Un hombre de la localidad de Herradura, al sureste de la provincia de Formosa, encontró este miércoles los tres cadáveres calcinados de sus padres y uno de sus hermanos. La hipótesis de los investigadores es que el hombre de 82 años habría asesinado a su esposa y a su hijo, para luego incendiar su casa y quitarse la vida.
El hallazgo se produjo ayer por la mañana, cuando el hombre de 38 años se presentó en la comisaría de Herradura, ubicada a 40 kilómetros al sur de la capital provincial y explicó al personal de la dependencia que vecinos de la Isla Blanco Ortellado le habían avisado que su padre había discutido y le había disparado con un arma de fuego a su madre, de 76 años, y su hermano de 36.
Los efectivos de la Policía de Formosa, según la agencia Télam, lo acompañaron hasta el domicilio de sus padres, a 8 kilómetros del centro de Herradura por agua y por tierra, y advirtieron que la casa se encontraba incendiada. En el interior estaban, ya casi calcinados, los tres cadáveres de su hermano y sus padres.
Fueron los vecinos quienes informaron que cerca de las 9 de la mañana se habían escuchado dentro de la casa “gritos, discusiones y detonaciones de arma de fuego”, y que luego de unos minutos la casa quedó envuelta en llamas.
Por disposición del fiscal y juez de turno, la Policía Científica recolectó evidencia en el lugar y tras los primeros peritajes se estableció que, en principio, Nemesio Núñez, de 82 años habría asesinado a balazos a su esposa Alicia Rolón, de 76, y a su hijo Cristian de 36, para luego prender fuego la propiedad y quitarse la vida de un disparo.
En la escena del crimen se encontraron también tres armas de fuego y dos machetes que fueron incautados para ser sometidos a pericias correspondientes. Los tres cuerpos fueron trasladados por personal del Cuerpo de Bomberos a la morgue del Poder Judicial para la realización de autopsias y avanzar en el esclarecimiento del hecho.
“Mi abuelo estaba en muy buen estado y desgraciadamente tuvo la fuerza de hacer toda esa maldad”, respondió Rocío, nieta y sobrina de las víctimas, a un usuario que cuestionó en redes sociales la capacidad de un hombre de más de 80 años de cometer el doble crimen. “Tanto dolor. No hay consuelo”, posteo después la joven junto a una serie de fotos de la casa calcinada en la isla Blanco Ortellado donde vivían sus abuelos.
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