“Es mía”: el absurdo caso del joven que discutió con su vecino por una gorra y lo mató de un balazo

El crimen ocurrió en mayo en González Catán. El acusado estuvo prófugo tres meses y se entregó ayer

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Agustín Ifrán, la víctima, tenía
Agustín Ifrán, la víctima, tenía 21 años.

Todo por una gorra. Agustín Ifrán, un joven de 21 años de González Catán, fue asesinado de un disparo luego de discutir con un vecino, al que le reclamaba que la visera que llevaba puesta en ese momento era suya.

“Es mía”, le dijo Agustín. La respuesta del otro lado fue completamente desproporcionada: el vecino tomó un arma, le apuntó al pecho y abrió fuego.

La absurda secuencia ocurrió el 11 de mayo pasado luego de que Agustín saliera de su domicilio de la calle Demoria Bernabé al 2700 en González Catán y se cruzara con Herrera de casualidad. Según revelaron a Infobae fuentes con acceso a la investigación que lideró el fiscal Marcos Borghi, de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) Temática de Homicidios del Departamento Judicial La Matanza, los jóvenes comenzaron a discutir únicamente por la gorra que el joven de 18 años lucía. “No hubo otro objeto de discusión. Fue simplemente por ese motivo”, indicó un investigador.

Ifrán cayó al piso mientras que el agresor, un joven de 18 años identificado como Alejo Herrera, escapó con rumbo desconocido. Ayer luego de permanecer más de tres meses prófugo, Herrara finalmente se entregó en la sede de la Comisaría Distrital Este Sexta del barrio San Alberto de Isidro Casanova.

El presunto asesino se entregó
El presunto asesino se entregó luego de estar casi tres meses prófugo.

De acuerdo con la reconstrucción del hecho, Agustín comenzó a cuestionarle con tono elevado a Alejo que le devolviera la gorra. Jamás imaginó la violenta reacción. Fue directamente, sacó un arma y le efectuó un disparo en el tórax. Eran vecinos, lo mató por eso y escapó”, sintetizó el investigador.

Así, Herrera escapó del lugar antes de que los familiares y otros vecinos de la víctima llegaran para auxiliarlo tras escuchar el disparo. En medio de la conmoción, alcanzaron a trasladar a Agustín hasta el Hospital Materno Infantil José Equiza pero el joven de 21 años murió a los pocos minutos de ingresar al sanatorio.

El presunto asesino estuvo prófugo tres meses y medio. Pero los avances en la investigación, los seguimientos que hicieron las autoridades de la Policía Bonaerense y la presunción de los lugares a los el sospechoso podría ir construyeron un cerco que comenzó a cerrarse.

“Teníamos chequeados un par de domicilios a los que podría ir. No estaba en ninguno pero se ve que se enteró que los allanamos y después con las tareas investigativas que se hicieron, procedió a entregarse en la Comisaría Sexta. No le quedaba otra. Pensó que no quería seguir siendo prófugo y se entregó”, revelan desde el expediente.

Borghi lo indagó el mismo día de su arresto. Sin embargo, Herrera -según confirmaron- se negó a declarar. Quedó imputado por el delito de homicidio agravado por el uso de arma de fuego y de acuerdo con lo que adelantaron, el fiscal pedirá la prisión preventiva. “Seguramente después irá a juicio”, dijo.

La detención del vecino asesino se hizo eco en el barrio y obviamente en la familia de Agustín. Rocío, su hermana, expresó la tranquilidad de que Herrera esté en manos de la Justicia.

“Mi amor hoy te suelto. Te dejo descansar en paz. Se hizo justicia! Danos fuerzas a todos y que todos nuestros momentos felices compartidos queden gravados para siempre en nuestro corazón! Te amamos para siempre”, escribió la joven, que acompañó su mensaje con una foto del joven asesinado.

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