Ayer no era un día más en la vida de Omar Alejandro Casiano (51), un comisario de la localidad de Quilmes con más de 20 de años de servicio en la Policía Bonaerense. Estaba por asumir como nuevo jefe de la Seccional 2° de Lanús. Era, desde ya, un ascenso importante. Pero el gran logro de su carrera se derrumbó en segundos: mientras tomaba posesión de su flamante cargo fue detenido por efectivos de la Auditoría General de Asuntos Internos de la fuerza, acusado de liderar una banda de policías y ex uniformados que liberaba zonas para la venta de droga.
Según revelaron a Infobae fuentes con acceso a la investigación, el área de acción de la organización criminal eran las localidades de Berazategui y Florencio Varela. Además del comisario Casiano, fueron detenidos también el oficial Braian Ezequiel Butalla, quien se desempeñaba en la Policía Ecológica de Quilmes, dos ex uniformados exonerados de la fuerza de apellidos García y Ochongo y un ex policía federal de apellido Rincón, que operaba desde el penal de Olmos donde está detenido por otros delitos.
La investigación, a cargo del fiscal Daniel Ichazo, titular de la UFI N°1 de Berazategui, se inició el año pasado cuando apenas comenzaba la pandemia del coronavirus. Surgió a partir de una investigación vinculada a la venta de drogas en Florencio Varela. Las sospechas iniciales eran que personal policial del Distrito de Berazategui, presuntamente, liberaba la zona o que estaba directamente vinculada al tráfico.
Con un hermetismo absoluto para evitar cualquier filtración, tres instructores de la UFI comandada por Ichazo hicieron una investigación sigilosa por casi un año y medio en la que pudieron establecer que Casiano y sus cuatro cómplices conformaban una supuesta asociación ilícita relacionada al narcotráfico, al menos indirectamente. Para evitar filtraciones, no hubo participación de ninguna otra fuerza de seguridad durante la instrucción.
También se realizaron escuchas telefónicas y declararon ex empleados policiales que se vieron afectados por la banda.
“Fue una investigación por una asociación ilícita contra policías y ex policías que habían sido exonerados. Liberaban zonas en la jurisdicción de Berazategui, donde cumplían funciones. Básicamente despejaban áreas para la venta de droga, aunque también se descubrió que hacían allanamientos ilegales. Lo que sí está claro es que Casiano era el líder”, aseguró una alta fuente con acceso al expediente.
Fue entonces que, por pedido del fiscal Ichazo, el Juzgado de Garantía Nº4 de Quilmes ordenó la detención del comisario recién ascendido en Lanús y de los otros tres implicados. En el caso del ex policía federal no hubo necesidad de librar una orden de captura, ya que sigue en el penal de Olmos. Los cuatro integrantes de la banda, que fueron arrestados ayer, quedaron alojados, de momento, en la comisaría de El Pato, en Berazategui, a la espera de ser indagados por el fiscal. Durante los allanamientos incautaron dinero, celulares y computadoras, que -creen- podría aportar más datos al expediente.
De lo que surgió en la investigación antes de las detenciones, se supo que Casiano tiene varias denuncias a lo largo de su extensa carrera dentro de la fuerza pero ninguna prosperó. “Todas terminaron archivadas en distintos lugares. Hay que esperar ahora, cuando se le tomen las huellas, si surgen otras en algún otro lugar de la Provincia”, aclaró la fuente.
Hasta hace unos días, el líder de la banda desempeñaba funciones como segundo jefe en uno de los distrito de Quilmes. De acuerdo con lo que adelantaron los investigadores, ahora falta conocer los resultados de los análisis de los dispositivos electrónicos secuestrados para saber si hay más efectivos involucrados dentro de la organización.
“Se realizaron escuchas y de ellas surgieron nombres de pila que se pueden sospechar de quién están hablando, pero necesitamos un poco más para avanzar”, agregaron. En este momento los cinco afrontan una acusación por el delito de asociación ilícita y están en contacto con sus abogados para saber qué estrategia seguir.
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