El 22 de agosto de 2019, Emanuel Rodolfo Chávez, alias Chicharrón, apareció en el radar de los investigadores. Esa tarde, “Chicharrón” a bordo de un Citroën blanco junto a tres cómplices, interceptaron a una camioneta Toyota Hilux en el cruce de las calles 216 y 492 en la localidad bonaerense de Abasto, partido de La Plata. En ese momento, “Chicharrón” con una pistola Bersa Thunder calibre 22 amenazó al conductor, se subió y escapó a toda velocidad con la camioneta. Mientras tanto, el resto de la banda quedó dentro del Citroën. Una vez que Chávez se hizo del vehículo, escaparon a toda velocidad hacia otra dirección. La víctima rápidamente alertó al personal policial y comenzaron a perseguirlos.
Los efectivos dieron con parte de la banda que iba en el auto y los detuvieron en Berazategui. “Chicharrón” había logrado escapar. Desde aquel día que los detectives bonaerenses están tras su rastro. Durante el tiempo que pasó, Chavez cometió todo tipo delitos: entraderas simulando ser policía, robo de auto de alta gama y venta de autopartes. Incluso se lo acusa de alquilar terrenos de manera ilegal en un predio tomado. En el hampa, “Chicharrón” era un personaje conocido: pasó 15 años de su vida detenido por doble intento de homicidio y robos.
Hasta que en la tarde de ayer, personal de la Dirección de Investigaciones contra el Crimen Organizado de La Plata, bajo la orden de la fiscal Ximena Santoro, titular de la UFI Nº7 de Quilmes, lo arrestó en su domicilio ubicado dentro de un predio tomado en la localidad bonaerense de Francisco Álvarez, partido de Moreno. El hombre, oriundo de zona sur, lugar donde cometía la mayoría de los delitos, se había ocultado en ese terreno cuando supo que la Policía estaba tras él. Sin embargo, “Chicharrón” se movía con tranquilidad y continuaba con las faenas delictivas.
En el allanamiento de su detención, los efectivos secuestraron un chaleco anti balas con el logo de la Policía, 14 precintos, tres DNI que se sospecha que pertenecen a distintas víctimas, dinero en efectivo, celulares, relojes, arma de fuego y proyectiles. Incluso, los policías encontraron un auto Renault Clio con la numeración del chasis y el motor y cuatro puertas correspondientes a un Volkswagen Polo que contaba con un pedido de secuestro activo.
Luego de aquel hecho en 2019, “Chicharrón”, volvió a actuar. Según indicaron fuentes policiales a Infobae, el 13 de noviembre de 2020 el hombre junto a cinco cómplices, intentaron robar en la casa de un ex policía en Quilmes. La víctima cuando los observó, comenzó a dispararles. En ese momento se produjo un fuerte tiroteo y la banda escapó a bordo de una Toyota Hilux. El ex policía lo denunció y la policía los empezó a seguir. A toda velocidad, la banda chocó y volcó. Como pudieron, los delincuentes como pudieron descendieron de la camioneta y algunos fueron detenidos y otros, como “Chicharrón”, escaparon a pie. Ese hecho quedó captado por las cámaras de seguridad de la zona y, según los investigadores, allí se lo identificó a Chavez porque lleva una fuerte cicatriz producida por una pelea a cuchillo que tuvo.
En abril de 2020, la fiscal Santoro lo acusa junto a dos cómplices, entre ellos Nazareno Fernández, quien sería el hijo de un conocido hombre en el submundo de los desarmaderos de autos clandestino como “El rey del corte”, de robar también una Toyota Hilux en Bernal. La banda utilizó un inhibidor de señal para poder acceder al vehículo y así hacerse de él.
La fiscal Santoro incluso lo acusa de robar un Mercedes Benz bajo la misma modalidad también en Bernal en abril de este año. Así, el resto de la banda había sido detenida. Pero aún restaba dar con “Chicharrón”, que se había escondido en el predio tomado, donde además se lo señala por adueñarse de lotes dentro del predio tomado en Francisco Álvarez y alquilarlos. Chávez se estaba construyendo su vivienda allí.
De este modo, “Chicharrón” fue enviado un calabozo a la espera de que la fiscal Santoro la llame a declarar por los delitos de robo agravado en concurso real con hurto de vehículo y encubrimiento. Por otro lado, tendrá que responder por las causas anteriores en las que está apuntado como el principal sospechoso, que dependen de otras fiscalías.
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