Misterio: encontraron muerto en su celda al sospechoso de matar a un empresario en Santa Fe

Un año y siete meses después del crimen del empresario Hugo Ernesto César Oldani, uno de los más reconocidos en el ambiento del turismo de la ciudad de Santa Fe, el presunto auto del homicidio fue hallado muerto en su celda del penal de Las Flores.

El cuerpo de Cristian Figueroa, de 23 años y que cumplía prisión preventiva desde junio del 2020, fue hallado el domingo a la tarde.

La investigación de la muerte del sospechoso quedó a cargo de la Fiscalía de Homicidios del Ministerio Público de la Acusación (MPA), que ordenó la realización de una autopsia y otras medidas de prueba dentro del penal, situado en el Norte de la capital santafesina.

En principio, el hecho fue caratulado como un presunto suicidio, ya que Figueroa -que había cumplido años el jueves pasado- se encontraba en una celda de castigo de la Unidad Penal II y no se hallaron hasta el momento pruebas de que haya intervenido un tercero.

Figueroa, supuesto autor material del crimen, era uno de los cuatro detenidos por el hecho ocurrido el martes 11 de febrero de 2020. Ese día, minutos antes de las 18, el director de la empresa Turismo Oldani SRL, fue sorprendido por cuatro asaltantes -entre ellos una mujer que tenía por entonces 17 años- en su local de una galería comercial de la zona bancaria de Santa Fe.

Oldani recibió un disparo en el abdomen y esa misma noche murió en el Hospital Cullen cuando era operado. En el local que la víctima tenía en la Galería Rivadavia funcionaba la agencia de viajes de Oldani, pero por las actividades que se hacían en ese negocio se inició una investigación en la Justicia Federal, bajo la sospecha de que funcionaba como una “cueva” financiera.

Toda la secuencia del asesinato de Oldani fue captada por las cámaras de seguridad de la galería. Los atacantes y presuntos sicarios huyeron tras el crimen en un Toyota Corolla blanco, que fue encontrado algunos días después. Así comenzó la investigación, que desde un principió giró en torno a un ataque planificado.

Luego, la Agencia de Investigación Criminal de la Policía provincial, bajo instrucciones de la fiscal Cristina Ferraro detuvo a dos sospechosos. “Hicimos un trabajo y salió mal”, había dicho uno de ellos, el conductor del vehículo. Las pericias al teléfono de uno de los detenidos también iban en ese sentido: se encontraron mensajes que hablaban sobre “un laburito” que les iba “a cambiar la vida”.

Además de Figueroa, por el crimen fueron imputados y detenidos con prisión preventiva Juan Manuel Ruffino, de 25 años, acusado de ser el conductor el auto en el que se trasladó la banda; Brian Damiani, de 22, que fue identificado como “campana” en la puerta de la galería; Andrés Kaipl, un joven que, a bordo de otro auto, los escoltó en la huida y la joven que en ese momento era menor y es considerada coautora del homicidio doblemente calificado del empresario.

En junio del año pasado, sin embargo, tras las primeras detenciones, la fiscal Ferarro fue denunciada penalmente por el entonces ministro de Seguridad de Santa Fe, Marcelo Saín, y luego corrida de la investigación, que abrió otra hipótesis sobre el móvil del robo.

En un documento de más de 30 páginas al que accedió Infobae, Saín apuntó entonces directamente contra Ferraro por el “levantamiento indebido de la custodia en la escena del crimen”, la “alteración de la escena del crimen” y la extracción de una “millonaria suma” de la agencia de turismo, con un informe policial que indicaba la existencia de un compartimento secreto que contenía una caja de seguridad en la oficina de Oldani, con una gran cantidad de dinero en pesos y dólares no especificada, repartida en “fajos”.

La hija de la víctima se negaba a su apertura. El lugar debía permanecer custodiado por orden directa, pero en una inspección policial ocurrida tres días después del crimen, la plata ya no estaba. En abril de este año, el juez federal N°2 de Santa Fe, Marcelo Bailaque, procesó a diez imputados, entre ellos la propia hija del empresario, Virginia Oldani, por supuesta “intermediación financiera no autorizada”.

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