Fabio B. (52), un profesor que daba clases de combate estilo “vale todo” en un gimnasio de la zona de Las Cañitas, en el barrio porteño de Palermo, fue condenado hoy por el Tribunal Oral Criminal y Correccional 1 de la Capital Federal a 40 años de cárcel por un delito aberrante: estaba acusado de más de 100 casos de abuso sexual contra menores, entre los que se encontraban los hijos de su ex pareja y sus alumnos.
Se trata de un hombre que había sido detenido en diciembre del año 2016, luego de una investigación llevada adelante por la fiscal Daniela Dupuy, titular de la Unidad Fiscal Especializada en Delitos y Contravenciones Informáticas (UFEDyCI), que además fue quien requirió la elevación del caso a juicio oral.
Durante el proceso, la titular del Juzgado Penal, Contravencional y de Faltas Nº 12, Patricia Larocca, había declarado la incompetencia de la fiscal al considerar que por la materia del delito debía intervenir el fuero nacional. Fue entonces que intervino el fiscal general ante los Tribunales Orales en lo Criminal y Correccional de la Ciudad, Guillermo Morosi, y se logró la condena de 40 años de prisión.
Según se pudo establecer durante la investigación llevada adelante por Dupuy y el Cuerpo de Investigaciones Judiciales, Fabio B. se acercaba a sus víctimas y se presentaba como profesor de artes marciales y fotógrafo profesional, para que dentro del gimnasio pudiera general un lazo de confianza con los menores. Una vez logrado este primer paso, después los invitaba a su casa para realizar “sesiones fotográficas”. Allí se concretaba el horror: en esos encuentros desarrollados en medio de un ámbito más íntimo, el profesor de artes marciales primero les tomaba imágenes con ropa, después con ropa interior y finalmente desnudos. Ya con las víctimas completamente vulnerables, las abusaba sexualmente mientras se filmaba o tomaba más fotografías.
Según confirmaron fuentes judiciales a Infobae, el juicio se basó principalmente en la investigación llevada adelante por la UFEDyCI, y fundamentalmente en el Informe informático forense realizado tras el allanamiento y detención del condenado, en el que se lograron incautar una importante cantidad de imágenes y videos en los que se observa al profesor de artes marciales mientras abusaba sexualmente a sus víctimas.
Específicamente, el imputado fue condenado por más de 100 hechos de abuso sexual con acceso carnal, agravados por tratarse de una persona encargada de la guarda de las víctimas, producción de material de explotación sexual infantil y corrupción de menores.
El caso fue iniciado con la denuncia de los dos hijastros de Britez, quienes lo denunciaron cuatro meses antes de la detención. Al momento de exponer lo que les había ocurrido, ya eran mayores de edad. Según dijeron en la justicia, los abusos en su contra se habían concretado mientras eran menores de edad. En un primer momento, antes de la detención, se identificaron a otras cinco víctimas, de entre 13 y 15 años, pero el número creció exponencialmente.
La detención, solicitada por la fiscal, fue ordenada por la jueza Larocca y llevada adelante por agentes del Área de Cibercrimen de la entonces Policía Metropolitana, con colaboración del Cuerpo de Investigaciones Judiciales (CIJ) del Ministerio Público Fiscal. Dentro de la mochila de B., en ese momento encontraron material informativo sobre Misiones, por lo que la fiscal Dupuy supuso que el hombre pretendía escapar hasta esa provincia.
A comienzos de julio último, la Sala de Turno de la Cámara había rechazado un recurso presentado por su defensa para lograr su excarcelación. Un mes antes se había extendido su prisión preventiva.
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