Un efectivo de la Policía de Mendoza fue condenado este jueves a prisión perpetua por el crimen de un joven de 29 años, asesinado a balazos en un caso de gatillo fácil. Ocurrió en mayo de 2019, en la capital de esa provincia.
José Alexis Méndez Castro, que se desempeñaba como auxiliar de la Comisaría N°59 cuando sucedió el hecho, fue declarado culpable por un jurado popular del “homicidio doblemente agravado por ser miembro de la fuerza de seguridad pública y por el uso de arma de fuego” de Ricardo Bazán.
Y tras el veredicto por unanimidad del jurado integrado por doce personas, el juez técnico Mateo Bermejo -que condujo el debate- sentenció al acusado a la pena de prisión perpetua.
Además, Méndez también fue hallado culpable en este juicio por un hecho de “abuso de arma”, donde la víctima fue un militar, a quien hirió de un balazo en una pierna en julio de 2018 en el departamento de San Carlos.
La sentencia fue dada a conocer luego del que jurado deliberara por varias horas tras escuchar los alegatos finales de las partes.
La fiscal de Homicidios Andrea Lazo, quien fue la primera en alegar sostuvo que “Ricardo Bazán no estaba cometiendo un delito, era un trabajador municipal, era padre, hijo, sostén de familia y fue atacado sin ninguna causa que lo justificara por Méndez Castro, quien arbitrariamente abusó de su condición de policía y de su arma reglamentaria para dolosamente asesinarlo a sangre fría”.
Lazo mencionó que hubo “más de 60 razones probatorias que se convirtieron en hechos” y describió “la catarata de indicios” que se presentaron durante el desarrollo del debate que comenzó el lunes; destacó además que el condenado no puso en conocimiento de su superior lo que había ocurrido y que dejó a la víctima “tirada y sin prestarle ningún tipo de auxilio”.
La fiscal indicó que después Méndez Castro “le plantó” un arma tipo “tumbera” a Bazán, quien estaba desarmado.
Luego, el jefe de fiscales de Homicidios Fernando Guzzo remarcó que “el único sentado en el banquillos de los acusados es Méndez Castro, no es la policía de Mendoza” y añadió que “justamente fue la propia policía que -como testigos- aportaron las principales pruebas para que este hecho no quede impune”.
Y en representación de la querella, el abogado Lucas Lecour avaló la acusación de la fiscalía y pidió un veredicto de culpabilidad para “que la institución policial no quede manchada con el accionar de este mal policía y para poder mitigar un poco el dolor profundo de Antonia por la muerte de su hijo”.
Por su parte, la defensa del acusado había argumentado que “hubo negligencia y exceso en sus funciones” pero que “no tuvo la intención de matarlo”.
Se trató del primer caso de violencia institucional que se ventila en un juicio con jurados populares desde que se implementaron en la provincia cuyana.
Bazán fue asesinado la noche del 1 de mayo del 2019, en el barrio La Favorita, al oeste de la ciudad de Mendoza, luego de que el joven que se trasladaba en una camioneta con un amigo, fuera detenido en un control policial. Tras la requisa en la que se constató que estaba desarmado decidió salir corriendo con dirección a su domicilio ubicado a unos pocos metros.
Fue por ello que Mendez Castro lo persiguió unos 200 metros y le disparó seis veces desde atrás con el arma reglamentaria, a unos 22 metros de distancia; dos de esas balas dieron en su cuerpo y el disparo mortal que ingresó por el torso, le perforó el corazón.
Según el testimonio de testigos durante el juicio, Méndez Castro, quien conocía a Bazán de la zona, ya lo había amenazado un tiempo antes. A la víctima la encontró herido un vecino y lo llevó hasta un centro de salud, donde los médicos confirmaron su muerte.
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