Después de una rápida investigación de la División Operaciones del Departamento Antiterrorismo de la Policía de la Ciudad de Buenos Aires y del aporte de la Policía Científica, un joven de 21 años fue detenido como presunto autor de una serie de ataques vandálicos contra supermercados chinos cometidos bajo una increíble modalidad: accionaba granadas de humo que colocaba dentro de las góndolas de los comercios y después se retiraba.
Según confirmaron fuentes policiales a Infobae, el acusado -identificado como T.G.S.- cayó luego de la denuncia en agosto de la propietaria de un supermercado ubicado en la calle Matheu al 1700, en el barrio porteño de San Cristóbal, quien le indicó a la Policía que en uno de sus estantes se accionó un artefacto que arrojaba humo. Con los datos brindados por la dueña, personal de la División Pericias y Técnicas del Departamento Escuadrón Antibombas llegó al negocio y secuestró el artefacto. Según indicaron las fuentes a este medio, si no hubiese sido controlado a tiempo, podría haber generado un incendio al tomar contacto con materiales combustibles.
Además del secuestro de la granada, la mujer entregó las filmaciones de la entrada y los pasillos del supermercado. Según se observa en el video, las autoridades pudieron comprobar que el autor del ilícito había sido un hombre que utilizaba un casco de motociclista y que antes de lanzar la granada había tomado contacto con otros elementos del lugar. Ese detalle sería el comienzo de su final.
Uno de los productos que el delincuente había tocado en medio de su ataque con granadas fue un paquete de galletitas. Tras ser llevado a analizar por la División Papiloscopía y Patronímica de Policía Científica, los peritos detectaron en el producto huellas dactilares aptas para determinar la identidad del sospechoso. Finalmente, con el sistema APFIS y el archivo de registros por denuncias de robos y violencia de género, se pudo identificar al presunto agresor.
Con el dato, los investigadores comenzaron se realizaron trabajos de ciberpatrullaje sobre perfiles de redes sociales hasta que se halló un domicilio sobre la avenida San Juan al 2000, en el que aparentemente viviría el sospechoso. Las tareas continuaron en la zona y lograron certificar que el hombre trabajaba como repositor en un supermercado chino lindero a su domicilio.
Las pruebas obtenidas durante más de 20 días de investigación fueron entregadas a la Fiscalía Penal, Contravencional y de Faltas Número 29, a cargo del fiscal Aníbal Brunet, quien pidió un allanamiento al domicilio de la avenida San Juan para su detención. Fue así que, por orden de la jueza Cristina Beatriz Lara, del Juzgado en lo Penal, Contravencional y de Faltas Número 21, se llevó adelante el procedimiento el pasado 4 de septiembre.
Personal de la División Operaciones del Departamento Antiterrorismo y de la División Pericias y Técnicas para la Mitigación de Explosivos llegó hasta el edificio, en el que el padre del imputado se desempeñaba como encargado. Los efectivos ingresaron a la vivienda, encontraron al sospechoso en compañía de su pareja y lo detuvieron. Pero no fue lo único. Además hallaron en el lugar una granada de mano de humo apta para su uso inmediato, similar al que se encontró en el supermercado.
Las fuentes policiales revelaron a Infobae que T.G.S. no era trabajador registrado en el supermercado y que sus ataques no obedecen a ningún motivo en particular. No pudieron establecer por qué lo hizo.
Además, los efectivos incautaron dos pendrives, tres teléfonos celulares, una notebook y un pasaporte de la República de China, cuya procedencia todavía es materia de investigación.
El detenido fue trasladado a la Comisaría Vecinal 5 B y a raíz de varios hechos de ataques similares a comercios de la zona, se analizaron las cámaras de los locales y se estableció que el autor, con similitud al imputado, siempre vestía las mismas prendas y en todos los hechos ingresaba con un casco de motociclista. Según pudieron establecer en la investigación, el joven atacó comercios tanto en San Cristóbal como en el barrio de Parque Patricios.
Por esta razón, la jueza volvió a ordenar un nuevo allanamiento en el departamento del hombre y en el supermercado que trabajaba, con el objetivo de hallar la indumentaria que se observaron en las filmaciones.
En la casa del imputado, encontraron un casco de color negro con vivos blancos y rojos, un par de zapatillas negras con suela blanca, un buzo oscuro con capucha, un pantalón deportivo negro con vivos blancos y un chaleco inflable del mismo tono. También, los policías visitaron el comercio donde trabajaba el imputado como repositor, pero no hallaron elementos de interés para la investigación.
Con los elementos secuestrados en su vivienda, se pudo establecer que atacaba supermercados chinos y también se constataron antecedentes por robo con arma de fuego y denuncias de amenazas de una antigua pareja. Por eso, al “repositor de la granada” -tal como lo identificaron los investigadores, se le dictó prisión preventiva y quedó acusado del delito de incendio y otros estragos.
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