La Policía de la Ciudad desbarató en las últimas horas dos fiestas clandestinas que se realizaban en bares ubicados en los barrios porteños de Palermo y de Liniers, los cuales fueron clausurados por violar la normativa vigente en el marco de la pandemia del coronavirus.
Se trata de dos casos más que se suman a los hechos similares que se repiten desde hace meses, con la particularidad de que en esta oportunidad, los empleados de seguridad de uno de estos establecimientos tomaron la inédita decisión de taparles las cámaras de los celulares con stickers a los invitados para evitar que se filtraran fotos o videos de las irregularidades que se estaban cometiendo en el lugar.
Como suele suceder en este tipo de ocasiones, de los operativos también participaron miembros de la Agencia Gubernamental de Control (AGC) y del Cuerpo de Investigaciones Judiciales (CIJ) de la Ciudad de Buenos Aires, quienes supervisaron el accionar de los uniformados y colocaron las fajas de clausura en los locales.
Según precisaron fuentes policiales a Infobae, el primero de los hechos se registró el pasado viernes por la noche en un comercio gastronómico situado en la calle Aráoz al 2400, en pleno Palermo, hasta donde llegaron efectivos de la División Operaciones Especiales de la mencionada fuerza.
Junto al personal de la División Investigaciones Delictivas, de la Unidad Operativa de Fiscalización Integral (UOFI), de la AGC y del CIJ, inspeccionaron el bar y se entrevistaron con su encargado, de 44 años, a quien le señalaron que en el lugar había una gran cantidad de personas sentadas en grupos y bailando, sin barbijos ni distancia social, lo que significaba una violación a los protocolos sanitarios actuales.
Además, los agentes verificaron que los presentes tenían stickers pegados en las cámaras de los teléfonos celulares, los cuales eran colocados por los empleados de seguridad del local al ingreso para evitar la filtración de fotos y videos del evento que se estaba desarrollando.
En este sentido, se corroboró que en total había más de 140 personas, por lo que tras consultar con la Fiscalía Penal, Contravencional y de Faltas Nº 6, a cargo del Dr. Federico Jorge Taramelli, se procedió a desalojar el establecimiento y se le notificó al encargado las infracciones que estaba cometiendo. En tanto, la AGC le labró un acta por haber desvirtuado el rubro habilitante, entre otras irregularidades.
Por otra parte, el viernes, personal de la Comisaría Vecinal 9B se trasladó hasta un local ubicado en Rivadavia al 10.900, en el barrio de Liniers, por una denuncia de fiesta clandestina.
Cuando arribaron, los efectivos constataron que el sitio no contaba con la habilitación correspondiente y funcionaba con la presencia de más de 70 personas, por lo que la Fiscalía Penal Contravencional y de Faltas Nº 29, del Dr. Aníbal Brunet, dispuso la detención del encargado y la clausura del espacio.
Menos de una semana atrás, la Policía de la Ciudad, junto con la Agencia Gubernamental de Control (AGC) y el Cuerpo de Investigaciones Judiciales (CIJ), clausuró otros dos bares de Palermo que también funcionaban con exceso de personas.
En este caso, el procedimiento conjunto en uno de los bares se llevó adelante durante la medianoche, cuando efectivos de la Comisaría Vecinal 14A se trasladaron con personal de la AGC y de la Dirección General de Coordinación Operativa, hasta un local ubicado en Gurruchaga al 1800.
Cuando ingresaron corroboraron que se estaba excediendo la capacidad permitida por lo que, tras la intervención judicial, el lugar fue clausurado, además del secuestro de 11 mesas, 38 banquetas y 2 equipos de música.
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