La Policía de la Ciudad, junto con la Agencia Gubernamental de Control (AGC) y el Cuerpo de Investigaciones Judiciales (CIJ), clausuró dos bares de Palermo que funcionaban con exceso de personas. También, desbarataron una fiesta clandestina en el barrio porteño de Caballito, de la que participaban más de 60 invitados.
Según pudo saber Infobae, el procedimiento conjunto en uno de los bares se llevó adelante durante la medianoche, cuando efectivos de la Comisaría Vecinal 14A se trasladaron con personal de la AGC y de la Dirección General de Coordinación Operativa, hasta un local ubicado en Gurruchaga al 1800. Cuando ingresaron corroboraron que se estaba excediendo la capacidad permitida por lo que, tras la intervención judicial, el lugar fue clausurado, además del secuestro de 11 mesas, 38 banquetas y 2 equipos de música.
Por otra parte también se clausuró, pasadas las 23 horas, un local gastronómico ubicado en Niceto Vega al 5400, que estaba funcionando como salón bailable superando la cantidad de personas autorizadas debido a la pandemia por coronavirus, en un trabajo articulado entre la División Operaciones Especiales Requeridas por el Ministerio Público, la División Investigaciones Delictivas, la AGC y el CIJ.
Ante esta situación, la Fiscalía Penal, Contravencional y de Faltas Nº 5, a cargo del Dr. Kessler, ordenó la detención de la encargada del lugar por infracción a los artículos 205 y 239, al tiempo que pidió desalentar la presencia de los invitados, los cuales se retiraron rápidamente. La AGC, en tanto, clausuró el local y secuestró mobiliario y equipos de música.
Finalmente, el último caso ocurrió en un domicilio ubicado en Pedro Goyena al 1500, en Caballito, donde se estaba desarrollando una reunión clandestina con más de 60 personas. Hasta el lugar se trasladaron efectivos de la Comisaría Vecinal 6B, quienes se entrevistaron con la joven organizadora de la reunión, de 22 años, y luego desalentaron la presencia de los invitados. En este caso, intervino el Juzgado Federal Nº 2, a cargo del Dr. Srig, Secretaría Nº4 de la Dra. Murano.
En el Decreto 494/2021, publicado el pasado 7 de agosto con las nuevas flexibilizaciones, se estableció que las actividades en discotecas, salones de fiestas, bailes, o actividades similares permanecen suspendidas en todo el país, al menos el 1° de octubre. Si bien en espacios públicos las reuniones sociales pueden ser de hasta 100 personas, en domicilios particulares el permitido es de hasta 10 personas si se hacen en espacios interiores, y de hasta 20 si se realizan al aire libre.
Las fiestas clandestinas han sido una constante desde que comenzó la pandemia del COVID-19 y, con ella, las restricciones. La semana pasada, el cantante de cumbia Antonio Ríos fue descubierto a punto de dar un show musical en un local bailable del barrio porteño de Villa Crespo y quedó imputado por el artículo 205 del Código Penal, que refiere a la violación de medidas de restricción en el marco de la pandemia.
Según informaron fuentes policiales a Infobae, la reunión donde se encontraba el artista se llevaba a cabo en un espacio localizado en la calle Vera al 500, justo a 20 metros de un outlet de zapatillas donde a mediados de julio se desarticuló una fiesta con 80 personas.
Efectivos de la Comisaría Vecinal 15B se trasladaron hasta allí pasadas las 3.45 de la madrugada de hoy. Cuando arribaron, observaron adentro del local a una gran cantidad de personas aglomeradas, música fuerte, mesas, equipos de música y luces e incluso una barra de tragos. En total, eran 77 los invitados y el cantante de 66 años estaba esperando para comenzar su show.
Ante esta situación, los oficiales entrevistaron al encargado del lugar, quien se justificó diciendo que se trataba de una “fiesta privada”.
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