En junio de 2020, una mujer de Quilmes vio horrorizada cómo habían desvalijado su cuenta del Banco Provincia. No solo eso: la lista de movimientos extraños revelaba que quienes la desfalcaron habían tomado deudas en su nombre. Primero, un préstamo por 189 mil pesos, un luego otros adelantos de haberes, con sumas menores. El daño total: 246 mil pesos.
Así, formuló la denuncia, que llegó a manos de la UFI N°7 de su jurisdicción a cargo de la fiscal Ximena Santoro, que comenzó a investigar el caso junto a la Dirección de Investigaciones de Delitos Económicos de la Policía Bonaerense. Descubrieron que la mujer de Quilmes no estaba sola, que hubo otras víctimas supuestamente atacadas por la misma banda. Así, se descubrieron otras 23 víctimas, con un expediente que continúa, con pericias contables ordenadas a expertos.
Los relatos se repetían en un mismo punto, un truco sucio muy común en los meses de pandemia. Los encargados de robar las cuentas captaban a víctimas con un cuento narrado alrededor del Ingreso Familiar de Emergencia, para generarles un acceso al mismo. En el medio, les robaban sus datos de home banking y tomaban créditos a su nombre. El daño ocasionado hasta ahora es de 11 millones de pesos.
Por lo pronto, hay sospechosos detenidos. Los detectives de Delitos Económicos siguieron la ruta del dinero, un tanto burda: la plata de las cuentas era dirigida a una misma billetera virtual, luego redireccionada a cuentas de diversos bancos o extraída de cajeros automáticos.
A fines de la semana pasada, cinco personas fueron arrestadas en Bahía Blanca, confirman fuentes del caso a Infobae, entre ellas, la mujer acusada de recibir el dinero en una billetera virtual Ualá, llamada Nicole C.
La propia empresa dio su identidad y su CBU asociado. Así, la encontraron. Descubrieron que tiene 22 años, hija de un trabajador de la construcción, sin registros en rubros de la AFIP o trabajos en blanco. Otros dos familiares suyos también fueron arrestados, un hombre y una mujer de 20 y 28 años respectivamente, hermanos entre sí: la mayor de los hermanos percibe una serie de planes sociales como la AUH, el Plan Progresar y el estímulo para comprar garrafas, según sus registros personales. Todos compartían la misma dirección, una casa en la calle Lugones de Bahía Blanca. Otros dos sospechosos fueron arrestados en Punta Alta y en Bahía Blanca. Los allanamientos llegaron incluso a Villa Carlos Paz, con documentación, teléfonos y computadoras secuestradas.
El Banco Provincia aportó información sobre cuentas de otros beneficiarios de transferencias en extracciones de cajeros y varios consumos. Hubo pagos llamativos, de 90 mil pesos cada uno, hechos por un sospechoso que todavía no fue arrestado, a una empresa de Córdoba capital registrada en el rubro de venta de camiones. Se cree los pagos fueron hechos para comprar, precisamente, un vehículo.
Así, se esperan las indagatorias a Nicole y el resto de los imputados: Santoro los citará tras peritar los teléfonos y computadoras encontrados en los allanamientos para definir la imputación. El delito del que se los acusa está de moda: las estafas aumentaron un 17 por ciento en el informe anual para 2020 de la Procuración, tras aumentar un 50 por ciento en el ejercicio anterior. En ese rubro recaen los secuestros virtuales, cometidos sin una víctima encerrada o sin disparar un solo tiro, un delito excarcelable de alto botín y con dinero fácil. Sin embargo, para esta banda, jugar dentro del sistema bancario fue su principal ruina.
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