Declaró por primera vez el falso kinesiológo que atendía a Maradona: “Diego estaba entregado y deteriorado”

Nicolás Taffarel se presentó ante el fiscal que investiga la muerte del Diez. Había quedado bajo la lupa tras la aparición de cientos de audios, en los que le reportaba a Leopoldo Luque todo lo que sucedía en la casa

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Taffarel visitaba a Maradona casi
Taffarel visitaba a Maradona casi todos los días

La ronda de declaraciones testimoniales en el marco de la causa que investiga la muerte de Diego Maradona continuó hoy con un testimonio clave. Por primera vez desde que comenzó la causa, llegó a la Fiscalía General de San Isidro Nicolás Taffarel, quien se hacía llamar kinesiólogo aunque nunca tuvo la matrícula correspondiente, y que visitaba al Diez casi todos los días.

Taffarel tomó una preponderancia singular en la causa porque en el teléfono del médico Leopoldo Luque se encontraron cientos de audios en los que le reportaba todo lo que pasaba en la casa, tanto la de La Plata como la de Tigre. Él fue quien puso al tanto al neurocirujano de que Maradona tomaba alcohol, fumaba marihuana y que estaba hinchado. Hoy hablo, bajo juramento de decir verdad, y dio detalles detalles de cómo estaba Maradona antes de morir.

Con la presencia de los fiscales que investigan la causa y de los abogados de los imputados y las querellas, el “terapeuta manual”, como él mismo se define, que además es cuñado de Víctor Stinfale, explicó que conoció a Maradona en el 2017 cuando Diego fue a Deportiva Riestra a enseñarle a patear tiros libres a los jugadores. Contó que él trabajaba ahí haciendo masajes y cuando terminó el entrenamiento Maradona pidió que lo atendiera, momento a partir del que generó un vínculo.

Taffarel detalló que en la casa de Brandsen, donde Maradona se mudó mientras entrenó a Gimnasia, lo visitaba “todos los días, de lunes a sábado, en general desde la mañana hasta el mediodía”. “Esperaba a que se levante. Le hacía masajes. A él le gustaba mucho que le masajeara los pies, siempre miembros inferiores. Le hacia vendajes linfáticos por los edemas en sus piernas y lo sacaba a caminar”, agregó.

Los fiscales se interesaron en la condición de salud de Maradona durante su estadía en ese country cercano a La Plata, en el que estuvo hasta el 2 de noviembre, cuando fue internado. Vale recordar que era el momento en el que, tal como reveló Infobae en su documental “La muerte de Maradona”, al astro le suministraban alcohol y marihuana. Taffarel hizo mención a la inestabilidad en la salud de Diego por esos días: “Era una lotería. Algunos días estaba muy mal y otros días bien. Había días que podía jugar al fútbol y otros días ni se podía levantar de la cama. Yo veía muchos problemas desde lo anímico. Desde lo motriz había tenido una cirugía de rodilla y el no hacia la recuperación que correspondía. En relación al edema en sus piernas, a veces era muy grande y otras no”.

Taffarel se hacía llamar kinesiólogo,
Taffarel se hacía llamar kinesiólogo, pero nunca tuvo matrícula

Con respecto a la salud de Maradona durante la internación domiciliaria en Tigre, explicó que estaba “entregado y deteriorado”. “De lo físico lo vi hinchado, un día que me preocupe y lo deje plasmado. El tomaba diuréticos y vi que en Tigre se los sacaron, por eso le pregunté a la enfermera porque motivo se los habían sacado porque con eso en Brandsen andaba bien, pero ella me dijo que no sabia porque se los habían sacado”, continuó.

Esta fue la primera mención que hizo el médico al respecto de las hinchazones de Diego previo a su muerte, punto clave en la acusación de los fiscales. Aunque en el resto de su declaración volvió a tocar el tema en varias oportunidades.

Pero, además, explicó su relación con “Charly” Ibáñez, el pariente de Rocío Oliva que está señalado como quien le suministraba a Diego el alcohol y la marihuana: “Solo sabía que tenía un parentesco con una ex pareja de Diego. En la casa era como un asistente o como un secretario, pero no hacía ese trabajo. Su presencia no favorecía el estado de Maradona, no le hacía bien. Porque no quería un bienestar psicológico físico ni mental para él, era tóxico”.

