A 39 meses del hecho, la Justicia declaró hoy inocente a Cecilia Rivas, la modelo y bailarina de pole dance que atropelló y mató a uno de los dos motochorros que le habían robado el teléfono celular en el barrio porteño de Recoleta.
Así lo decidió el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) Nº 29 porteño que dirige el magistrado Rodolfo Gustavo Goerner, que además resolvió condenar al cómplice del ladrón fallecido a la pena ocho meses de prisión por el delito de robo simple en grado de tentativa.
Tras el fallo, cuyos fundamentos se conocerán en los próximos cinco días hábiles, Rivas agradeció a la Justicia “por entender que esto fue un accidente” y se mostró emocionada por tener que “revivir ese trágico momento que me trajo demasiados problemas”. “No puedo describirlo con palabras. Hablé con la madre del chico que falleció. Espero que ella me haya entendido, como madre, lo que le expresé porque fue sinceramente de corazón. Esto fue un trágico accidente”, reiteró a Infobae.
Por su parte, uno de sus abogados, Gastón Marano, quien ejerció la defensa junto a su colega Alberto Van Autenboer, destacó el rol del juez Goerner y del fiscal del juicio, Sandro Abraldes, “por garantizar a Rivas el pleno derecho a defensa” y consideró que “lo que deja en claro esta sentencia es que los ciudadanos no tienen por qué tolerar una agresión a sus derechos y pueden movilizar aquellos medios razonables para conjurar el daño que se les intenta producir a su persona o a su propiedad”.
“En este contexto, Cecilia Rivas inició una persecución que termina con un final fatídico y lamentable, pero lo hizo legalmente habilitada, en tanto estaba en defensa del derecho de propiedad. No quiso dañar a nadie, no pretendió ese resultado, pero ese resultado se dio en el marco de una conducta legalmente habilitada”, agregó el letrado en diálogo con este medio.
El hecho sucedió durante la madrugada del 20 de mayo de 2018, a metros de un estacionamiento ubicado en la avenida Córdoba al 3200, en Recoleta. Rivas estaba acompañada de una amiga e iban a juntarse con otras a celebrar un cumpleaños. Ambas se subieron al auto de la modelo, un Peugeot 207, y fueron atacadas por un motochorro que se metió por la ventanilla dentro del vehículo, le arrebató el teléfono y se escapó junto a un cómplice.
La reacción inmediata de Rivas fue perseguir a los delincuentes. Posteriormente, explicó que lo hizo para filmarlos mientras buscaba ayuda. “Estaba en estado de shock, a los gritos en el auto, pidiéndole a mi amiga que se fijara si encontraba un oficial de policía para que le explicara la situación y siguieran a los chorros”, dijo. Así alcanzó la moto cuatro cuadras más adelante, a la altura 3170 de la calle San Luis, y la embistió por detrás.
Días después del hecho, se dieron a conocer las imágenes del momento exacto en el que la bailarina embistió al otro rodado. En el video se observa cómo el vehículo toca por la parte de atrás a la moto, que queda enganchada en el frente derecho del 207 y fue arrastrada por 19 metros aproximadamente. El desenlace fue fatal: los delincuentes terminaron debajo de un auto estacionado y uno de ellos, identificado como Oscar Alejandro Orona (44), murió en el acto. El otro, Julián Rodríguez Cardozo (24), resultó herido y fue trasladado al hospital Ramos Mejía, donde lo asistieron por un traumatismo de tórax, y fractura de costillas y de mandíbula.
Si bien el fiscal Carlos Velarde, a cargo de la Fiscalía en lo Criminal y Correccional Nº 42, consideró que Rivas sufrió una agresión ilegítima –es decir, una amenaza actual o inminente o situación de peligro–, entendió que se excedió de los límites de la legítima defensa. Por eso la había imputado por los delitos de lesiones graves y homicidio simple cometido con exceso en la legítima defensa.
Finalmente, la Justicia dio su veredicto este miércoles y para Rivas concluyó un episodio que procura dejar atrás lo más rápido posible. “Quiero que mi nombre sea conocido no como una persona que le hizo daño a otra, sino como la persona que soy y el lugar que me gané”, expresó la mujer.
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