Esta semana, Gonzalo B., nacido el 13 de abril de 2002, vio cómo dos brigadas de la Policía de la Ciudad y la DDI de Lomas de Zamora de la Bonaerense ingresaban a su casa en Ingeniero Budge para llevárselo por la fuerza, por pedido expreso de la Fiscalía N°25, con su padre que estaba ahí y lo vio todo. Allanaron también a su mamá en otro domicilio.
El motivo del arresto era el robo de una moto en Mataderos meses atrás, del que supuestamente Gonzalo era responsable, pero la división de Análisis de Inteligencia Informática de la fuerza porteña que logró identificarlo fue más atrás en el tiempo y más arriba en el negocio. Las autoridades sospechan que Gonzalo, alias “El Rata”, supuestamente se dedica a robar vehículos, adulterar los números de serie de sus partes y luego venderlos.
Su prontuario, básicamente, no lo ayuda.
Infobae accedió a la lista completa de causas en su contra: diez expedientes en poco más de dos años, nueve de ellos por robo.
El primer expediente data de 2018, cuando tenía 16 años: el Juzgado de Menores porteño número 5 lo procesó por un robo en poblado y en banda: su víctima fue una mujer. En mayo de 2019, otro juzgado porteño lo procesó por hurto de vehículo en la vía pública, sin prisión preventiva. Decía ser repartidor de pizza en ese entonces.
Al poco tiempo se convirtió en mayor de edad: tuvo otras siete causas por robos y hurtos en juzgados porteños a lo largo de 2020, con ataques en las comunas 11 y 12, uno incluso en el día de Nochebuena, 24 de diciembre. En uno de sus golpes fue acusado de atacar junto a otros dos menores de su zona, de llevarse una moto Honda en la calle Bermúdez. Fue procesado otra vez, sin ir preso.
También lo acusaron de incumplir la cuarentena. Tiene varios alias, con apellidos como López o Villaroel, cinco nombres distintos, de acuerdo a una ficha policial.
En todo caso, “El Rata de Budge” es un emergente. Hubo un caso similar a mediados de este año, el de Luciano Luna de La Plata, “El Gordo”, detenido en junio de este año.
El 8 de junio, personal de la Seccional N°16 de La Plata de la Policía Bonaerense arrestó a Luciano Benjamín Luna, de 20 años, desocupado según él mismo, hijo de una familia numerosa. Lo encontraron en su casa de la calle 11, tras un pedido de la fiscal Mariana Ruffino de allanarlo y secuestrar todo lo que se encontrara. Lo buscaban, precisamente, por regentear un pequeño negocio que es un signo de los tiempos: vender partes robadas de motos en grupos de Facebook.
La causa en su contra, según confirmaron fuentes policiales a Infobae, comenzó en abril último cuando un joven platense denunció que le hurtaron su Motomel de 150 cc de cilindrada tras dejarla estacionada en el patio delantero de su casa. Los ladrones, según declaró, rompieron el portón y se llevaron el vehículo. Personal de la Bonaerense comenzó a estudiar las cámaras de seguridad de la zona. Efectivamente, pidieron ver a un hombre que llevaba la moto a rastras por la calle 600. El ladrón llevaba un barbijo negro, con un buzo capucha.
Tiempo después, llegaron a Luna. Encontraron su perfil en posteos del Marketplace de Facebook: los policías descubrieron que tenía en venta la moto robada. El denunciante la reconoció de inmediato por detalels como rayones, stickers, hasta las luces LED. Así, comenzó el pedido de secuestro, con intervención de la Sub Estación de Policía de Seguridad Departamental La Plata Sur.
Al allanarlo le encontraron una moto Honda Wave con pedido de secuestro activo, una cuadro y motor también Honda con su numeración limada, tres juegos de llantas y cubiertas, asientos, horquillones, amortiguadores, cilindros, piñones, tableros, faroles, carenados plásticos, todos de las cilindradas más populares.
En Facebook, grupos de compra y venta como “Motos Crudas” en la zona oeste tienen un flujo veloz de negocio con más de 43 mil seguidores. Los repuestos y las motos enteras circulan sin control alguno, a veces con papeles, a veces no. Quienes sufren los robos de sus vehículos, usualmente su herramienta de trabajo para entregas de delivery, postean en sus muros para intentar recuperar sus vehículos. Si encuentran allí sus motos, como en el caso de Luna, formulan la denuncia. Operativos similares se repitieron a lo largo del país, también con bicicletas, llevados adelante por la Policía de la Ciudad.
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