Este lunes por la tarde, Martín Horacio Escobar Behr -un vecino de Merlo de 48 años acusado de abusar sexualmente de sus hijas, una de las cuales embarazó y fue madre en abril de 2011, apenas una adolescente de 14 años- fue detenido luego de haber pasado más de seis años prófugo de la Justicia.
El arresto, según confirmaron altas fuentes judiciales a Infobae, ocurrió hace algunas horas en el noreste argentino luego de la publicación en este medio de un ofrecimiento de recompensa económico a quien brindara información sobre su paradero. El hombre fue encontrado por efectivos de Policía Federal Argentina mientras atendía al público en un comercio de productos regionales en la ciudad de Puerto Iguazú, al norte de la provincia de Misiones.
Los efectivos la División Unidad Operativa Federal local de la Policía Federal llegaron hasta ese lugar, un negocio en el cruce de las avenida Papa Francisco y Libertad, gracias a un dato aportado en la UFI N°10 de Morón por una persona que indicó haber visto el artículo publicado en Infobae este lunes por la mañana, a través de la DDI de Morón de la Policía Bonaerense. La información bastó para que los investigadores cerraran una línea de investigación que se inició hace una semana y que llevaba todos los indicios a territorio misionero. Así, la PFA se encargó del arresto.
La causa contra Escobar Behr -con más de 20 empleos registrados antes de profugarse, en su mayoría en el rubro de la construcción y empresas de seguridad privada- comenzó en 2015 con la denuncia de su ex mujer y madre de sus dos hijas, que fueron, a la vez, sus víctimas. Los ataques sexuales por los que el hombre era intensamente buscado habrían ocurrido entre mediados del 2004 y principios del 2011.
El 30 de octubre de 2015, el Juzgado de Garantías N°2 de Morón había ordenado la detención de Escobar Behr y, antes de que la Policía Bonaerense fuera a buscarlo a su domicilio, huyó sin dejar rastro. Diez días después de emitida la orden de detención, el juez Ricardo Fraga lo declaró en rebeldía y ordenó su captura. Pero el hombre se mantuvo en fuga por casi seis años.
La semana pasada, el Ministerio de Seguridad de la provincia de Buenos Aires ofreció entre un millón y un millón y medio de pesos a quien aportara datos que permitan dar con el paradero del hombre.
En sus testimonios ante la fiscal Paula Hondeville, a cargo de la UFI N°10 de Morón especializada en violencia de género, las víctimas aseguraron haber sufrido abusos desde sus nueve años de edad y relataron con detalles lo que vivieron dentro de su casa familiar en la localidad de Parque San Martín.
Pero en la causa constan, además de sus relatos, informes periciales que acompañan esa acusación y una muestra de sangre que Escobar accedió a entregar en un primer momento y que ahora resulta clave para explicar la gravísima acusación que pesa sobre él.
Una de sus hijas tuvo, producto de los abusos de su propio padre, un embarazo que llevó a su término y del que nació una nena: la prueba genética que integra el expediente revela una probabilidad de 99,99% de que Escobar Behr sea el padre biológico de su propia nieta.
Con esos elementos, la Justicia ordenó primero una exclusión del hogar y una restricción perimetral respecto de su familia a Escobar, que apenas unos días después, al ordenarse su detención, desapareció sin dejar rastros.
Seis años más tarde, todos los intentos para dar con él continúan sin éxito hasta la publicación en las últimas horas de su historia y la oferta económica por información sobre su paradero.
Ahora, Escobar está imputado por los delitos de abuso sexual con acceso carnal agravado por ser ascendiente de la víctima y la situación de convivencia preexistente en dos hechos, en concurso ideal con corrupción de menores doblemente agravada.
Así, deberá responder en indagatoria ante la fiscal Hondeville.
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