía al menos desde 2015.
El caso
El drama para la víctima comenzó el 15 de septiembre pasado, en la intersección de Colonia y Colombia, en Isidro Casanova. Eran las 17 cuando los tres policías, a bordo de un móvil oficial, cruzaron a la mujer de 29 años. En ese momento, la obligaron a subir al patrullero.
Una vez en el interior del móvil policial, comenzó lo peor. Según indicaron fuentes judiciales a Infobae, durante tres horas mantuvieron a la mujer encerrada en el patrullero y luego en la Comisaría Este II: “Estuvo retenida en la dependencia sin causa legal”. Allí, le exigieron 100 mil pesos y, si no entregaba ese dinero, iba a quedar detenida.
“Los policías utilizaban como moneda de cambio unos supuestos videos donde se veía a la mujer vendiendo estupefacientes”, ampliaron las fuentes. Las amenazas eran concretas, si no les daba el dinero que exigían iban a armarle causas por venta de drogas y, además, le iban a quitar a sus hijos.
Minutos después, la sacaron de la comisaría y la pasaron a una camioneta propiedad del policía Del Valle Guzmán y, en ese auto, comenzaron a recorrer distintos puntos de la zona para que la mujer recolectara el dinero.
Así, la tuvieron hasta la medianoche, o sea, unas siete horas. Fue, entonces, cuando finalmente la dejaron en libertad. Y, también, cuando la mujer decidió denunciar lo que le había sucedido.
El 17 de septiembre, dos días después de la captura de la mujer, se hizo el primer allanamiento en la Comisaría Este II, donde se secuestraron todos los libros de guardias para poder chequear los datos que se denunciaron.
También se registró uno de los patrulleros que pudieron intervenir y se analizaron los llamados que realizó la víctima desde su celular ese 15 de septiembre: “Se comunicó con el padre y más familiares para pedirles el dinero que le reclamaba la Policía”.
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