Tres de los cuatro acusados de participar en el crimen y secuestro del Gonzalo Calleja en julio pasado fueron liberados este jueves. El juez de Garantías de Paraná, Juan Hipólito Carlín, fue quien tomó la decisión en el marco de una causa que está caratulada como “homicidio agravado, en concurso real con privación ilegítima de la libertad agravado”.
El juez competente tomó la decisión luego de que el testigo reservado declarara no reconocer a los acusados en la zona del crimen, en la ciudad entrerriana de Paraná, donde se vio a la víctima por ultima vez.
David Ezequiel Morato es el único sospechoso que permanece detenido en el marco de esta causa, ya que Ramiro Gabriel Colman, Iván Elías Garay y Alberto Enrique Osuna fueron liberados.
Para evitar que puedan tener contacto con testigos, el juez prohibió la presencia de estos tres hombres en el lugar donde se encontró el auto de Calleja.
Por su parte, Carlín decidió que Morato continuará en prisión preventiva en la Unidad Penal 1 de Paraná, porque a pesar de las declaraciones del testigo hay elementos que lo siguen implicando en la causa.
En el allanamiento a la casa de los suegros de un amigo de Morato, se secuestraron 100.000 pesos, tres armas de fuego, un calibre .22 y dos .38, más de 2.500 dólares, marihuana y un kilo de cocaína. Asimismo, el fiscal indicó que a medida que se desarrolla la investigación, Morato está cada vez más vinculado con el hecho.
El fiscal Santiago Alfieri apuntó que el vehículo Fiat Uno Azul, que David Morato aseguró haber vendido en el departamento de Crespo, se halló en Paraná “con las llantas pintadas, sin las patentes, sin el polarizado y con las cuatro cubiertas cambiadas” y señaló que “con un gran nerviosismo” el sospechoso dejó su auto el jueves 15 de julio por la mañana.
Debido a que se mantiene la sospecha de entorpecimiento de la investigación y el peligro de fuga, Morato seguirá encarcelado y permanecerá 45 días en la Unidad Penal 1.
La compleja investigación y la pesquisa policial confirmaron que fue el 14 de julio por la tarde cuando capturaron a Calleja. Ese mismo día se registró su última comunicación con la familia. Al día siguiente, el cuerpo fue encontrado en un campo a mas de 7 kilómetros de su rodado Ford Fiesta. Además, había más de 9.500 dólares en la guantera.
El cuerpo del contador apareció el día posterior a su desaparición y luego la autopsia constató “asfixia en todos los órganos vitales”.
Una de las principales pistas e hipótesis de la investigación señalan que Calleja fue privado ilegítimamente de su libertad tras intervenir en una situación relacionada a la actividad de compra y venta de dólares.
La familia de la víctima se mostró desconcertada desde el primer momento, porque no saben qué es lo que pudo haber pasado y quién pudo haber sido el culpable del crimen. Además, la cuñada de Gonzalo Calleja, Maia, le dijo a Télam que no sospechan de nadie “porque él no manifestaba ninguna situación, ni problemas con nadie” y que “era el mejor en todo: buen compañero, buen hijo y buen amigo”.
En el marco de la causa, se continúa investigando el paradero de las llaves del auto, la campera y el teléfono celular del contador. Todos estos elementos todavía no fueron encontrados. Según se supo, un aljibe con más de 20 metros de profundidad y que estaba a 50 metros del cuerpo también fue investigado, pero no se halló nada.
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