El narco Esteban Lindor Alvarado fue señalado públicamente por autoridades del Ministerio de Seguridad santafesino y por la jefa de fiscales de Rosario como el presunto instigador del crimen de Carlos Argüelles, miembro de su banda que se acogió a la figura del arrepentido y fue asesinado de tres tiros. Desde el penal federal de Marcos Paz, y en diálogo con Infobae, el sospechoso de matar al imputado colaborador se despegó: “Me convenía que siguiera vivo”.
Según Alvarado, Argüelles, acribillado de dos tiros en la cabeza y uno en el pecho frente a su hijo en su taller de Rosario este lunes, supuestamente, había hecho declaraciones ante la Justicia que “beneficiaba” al narco en una de las investigaciones en su contra. Mientras tanto, los cuatro detenidos por el homicidio del mecánico de 46 años, por el momento, no tendrían un vínculo claro con alguna organización criminal, según dijeron fuentes judiciales y policiales.
“Seguramente, Alvarado ordenó el crimen de Argüelles”, afirmó este martes el secretario de Seguridad Pública Germán Montenegro en Radio 2. Luego, la jefa de fiscales de Rosario, María Eugenia Iribarren, aseveró en conferencia de prensa que “una de las principales hipótesis” es que el homicidio fue planificado por el presunto jefe narco detenido.
“Brindó en su declaración reservada detalles de cómo se manejaba Alvarado. Integraba el núcleo duro (de la supuesta asociación ilícita)”, insistió la fiscal regional de Rosario sobre la importancia de Argüelles.
A esa línea investigativa se le agrega un dato clave: a la presunta traición que podría sentir Alvarado por la declaración de una persona de su “núcleo duro”, el Volkswagen Fox en el que fueron detenidos los cuatro sospechosos por el asesinato de Argüelles tenía un número de chasis que no coincidía con la patente. Los fiscales investigaban si era un auto “gemelo”, un delito en el que se especializó siempre Alvarado -y por el cual fue imputado el mecánico Argüelles como integrante de su banda-, y que le valió una causa en el departamento judicial de San Isidro y una condena por formar parte de la banda de “Los Rosarinos” que investigó en 2012 el fiscal Patricio Ferrari.
El homicidio del mecánico e imputado colaborador, además, se dio en el marco de gestiones por parte de Alvarado para ir a un juicio abreviado en una de las causas en su contra en la Justicia provincial: la de asociación ilícita. El crimen no puso en riesgo, según fuentes, el posible acuerdo, aunque desaceleró los tiempos.
Desde el penal federal de Marcos Paz, Alvarado dijo a Infobae que la primera declaración que hizo Argüelles como imputado colaborador “lo beneficiaba”, ya que supuestamente lo sacaba del rol de instigador del crimen del prestamista Lucio Maldonado, ocurrido en 2018 y se lo atribuía a “otra gente”.
El presunto jefe narco se encuentra en Marcos Paz después de haber sido reubicado por la osada fuga de ocho reclusos ocurrida el 27 de junio pasado en la cárcel de Piñero, donde estaban alojados los principales cabecillas del narcotráfico de Rosario y la región.
Alvarado, entre otros pesados del crimen, fue trasladado a Buenos Aires y actualmente se encuentra en el módulo 1 del pabellón 1, que según él se denomina “La Villa” por los constantes episodios de violencia que ocurren ahí. “Todos los días hay piñas, un apuñalado”, remarcó.
En Marcos Paz también está el supuesto sicario y mano derecha de Alvarado, Mauricio Laferrara, un joven de aproximadamente 25 con acusaciones por seis asesinatos: un triple crimen en Granadero Baigorria y otros tres homicidios.
Los 4 detenidos
Mientas todo apunta a Alvarado y el narco se despega del crimen del mecánico, y brazo fuerte de la banda, que lo traicionó, los cuatro detenidos por el crimen de Argüelles serán llevados a audiencia imputativa el próximo jueves por los fiscales Matías Edery y Luis Schiappa Pietra, de la Agencia de Criminalidad Organizada.
Solo uno de los cuatro detenidos a pocos minutos del ataque al mecánico tenía una condena, que ya había cumplido. Ninguno de los presos por le crimen del imputado colaborar presentaba un pedido de captura, más allá de los antecedentes que poseen. “Parecen tira tiros por encargo, pero no tenemos claro si generalmente lo hacían solo para una estructura”, deslizó una fuente de la investigación.
Por el momento, los investigadores intentan determinar si los tres hombres y la mujer arrestados tienen conexión con alguna banda. Incluso, se trata de establecer si tienen lazos con los detenidos del segundo frustrado intento de homicidio del mecánico, que ocurrió a finales de enero de este año en Gaboto al 5500, en la zona oeste de Rosario.
De los cuatro presos por el crimen del imputado colaborador, el más “llamativo” para los investigadores fue Rodrigo Varela, de 44 años, que fue condenado el 11 de noviembre de 2010 a 7 años y 6 meses de prisión por un robo calificado por el uso de arma de fuego con aptitud para disparo. Luego, tuvo causas penales por tenencia ilegítima de arma de fuego (25/8/16) y por infracción a la ley de estupefacientes (7/8/19) ante el Juzgado Federal N° 4.
Otro de los arrestados es Maximiliano Morel, de 29 años, cuyo prontuario tiene dos causas penales por encubrimiento de mayo y diciembre de 2012, pero ninguna otra investigación más en su contra.
El último de los detenidos varones es Lautaro Arena, de 19 años. El 18 de agosto de 2018 fue llevado a la comisaría 10ª por un robo simple; el 23 de septiembre de 2019 tuvo otro ingreso, pero en la seccional 20ª por encubrimiento del robo de un vehículo; y el último antecedente fue el 24 de septiembre de 2019 por tenencia de arma de fuego, que le valió ser aprehendido en la comisaría 12ª de barrio Ludueña.
En tanto, la única mujer detenida por el asesinato del mecánico es Aldana Peralta, de 27 años. El 3 de mayo de 2014 entró por un robo a la comisaría 15ª; el 7 de julio del año pasado fue demorada en la seccional 20ª por el delito de retención indebida; y el último fue el 16 de mayo de este año, por encubrimiento.
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