Una vez más, un nene quedó en el medio de un violento robo a su familia. Esta vez en el partido de Avellaneda, donde fueron asaltados sus abuelos.
El hecho ocurrió este miércoles cerca de las 19, cuando un matrimonio circulaba en su auto por la localidad de Sarandí junto a su nieto, al que acababan de recoger de una práctica de fútbol en un club cercano.
En la calle Zeballos al 4100, cuando llegaban a su casa, los tres fueron interceptados por un Citroën Picasso color bordó con al menos cuatro delincuentes armados a bordo, quienes descendieron del vehículo y los amenazaron para que entregaran sus pertenencias. Se trató de una secuencia que fue registrada por una cámara de seguridad de una casa vecina.
Mariana, madre del menor, explicó que escuchó un grito desde la calle y cuando se acercó a la ventana de su casa uno de los delincuentes la vio y la amenazó: “Quedate quieta o te quemo”.
En ese momento, los asaltantes les quitaron varios objetos de valor a la pareja y luego escaparon repartidos en dos grupos entre el vehículo de las víctimas, una camioneta Renault Sandero Stepway color gris, que fue encontrada esta madrugada en la localidad de Gerli.
La mujer contó en diálogo con el canal TN que ayer su hijo “tenía mucho miedo” y que “le agarró un ataque de llanto” por la situación vivida junto a sus abuelos. “Siempre les digo a mis hijos que ante una situación así se queden quietos, que si hacemos lo que nos dicen va a estar todo bien”, agregó.
Por último, Mariana aseguró que su hijo estaba muy atemorizado “por si le disparaban a su abuelo” y porque “se les escapara un tiro” durante el ataque. El hecho ahora es investigado por la UFI N° 1 de Avellaneda, que fue caratulado como robo automotor.
A fines de junio pasado, cuatro delincuentes armados abordaron a una mujer y su pequeño hijo cuando estaban por salir de casa en la localidad bonaerense de San Justo, hacia el jardín de infantes: los amenazaron, les dispararon y en cuestión de segundos se llevaron el vehículo.
El auto los sorprendió cuando estaban por dejar la casa y tres hombres armados bordaron a la madre y su hijo y, sin mediar palabra, le dispararon al vidrio del lado del conductor mientras el vehículo avanzaba algunos centímetros. La mujer apenas pudo agacharse mientras los delincuentes la amenazaban para que se bajara y les diera el vehículo.
En medio de la dramática secuencia, la mamá le rogó a los ladrones que le dejaran bajar al chico del auto y, como pudo, evitó que se llevaran al pequeño que apenas entendía qué estaba pasando.
SEGUIR LEYENDO: