Damián Alejandro Moreyra se ganaba la vida como cuidacoches, era lo que se llama coloquialmente un “trapito”. El 1° de septiembre pasado, frente a la conocida feria La Salada, de Ingeniero Budge, en Lomas de Zamora, fue apuñalado en una pelea en medio de la calle y murió. Las cámaras de seguridad de la zona fueron la clave para dar con el presunto asesino, pero dice que él no es el de las imágenes. Está detenido.
Ese 1° de septiembre, Moreyra fue trasladado gravemente herido al Hospital de Alta Complejidad del Bicentenario de Esteban Echeverría. Permaneció internado en grave estado durante cuatro días hasta que murió a causa de las heridas que le causó su asesino.
El caso quedó en manos del fiscal Gerardo Loureyro, titular de la UFI Nº3 de Lomas de Zamora, quien luego de la muerte de Moreyra recalificó la causa como homicidio simple. Así fue como los investigadores comenzaron a inspeccionar las cámaras de seguridad de la zona del ataque y recolectaron distintos testimonios.
De acuerdo a las primeras averiguaciones y a la secuencia de las cámaras de seguridad a las que tuvo acceso Infobae, cerca de las 6 de ese 1° de septiembre, el sospechoso fue en busca del “trapito”. Hasta parece como que se acomodó algo que se asemeja a un arma en el cinturón, antes de ir por Moreyra. Fue entonces, cuando ambos se cruzaron, discutieron y comenzó una pelea a las piñas. Y el hombre sacó el arma y lo apuñaló.
Luego, el atacante escapó corriendo por las calles de la feria hasta esconderse en un depósito ubicado en Tilcara y Virgilio. Según los primeros indicios, el sospechoso, de 42 años, sería el dueño de un comercio en el lugar.
En ese lugar se presentaron los policías de la comisaría de Ingeniero Budge para informarle al sospechoso que debía presentarse en la seccional porque había una denuncia en su contra. Así, el agresor quedó detenido y acusado por el delito de homicidio simple.
Según las fuentes del caso, poco antes del ataque, supuestamente, la pareja del sospechoso arribó a la feria y avanzó cerca de 50 metros en contramano. Moreyra observó la maniobra e intentó frenarla. Se produjo una discusión y la mujer regresó al local: allí le contó lo que había ocurrido a su marido. Eso habría desencadenado que el sospechoso tomara el arma blanca y fuera en busca del “trapito”.
Sin embargo, el principal sospechoso del crimen negó la acusación en su contra durante la indagatoria. Según las fuentes del caso, el hombre aseguró que no es la persona del video, que tiene otra contextura física y señaló que ni él ni su pareja tienen registro para conducir, por lo que sería imposible que hayan sido ellos los involucrados en la pelea que derivó en el homicidio.
De igual modo, el sospechoso quedó detenido a la espera de la resolución del juez de Garantías que interviene en la casa y que determinará si continuará detenido o libre, mientras se avanza en la investigación en su contra.
Por su parte, el fiscal Loureyro comenzará una serie de estudios para dilucidar si efectivamente el hombre que aparece en las imágenes de los cámaras de seguridad es el principal sospechoso. Mientras tanto, se aguarda a que la esposa del detenido declare en la causa y brinde detalles sobre la supuesta pelea previa con Moreyra.
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