Lucía Inés Fernández, una adolescente de 15 años de la localidad mendocina de Maipú, se despidió ayer de sus padres hacia el mediodía. Les dijo que iba para el colegio pero nunca más regresó. Algunas horas después, su cadáver fue encontrado en una finca abandonada ubicada a varios kilómetros de su casa, con varias marcas compatibles con heridas punzantes que podrían haber sido provocadas por un destornillador y golpes en la cara. Ahora los investigadores tratan de establecer si además, fue abusada sexualmente
De acuerdo con lo que revelaron fuentes del caso a Infobae, los investigadores creen que el asesino conocía a la víctima. Es que según pudieron establecer, la adolescente en realidad no debía asistir el ayer a la escuela y le mintió a su familia para ir a otro lugar. La relación entre la joven y su familia, suponen investigadores, era muy conflictiva, y se daba en medio de un ambiente de notable precariedad.
Además, hay un testigo -aún sin localizar- que aparentemente vio a Lucía junto a otro joven en la zona de Rodeo del Medio, el mismo lugar donde está ubicado el terreno donde fue encontrado el cuerpo sin vida. Medios de la provincia de Mendoza, incluso, señalaron que al lado de los restos de la adolescente encontraron una mochila y los útiles escolares de la menor.
Los forenses encontraron 10 heridas cortopunzantes en algunas partes del cuerpo, aunque no se trataría de lesiones de gran profundidad. Creen que debido a las características de las lesiones, el asesino habría utilizado un destornillador o una tipo de herramienta similar. En ese sentido, apuntan ahora a dar con alguien en la zona que conozca al agresor, de quien sospecha no tendría muchos recursos para mantenerse prófugo.
Los restos fueron encontrados en la noche de ayer en descampado ubicado sobre calle Pueyrredón al 4444, a unos 200 metros al sur de la ruta provincial 60. Además de los cortes, la víctima presentaba golpes con un elemento contundente en el rostro que podría ser una piedra o un ladrillo. Según publica el diario Los Andes, tenía manchas de sangre en las manos e indicios de que quiso defenderse.
De igual forma, los investigadores hallaron otro de elemento de importancia para la la causa. Se trata del celular de la estudiante. Los policías que se encontraban en el lugar le pidieron el número a sus familiares y efectuaron una llamada para encontrarlo. De repente, el aparato comenzó a sonar cerca del cadáver y tras un rastrillaje se logró ubicarlo. Las pericias sobre el teléfono y las antenas, creen, podrían ayudar a establecer el recorrido que hizo Lucía desde que salió de su casa.
Fue un vecino el que llamó a la línea de emergencia y alertó a las autoridades sobre la presencia de un cuerpo tendido dentro del terreno. Al parecer se había acercado hasta el lugar para obtener un poco de leña y fue ahí cuando observo el cadáver golpeado. Al poco tiempo, un móvil policial se acercó a la zona indicada y los efectivos constataron la muerte de la menor.
Al lugar acudió personal de Homicidios y peritos de la Policía, quienes cercaron todo el terreno donde fue hallada la víctima. Se trata de una zona de pocas viviendas y de terrenos amplios. Los investigadores realizan desde anoche diversas pericias con el objetivo de encontrar elementos para determinar la mecánica del crimen. La investigación quedó a cargo del fiscal de Homicidios, Carlos Torres, quien dispuso que en las próximas horas se realice la autopsia y activó el protocolo por un posible femicidio.
La escuela 4-188 Padre Eduardo Iácono, situada en la ruta 60 en Fray Luis Beltrán, el colegio a donde concurría todos los días, mantuvo sus puertas cerradas hoy en señal de luto por el crimen de la adolescente.
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