Con respecto a la marihuana, Taffarel dio detalles de los momentos en los que percibió que al Diez le daban de fumar a escondidas: “Un día en Brandsen, Diego estaba enfrente mío y le dijo a Charly ‘prendeme’, haciendo la seña de fumar un cigarrillo de marihuana. Yo no dije nada, pero Charly se puso muy colorado, se brotó y yo entendí perfectamente que se referían a marihuana. Cuando me fui le dije que, si le estaba dando droga a Diego, se iba a ocupar él si le pasaba algo. Él le pregunta a Diego si se refería a un habano y Maradona le dice textualmente ‘no no, lo otro’. Ahí me quedó clarísimo que se referían a un cigarrillo de marihuana. Yo lo hubiese cagado a trompadas pero el problema era que Diego lo quería”.

También habló de la sencillez con la que Maradona accedía al alcohol, a pesar de que era un adicto en recuperación. El declarante explicó: “Almorzaba con vino y en la sobre mesa se tomaba la botella entera. El alcohol estaba en la cocina. No sé como llegaba a la casa, pero siempre había vino y un chopp de cerveza”.

El "terapeuta manual" le reportaba
El "terapeuta manual" le reportaba los movimientos de Diego a Leopoldo Luque (EFE/ Enrique García Medina/Archivo)

Nuevamente respecto de la hinchazón de Diego en distintas partes de su cuerpo, Taffarel fue directo al señalar la claridad de esos síntomas en los días previos a la muerte: “Me acuerdo de su pierna derecha explotada de líquido en la clínica. En la casa se redujo un poco, pero seguía hinchado y ahí es cuando pregunto por que no le daban mas los diuréticos, le aviso a Luque y el me dijo que eso lo manejaban los médicos de la obra social, que él únicamente iba a tener que ir a sacarle los puntos porque era cirujano”.

Estas palabras en relación a los edemas fueron de suma importancia. Como se creía, lo que dijo Taffarel estuvo alineado con la estrategia defensiva de Leopoldo Luque. Desde el inicio del expediente los abogados del neurocirujano y principal acusado intentan responsabilizar a la prepaga de todo lo que sucedió en la internación domiciliaria.

El 18 de noviembre, exactamente una semana antes de la muerte, el falso kinesiólogo le envió un mensaje de texto a Luque en el que decía: “Está muy hinchado Leito... Los ojos hinchados como una teta....”. En esa oportunidad, el médico no le dio mayor importancia. Los fiscales quisieron saber qué vio para mandar un texto de ese tipo.

“Yo entre a su habitación y cuando me acerqué, lo saludé, le di un beso y ahí lo vi. Tenía los ojos muy hinchados y los pómulos también, estaba como chino, era muy raro eso nunca lo había visto por eso lo informé. La cara estaba muy hinchado, el torso no lo vi porque estaba tapado. Ahí llevaba ya como dos días sin levantarse. Esto se lo dije a Verónica Ojeda que estaba ahí con el nene, también estaban Maxi y Jony. Después le avisé a Luque y me dijo que podía ser porque hace mucho no se levantaba. Esto me trajo mucha preocupación porque en un cuerpo en un estado horizontal durante mucho tiempo los líquidos no fluyen y los pulmones se colapsan por los gases, un edema agudo de pulmón”, dijo Taffarel.

Sobre el final de su declaración, y ante preguntas de los abogados, Taffarel defendió a Luque aclarando que el trabajo del neurocirujano para con Diego fue “excepcional”. “Porque hizo demás. Hizo más de lo que tenía que hacer. Se ocupo de un montón de cosas que no le incumbían. Diego lo amaba”, expresó.

Las testimoniales continuarán mañana y durante casi toda la semana que viene. Desfilaran por San Isidro cardiólogos que atendieron a Diego, dos jefes de prensa de Morla, psiquiatras y hasta sociólogos.

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