Marcelo B. tomó su celular y pidió un auto a través de su cuenta en la aplicación de viajes DiDi. Unos minutos después, un Volkswagen Gol de color gris llegó al domicilio que había indicado, en Sara al 5300 de la localidad de Villa Lynch, en el partido de San Martín. El hombre estaba con su hija de 2 años y cuando la subió al asiento trasero del auto, se dio cuenta de que se había olvidado un bolso. Entonces, se bajó a buscarlo y dejó por un instante sola a la criatura. Pero apenas ingresó a la vivienda, escuchó una acelerada. Y al salir, de inmediato advirtió que el chofer se había ido con la menor.
Ante la desesperante situación, el padre empezó a pedir auxilio a los gritos. Recibió la ayuda de un vecino, que lo subió a su auto para perseguir al Volkswagen Gol. Mientras avanzaban a toda velocidad, Marcelo B. llamó al 911 para alertar sobre lo que estaba sucediendo. Policiales de la Seccional N°3 de Tres de Febrero actuaron con rapidez y, en cuestión de minutos, montaron un operativo cerrojo.
Sin embargo, fue el vecino el que, cruzándole el auto al sospechoso, detuvo la marcha del remisero a pocas cuadras, en Bordabehere, a la altura de la estación de Lourdes del ferrocarril Urquiza. Allí, el padre recuperó a su hija y, en medio de una crisis de nervios, golpeó al conductor.
El chofer fue identificado como Brígido Ramón Quiñonez Medina, de 41 años, con domicilio en Recoleta y registros de empleos en blanco en los últimos siete años en una compañía de alimentos, una empresa bebidas y otra del mercado de pesaje. Al ser arrestado ensayó una explicación: dijo que no se había dado cuenta de que el padre de la nena se había bajado del auto.
La investigación del hecho quedó en manos del fiscal Ernesto Farber, titular de la Unidad Funcional de Instrucción Nº 6 de San Martín, que imputó al acusado por el delito de sustracción de menores en grado de tentativa. Quiñonez Medina quedó detenido en una celda de la comisaría de Tres de Febrero. Para las próximas horas se espera su declaración indagatoria.
Las cifras de los secuestros extorsivos
Según el último informe mensual difundido por la Unidad Fiscal Especializada en Secuestros Extorsivos (UFESE), en agosto pasado se registró un solo secuestro extorsivo en todo el país.
Este único caso se produjo en el barrio porteño de Mataderos y la causa quedó a cargo del fiscal en lo Criminal y Correccional Federal 5, Franco Picardi. Ocurrió al mediodía de un lunes, cuando un hombre que circulaba a pie fue capturado por al menos tres delincuentes que lo mantuvieron cautivo por más de tres horas, y luego lo liberaron, sin que se pagara rescate, a más de 10 kilómetros del lugar de captación.
En lo que va del año suman 20 denuncias de este tipo de delitos. En enero hubo cinco secuestros, uno solo en febrero, tres en marzo, en abril no hubo ningún caso –algo que sucedió por primera vez desde 2015-, en mayo tres, en junio otros tres y en julio cuatro.
Dirigida por el fiscal federal Santiago Marquevich, la UFESE se creó en 2015, año en que hubo 294 secuestros. Desde entonces, esta clase de delitos continúan con tendencia a la baja.
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