“Bajate, bajate. Te estoy insultando, gonorrea, bajate”, le gritó al conductor de un Citroën C3 un motociclista furioso y golpeó el capot dos veces. Luego, siguió con los insultos. Fue el comienzo de la locura y la violencia. Ocurrió en el estacionamiento de un local de comidas rápidas frente al Parque Lezama, en el barrio porteño de La Boca.
El automovilista respondió a la agresión acelerando, chocó contra una pared del estacionamiento y, de milagro, no atropelló a una joven que estaba junto al motociclista. Ella llevaba pechera verde y casco en la mano: quedó rengueando.
A él, que sería de origen colombiano, la violencia lo dominó. De la agresión verbal y el golpe en el capot pasó a destrozar la luneta trasera del Citröen con una cadena. El conductor escapó del lugar.
Todo quedó filmado por los celulares de un grupo de jóvenes que aguardaba para hacer el pedido en la ventanilla en el local de comidas rápidas de la avenida Martín García al 200. El video se viralizó el domingo a la madrugada.
Justamente, gracias a esas imágenes la Justicia actuó de oficio, ya que no hubo denuncia de ninguna de las partes, ni siquiera del local de comidas rápidas, que este lunes había tapiado el hueco en la zona de tránsito y de la ventanilla “take away”.
La causa, que lleva la carátula de averiguación de ilícito, tramita en la Fiscalía Penal, Contravencional y de Faltas N°39, a cargo de Hernán Biglino. “La consulta entró a la madrugada. Están tratando de individualizar a las partes. Ya se pidieron cámaras y se tomaron testimonios”, dijeron las fuentes indagadas por Infobae.
También explicaron que fue personal de la Comisaría Vecinal 4C de la Policía de la Ciudad quien tomó conocimiento de un incidente ocurrido en La Boca, entre motociclistas y el conductor de un Citroën C3 oscuro, patente LHS369.
“En las publicaciones por redes sociales de otros clientes, se observó que el vehículo arremetió contra los motociclistas y se estrelló contra la medianera del local”, detallaron las fuentes y contaron que la Policía se entrevistó con el encargado del local, que manifestó que el incidente ocurrió durante la madrugada del domingo en la zona de entrega de pedidos para llevar.
Sin denuncia, los agentes consultaron a la fiscalía de Biglino y “se dispuso que la Brigada de la Comuna comience con una investigación para dar con los protagonistas del hecho y pedir las cámaras de seguridad del local que pudieron registrar el incidente”.
Parte de esa información ya está en manos del fiscal. Las próximas horas serán clave.
No es el primer y último caso de violencia urbana. Hay que recordar, el episodio del colectivero que fue atacado con una llave francesa por el conductor de un auto y terminó internado.
Ocurrió en noviembre del año pasado en José María Moreno al 400, en el barrio porteño de Caballito. Allí, un Fiat Siena quedó cruzado por delante del interno 909 de la línea 135. Los pasajeros intercedieron, si no, hubiera sido una tragedia.
La locura se desató en la parte delantera del colectivo, con el chofer con heridas sangrantes en la cabeza y en una de sus piernas. El hombre fue derivado en una ambulancia del SAME al Hospital Ramos Mejía. En tanto, el conductor del Fiat Siena blanco fue detenido.
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