Cuando efectivos de la Dirección de Investigaciones Contra El Crimen Organizado de la Policía Bonaerense irrumpieron en el domicilio de A.P.A para detenerlo, en la localidad bonaerense de Moreno, encontraron mensajes y dibujos pegados en las paredes, como objetos preciados. “Te quiero”, “fuerza”, “te extraño”, se leía. Las letras y el trazo de los dibujos no dejaban dudas: todos habían sido realizados por menores de edad. A.P.A, de 23 años, inmovilizado en el piso por un efectivo, aseguraba no saber por qué lo arrestaban: “Señor, me puede explicar por qué esto”, soltó con miedo.
A.P.A había sido acusado por el padre de una de sus víctimas, de 13 años, de acoso sexual virtual infantil, grooming. Las pruebas en su contra eran contundentes: horas de chats con una menor en las que le pedía que le enviara fotos desnuda y en las que articulaba maniobras de seducción para lograr un encuentro con la chica.
De este modo, A.P.A fue detenido en las últimas horas en su casa, por orden de la fiscalía de Delitos Conexos a la Trata de Personas, Pornografía Infantil y Grooming de La Matanza, a cargo del fiscal Marcos Borghi. En el operativo, los investigadores secuestraron cuatro celulares, dos computadoras, una tablet y una serie de dibujos realizados por menores de edad, que tenía colgados en su pared. Luego fue llevado a un calabozo a la espera de ser llamado a brindar declaración indagatoria frente al fiscal Borghi.
La investigación contra A.P.A comenzó a principios de agosto pasado, cuando el padre de una menor de 13 años descubrió que su hija chateaba con el detenido por la red social Instagram. El hombre leyó las conversaciones que su hija mantenía con A.P.A, tomó el celular y se dirigió a denunciarlo. El contenido de esas charlas virtuales no dejaba lugar a dudas. “Me gustaría que nos amemos más, pero no porque no te quiera, sino que haría las cosas más felices, pero a la vez no quiero porque me gusta sentir esto. Me pongo en modo cursi, pero creo que no cualquiera tiene el privilegio de amar así a alguien y lo que yo ´siento´ por vos, no quisiera que se acabe”, le escribió.
A.P.A además le enviaba fotografías de su pene, la invitaba a verse en reiteradas oportunidades y le exigía fotos sin ropa. “Vos me pervertís”, le decía. El hombre se movía por las redes sociales para buscar a sus víctimas. Se introducía en fan pages de personajes populares entre los menores y comenzaba a chatear con esas seguidoras. Según indicaron fuentes del caso, A.P.A mantenía varias conversaciones con menores al mismo tiempo. Por el momento no se corroboró que haya abusado sexualmente de alguna de ellas, aunque la investigación continúa.
De acuerdo a la información que recolectaron los detectives, aquella no era la única manera en la que A.P.A se acercaba a menores de edad. El hombre, estudiante de informática, asistía a clases de danza en una escuela cerca de su casa. Allí, sospechan que buscaba más víctimas.
En sus redes sociales, A.P.A aparece rodeado de chicas menores de edad, compañeras de las clases de baile. Incluso, posteaba videos de él interpretando coreografías, donde etiquetaba a menores de edad y escribía mensajes donde les declaraba su amor. “Con esta foto, les presento a estas peques que para mí son lo más de lo más. El talento, la actitud y la perseverancia. Ellas son el futuro... Disfruté mucho compartir clase con ustedes. Son maravillosas, no me falten nunca”, publicó en su cuenta de Instagram pocas semanas atrás, acompañado de una fotografía en la que se lo ve a él en el medio de tres menores de edad. Su estrategia comenzaba con una supuesta relación de amistad, luego las acosaba y por último intentaba abusarlas, según sospechan.
“Este hombre solo se relacionaba con menores de edad. Entrás a su perfil de facebook y no tiene contactos de mayores, ni amigos de su edad. Solo hay chicas menores de edad. También tenía una relación con la danza, y eso lo utilizaba en la vida real y virtualmente para conocer menor y acosarlas”, aseguró un detective del caso a Infobae.
Tras su detención, la investigación para saber si abusó sexualmente de una menor continuará. Por el momento, se le tomará declaración indagatoria. Por parte de la menor de 13 años se espera que se le realice una cámara Gesell, un peritaje clave en los casos de abuso sexual de menores, para determinar si fue abusada. También se busca dar con más probables víctimas. Mientras tanto, A.P.A quedará encerrado en un calabozo.
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