Seis policías de la seccional 10ma. de la policía de la ciudad de Rosario fueron detenidos tras un allanamiento realizado en la sede policial. Entre los arrestados se encuentra el jefe y el subjefe de la seccional. Están acusados de fraguar actas en una denuncia por balaceras para favorecer a un grupo narco. Así, los arrestos se concretaron en el marco de una investigación por presunta connivencia policial con miembros de la banda del asesinado narco Emanuel “Ema Pimpi” Sandoval.
Los allanamientos fueron realizados ayer a la tarde, alrededor de las 18.30, por efectivos de la Agencia de Control Policial (ACP), a pedido del fiscal de la Unidad de Balaceras, Federico Révola.
En ese marco fueron detenidos seis policías, entre ellos el jefe, subjefe, una sumariante y otros tres efectivos que se desempeñaban en esa sede policial, ubicada en la calle Darragueira 1100, de la zona norte de Rosario.
Asimismo, fueron secuestrados libros de actas y otros elementos de interés para la investigación. Los seis policías están sospechados de fraguar actas en el marco de la detención de un sospechoso de participar de balaceras en el barrio bajo jurisdicción de esa comisaría, el 21 de junio último.
Los detalles del caso serán expuestos por el fiscal Révola en una audiencia prevista para semana próxima. En tanto, una fuente policial indicó a infobae: “Aparentemente hay dos bandas en la zona unos serían del grupo del narco ‘Ema Pimpi’ y arreglaron con la policía para que agarraran a los del la otra banda. Así le pagaron a dos testigos para que los acusaras y de ese modo quedarse con todo el territorio”.
Según el diario La Capital de Rosario, el 21 de junio pasado comenzó la trama. Aquel día se comunicaron desde la comisaría 10ª con el fiscal para dar cuenta de que habían sido detenidos unos jóvenes que habían amenazado a unas mujeres en la zona.
Las mujeres habían denunciado a los sospechosos por haberlas atacado a tiros; a una de ellas le habían baleado la casa y a las otras les habían disparado a las piernas. Dos de los acusados -uno permaneció prófugo- fueron imputados en una audiencia y la jueza Trinidad Chiabrera les dictó prisión preventiva. Al parecer estos jóvenes eran miembros de una banda rival de la del asesinado Emanuel “Ema Pimpi” Sandoval.
Quince días después de la imputación la defensora de los imputados introdujo un dato que cambiaría el curso de la pesquisa: alegó que las víctimas habían mentido y aseguró que esa declaración la había armado la policía porque los herederos de Ema Pimpi les habían ofrecido dinero y droga para que incriminen a esos jóvenes. Entonces el fiscal les tomó declaración a las mujeres y ellas ratificaron que lo habían inventado los policías, lo cual les valdrá una acusación por falso testimonio.
En ese marco el fiscal ordenó un allanamiento realizado la tarde del jueves. En la requisa se pidió el libro de guardia a la comisaría y cámaras de vigilancia. En el libro de guardia se detecta que a los jóvenes imputados habían sido detenidos en una hora distinta de lo que decía el acta de procedimiento. Dos policías cuentan una versión que coincide con las de las víctimas: que el acta de procedimiento estaba fraguada.
En este contexto, se supo que los dos jóvenes imputados en junio serían liberados este viernes luego de tomarles una declaración.
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