El martes la mañana, el cantante pop Leo García, autor de hits como Morrissey o La Isla del Sol, subió una serie de preocupantes videos a su cuenta de Instagram, seguida por casi 45 mil personas. En esos videos, aseguró haber sido agredido la noche anterior en la zona de General Rodríguez, donde vive en un departamento hace varios meses, en una cervecería o a la salida de la misma. Dijo que sufrió un ataque homofóbico “por ser homosexual” tras insinuársele a un hombre.
Con su cara ensangrentada por un corte en la frente, García afirmó:
“Esto no es un maquillaje. Es como me dejaron en General Rodríguez, el lugar donde yo vivo. Soy bueno, hablé con un chico y le tiré una onda gay. Cuando le tiré una onda gay, así respondieron”.
En otros videos, en donde se lo ve notablemente compungido, asegura querer “morir”.
Así, la Justicia de General Rodríguez con la fiscal Alejandra Rodríguez inició una investigación de oficio ante las publicaciones del músico. Visitaron su departamento en tres ocasiones para tomar su declaraciones. García fue escueto al hablar, se negó en la segunda visita, pidiendo que no se entrometan en su vida privada. Finalmente, se presentó en una comisaría cercana y declaró ante personal de la fiscalía del expediente.
En paralelo, se encontró un video de cámara de seguridad que muestran la golpiza, al que accedió Infobae.
En el documento, tomado de un comercio de la zona, se puede ver cómo García va hacia un grupo de tres jóvenes. Se lo nota visiblemente alterado, como si los increpara. Luego, uno de ellos, de pelo corto, con una campera a cuadros, comienza a golpearlo. Uno de ellos, vestido con un buzo azul, que aparece en la escena posteriormente, intenta alejarlo, lo toma de la mano, pero García insiste. Luego, García es pateado por el hombre de la campera a cuadros y golpeado en el rostro, para finalmente alejarse.
Luego, el cantante se aleja. El agresor gira a la cámara y su rostro se puede ver también.
Visitaron su departamento en tres ocasiones para tomar su declaraciones. García fue escueto al hablar, se negó en la segunda visita, pidiendo que no se entrometan en su vida privada. Finalmente, se presentó en una comisaría cercana y declaró ante personal de la fiscalía del expediente. Aseguró que recibió un insulto homofóbico al ser golpeado. En paralelo, se negó a instar la acción penal en la causa, que prosigue de todas formas. Para la Justicia, por el momento, se trata de una “pelea de borrachos”, una versión que García niega enfáticamente pero que es sustentada en el expediente por diversos relatos de testigos.
Según fuentes consultadas, la golpiza, para empezar, ocurrió, pero no en la cervecería El Gran Capitán de Presidente Perón, como había sugerido una primera versión de los hechos, sino en un kiosko a pocos metros, con mesas en la vereda donde vecinos bebían cerveza.
Allí, según declararon testigos, García se presentó a la 1:30 AM, visiblemente alterado, vestido con un buzo capucha gris, pidiendo una cerveza de litro, que le negaron. La joven que atendía el lugar no lo reconoció de inmediato, a pesar de su típica ceja afeitada. Así, el cantante se dirigió a una de las mesas para supuestamente agredir verbalmente a dos hombres que bebían. Tomó una vaso de la mesa, según muestran las cámaras, y lo rompió.
Entonces, comenzó el cruce. García fue empujado por uno de los dos jóvenes. Gritó de vuelta. Luego, fue golpeado.
La Policía Bonaerense logró certificar sus heridas ayer por la tarde, un golpe en la frente y otro en un labio. En las primeras imágenes encontradas el agresor no podía verse claramente, sin embargo, el nuevo video que ilustra esta nota lo muestra de frente.
García borró sus posteos originales en Instagram. También habló de ellos en la comisaría en la que declaró. Aseguró haberlos hecho porque “se sentía solo”, un claro pedido de ayuda. La fiscal del caso, ratifican fuentes judiciales, alertó a un juzgado de familia para que intervenga sobre la situación de García, en una clara preocupación por su salud y con el antecedente de “Chano” Moreno Charpentier, baleado por un policía en su casa de Exaltación de la Cruz.
Hoy, para la Justicia, a pesar de lo que se cree son contradicciones en su relato, el músico no deja de ser una víctima.
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