Cuando comenzó la pandemia, las restricciones impuestas por el Gobierno nacional a lugares que antes funcionaban de manera regular tuvieron, algunos, su correlato en forma clandestina. Los allanamientos policiales se repitieron uno tras otro, en fiestas ilegales dentro de casas o en bares que por fuera de la ley abrieron sus puertas a costa de que se expandieran los contagios. Lo mismo ocurrió con los casinos que fueron obligados a cerrar sus puertas. De esta manera, en medio de la peste del coronavirus, el juego, la timba, también encontró su forma de continuar ilegalmente, ya sea en domicilios particulares o en garitos clandestinos.
En lo últimos meses, los allanamientos donde el juego clandestino siguió más allá de todo, se repiten: en departamentos porteños con organizadores sospechados de pertenecer a la mafia china o en una villa en el conurbano bonaerense. A espaldas de la ley, los personajes que manejan el negocio y sus jugadores hallaron la forma de que el dinero siga girando.
El jueves por la madrugada ocurrió un caso que llamó la atención de los investigadores. Un grupo de agentes de la Policía Bonaerense junto a personal del Centro de Investigaciones Judiciales (CIJ) encontraron un bingo clandestino que prometía premios por Facebook desde una precaria casa en la localidad bonaerense de Pilar. La investigación se inició tras una denuncia de la Lotería de Buenos Aires que indicó que desde un perfil de Facebook se realizaban juegos de azar, prometiendo grandes sumas de dinero.
El caso fue investigado por el fiscal Néstor Maragliano. De acuerdo a los detectives del hecho, después de realizar una serie de tareas se determinó la locación desde donde se administraba el perfil referido. Luego, establecieron que desde ese usuario de la red social se administraba un bingo digital, que reclutaba apostadores mediante grupos de Whatsapp y Facebook.
El hombre juntaba posos de dinero entre sus seguidores y luego hacía un sorteo ilegal. “Sorteo de la quiniela de la ciudad nocturna. El premio de comparte. En caso de haber más de un ganador de lo recaudado se sacara un 25% por motivos de gastos”, se lee en una de las anotaciones que los investigadores secuestraron. Según ese papel, los posos de dinero estaban cerca de los 9 mil pesos.
Tras identificarlo, los investigadores ordenaron el allanamiento que fue realizado en conjunto por personal del CIJ, la División Conductas Informáticas Ilícitas de la Policía de la Ciudad y de DDI de Pilar local. En el procedimiento se logró secuestrar 4 teléfonos móviles, documentación y planillas de juego asociadas al ilícito. Además fue requisado un automóvil investigado en la causa, en el cual también se halló evidencias de la maniobra ilegal.
Pocos meses atrás, un llamativo garito clandestino regenteado por un hombre de la comunidad china fue allanado en el barrio de Belgrano. Era ciertamente una banca caliente. Había cuatro máquinas de contar dinero y cinco millones de pesos en el lugar. También, siete bolsas de cocaína, una pistola calibre .380 con 13 balas en su cargador y 23 personas presentes alrededor de sus mesas de paño, en una clara violación a las restricciones impuestas por el decreto presidencial para controlar el contagio del coronavirus.
Así, terminaron todos detenidos, incluído Wang H., de 34 años, el regente y promotor del lugar, en una causa a cargo del fiscal penal y contravencional Mauro Tereszko, que había ordenado a la división Sumarios y Brigadas de la Comuna 13 de la Policía de la Ciudad allanar el lugar. La fuerza porteña ingresó junto al Cuerpo de Investigaciones Judiciales y agentes de Lotería en la casa de tres plantas en la calle Sucre al 900.
Encontraron cuatro mesas electrónicas de mahjong, el clásico juego de fichas chino, una mesa octogonal de poker, algunos dólares. Se secuestraron, además, cuadernos con anotaciones y 25 teléfonos celulares que podrán ser peritados. Wang H., presunto regente del lugar y el principal acusado, está registrado en la AFIP como supermercadista, con varios domicilios a lo largo de Belgrano. Los garitos en la comunidad china son frecuentes. El hombre asiático secuestrado este año en Núñez por una supuesta deuda de juego fue señalado por supuestamente regentear uno en la zona de Monserrat.
Otro de los casos se dio pocos meses atrás, cuando seis personas, entre ellos dos policías, fueron detenidos durante una serie de allanamientos en la localidad bonaerense de Balcarce en el marco de una investigación contra el juego clandestino.
La organización de apuestas ilegales comenzó a descubrirse a mediados de febrero pasado, luego de que se radicada una denuncia por la desaparición de un hombre, identificado como H.S., que tenía problemas con el juego. Un testigo declaró en esa causa por averiguación de paradero y aseguró que había estado con H.S. jugando al “pase” por dinero en un lugar donde se desarrollaban este tipo de actividades.
Otro testigo se presentó y aseguró haber visto al hombre desaparecido en un campo de Ayacucho tres días después de que se ausentara. Así, la Policía localizó a H.S. y éste dijo que se había ido de Balcarce porque lo tenían amenazado por sus deudas. Dio también detalles de los domicilios donde solía jugar y de la metodología en esos lugares, que además de balcarceños atraían a jugadores de las localidades vecinas de Coronel Vidal y Ayacucho.
Algo similar ocurrió en barrio porteño de San Telmo, cuando efectivos de la Policía llegaron a un casino clandestino que funcionaba y lo clausuraron mientras se desarrollaba un torneo de póker con casi 50 apostadores. Cuatro sujetos sospechados de ser sus responsables fueron detenidos y comenzarán a ser investigados en una causa por juego clandestino.
El allanamiento se llevó en la planta alta de un bar ubicado sobre la calle Humberto 1° al 400, frente a la Plaza Dorrego. Comenzó a partir de una denuncia anónima recibida por la División Operaciones Especiales Requeridas por el Ministerio Público de la Policía de la Ciudad que cayó en manos de la fiscal Valeria Massaglia de la Fiscalía Penal, Contravencional de Faltas N° 15, quien ordenó una inspección integral al lugar.
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