Hoy por la tarde un brutal episodio de violencia ocurrió en la esquina de Castro Barros y Venezuela, en el barrio de Almagro. Allí, un efectivo de la Policía de la Ciudad que presta servicio en la Comisaría 5A se encontraba de consigna en el lugar, protegiendo a una mujer que era víctima de violencia de género. La custodia había sido ordenada por la Justicia, con una causa contra la ex pareja de la mujer, un hombre llamado Anuar Leandro Mohamad, con un prontuario que incluye varios delitos.
En un momento, la mujer salió del domicilio para buscar a sus hijas. El policía notó que a metros del lugar su ex pareja se acercaba, para comenzar a insultarla. El policía intentó detener al hombre: el acusado, al volante de su Renault Clío, lo atropelló y huyó.
El policía fue trasladado al hospital Churruca en una ambulancia del SAME, fuera de peligro y con un diagnóstico de golpes varios. el sospechoso permanece prófugo, con una causa a cargo de la Fiscalía N°24 por los delitos de desobediencia, lesiones y atentado a la autoridad.
Mohamad tiene una historia en el delito desde 2016, con causas por hurtos y robos a punta de cuchillo. Estuvo detenido en un penal federal entre 2019 y 2020, según registros consultados por Infobae.
El Juzgado Nacional de Ejecución Penal N° 5 de esta ciudad le revocó la prisión domiciliaria, algo que su defensa apeló, tras ser condenado a tres años de cárcel. Un fallo de la Cámara Criminal y Correccional de noviembre de 2020 detalló que “el condenado cambió el domicilio para su usufructo y lo fijó junto con su madre, a pocos metros de una de las víctimas de los sucesos de violencia de género por los cuales resultó condenado, entre los cuales también se incluyó un hecho producto de violar una prohibición de acercamiento respecto de su madre”.
El documento también habla de “falta y compromiso y adherencia” para abordajes terapéuticos y tratamientos que mejorarían su situación en Tribunales.
“La jueza interviniente subrayó las dificultades que experimentaba la madre del condenado, pese a su voluntad de recibir a su hijo, para que este se ajuste a las obligaciones fijadas, y que habían sufrido tanto ella como su otro hijo renovados hechos de violencia”, sigue el fallo.
“Al respecto, destacó que las actuaciones incorporadas daban cuenta de que la madre había tenido que abandonar su propio domicilio a fin de evitar eventuales agresiones por parte de Mohamad. En este orden, ponderó que el aspecto socioambiental no lucía conveniente a los fines del cumplimiento de la prisión domiciliaria”, continúa. La apelación de la defensa fue rechazada.
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