En el marco de una investigación de la División Operaciones Zona Norte 5 del Departamento Operaciones de Narcocriminalidad de la Policía de la Ciudad, la fuerza porteña realizó allanamientos en el Barrio Zavaleta y desbarató un búnker narco, que ya fue tapiado. Se trata del centro de distribución de drogas número 36 que fue clausurado en los últimos meses.
La causa por tráfico de estupefacientes que derivó en los operativos de ayer se inició a mediados de febrero, con la intervención del Juzgado Penal Contravencional y de Faltas Nº 16 a cargo de Claudia Alvaro, quien ordenó los allanamientos a dos viviendas del asentamiento que está a orillas del Riachuelo y abarca sectores de los barrios de Barracas, Parque Patricios y Nueva Pompeya.
Según fuentes policiales, el primero de los procedimientos fue en la vivienda que era utilizada como búnker, ubicadas en la Tira 32. Allí, los oficiales identificaron a un hombre de nacionalidad paraguaya, hallaron envoltorios de pasta base y elementos para fraccionar los estupefacientes. En tanto, en el segundo operativo, en una casa localizada a pocos metros, los policías encontraron a tres personas, dos hombres y una mujer, y hallaron dosis de diferentes drogas. En total, se secuestraron más de 300 dosis de pasta base y marihuana que estaban listas para su comercialización. Los cuatro involucrados quedaron detenidos.
Los investigadores descubrieron que los ocupantes de ambas propiedades tenían vinculación con una organización narco llamada “La Banda de la Peruana”, que operaba en las Tiras 24 y 32 del barrio y tenía como cabecillas a un grupo de mujeres de nacionalidad peruana. La misma cayó en abril último, tras varias denuncias anónimas. En aquella oportunidad, agentes de la Policía de la Ciudad derribaron dos búnkeres, detuvieron en total a 11 personas e incautaron más de 600 dosis de pasta base, marihuana, dinero en efectivo y balanzas de precisión en una serie de allanamientos.
La jueza Alvaro dispuso el tapiado del lugar donde se comprobó que se comercializaban drogas. Ese procedimiento se llevó a cabo este jueves, con la presencia del flamante ministro de Justicia y Seguridad de la Ciudad, Marcelo D’Alessandro. De esta forma, sumaron 36 los locales de venta de drogas tapiados en el último año. Cinco de ellos estaban situados en la villa Zavaleta, un lugar donde la policía porteña se hizo cargo de la seguridad en marzo pasado. El resto de los búnkeres cerrados se dieron en la villa 31 de Retiro (28) y en Villa Lugano (3).
“En marzo vinimos y cerramos un búnker a 20 metros de aquí, donde se decomisaron dosis y se puso a disposición de la Justicia a los que vendían la droga. Gracias al despliegue de la Unidad de Prevención Barrial, a las tareas de investigación y a través de las herramientas que nos dio la Justicia, pudimos cerrar el búnker número 36 y seguir con esta lucha irrestricta que es contra el narcotráfico. Sacamos miles de dosis de paco que no van a llegar nuestros jóvenes”, afirmó D’Alessandro, quien estuvo acompañado del director general de Seguridad Comunal e Investigación Criminal, Maximiliano Piñeiro.
El ministro remarcó que “la droga es una pandemia silenciosa que destruye familias y vidas, y es ahí donde tiene que estar el Estado para ir contra las bandas y poner a los narcotraficantes donde tienen que estar, que es presos”.
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