Este miércoles, con el lema “seguimos en la calle reclamando su aparición”, la familia de Guadalupe Belén Lucero, la niña desaparecida en San Luis desde el 14 de junio, realizó una movilización para pedir la intervención de la justicia federal “en simultáneo con el fuero provincial”.
Además, entre los puntos del reclamo se exigió que “reaparezca la búsqueda en las páginas, redes y propagandas oficiales del Gobierno de la provincia” y que continúen las alertas en los lectores de patentes.
Junto a un grupo de aproximadamente 20 personas la mamá de la niña, Yamila Cialone se mostró disconforme con la investigación policial porque “ninguna madre puede estar conforme después de 36 días sin ningún resultado”.
En tanto, agrupaciones feministas colgaron carteles exigiendo la aparición de Guadalupe en las verjas que rodean el edificio policial que era custodiado desde adentro por efectivos de la fuerza.
El martes pasado, el gobernador de esa provincia, Alberto Rodríguez Saá, se reunió con la presidenta de la Fundación María de los Ángeles, Susana Trimarco, quien colabora con la búsqueda e investigación de Guadalupe. Luego en dos actos institucionales, afirmó que la búsqueda es “tema de agenda de la Provincia” y aseguró que “tenemos que encontrar a esta puntanita”.
Trimarco indicó que llegó a San Luis “para colaborar por la experiencia que me dio la desgracia que yo pasé”, y recordó que “hace 20 años” que está en “esta lucha”, años en los que pasó “por muchas situaciones horribles”. Señaló que “toda esa experiencia que uno vivió y las chicas que rescaté buscando a mi hija, me dieron sabiduría para saber cómo investigar, cómo abordar a la familia, a manejarse con la Policía y la Justicia y con el gobernador hablamos del respeto de todo eso”.
Y sostuvo: “Siento y tengo la esperanza de que encontraremos a Guadalupe, estamos trabajando, volvimos a punto cero, atando cabos y buscando la punta del ovillo para hallar a la nena y desde el fondo de mi corazón, digo que la estamos buscando y que la encontraremos”.
Por otra parte, los rastrillajes continúan en el dique San Felipe, informó el jefe de relaciones Policiales, Lucas Chacón, donde el martes “la división Bomberos con su recurso de buzos se sumergieron en el espejo de agua”.
Asimismo idéntica tarea se realizara sobre el dique de Potrero de los Funes, distante a 20 kilómetros de esta capital donde el recurso de “buzos actuará en conjunto con la división canes”.
Chacón aclaró que el resultado de los rastrillajes en la zona sur, en el barrio 544 Viviendas donde desapareció la niña fue el de dos casas allanadas y dos declaraciones testimoniales en sede policial y dijo que si la instrucción judicial “así lo requiere” la zona sur será “nuevamente” intervenida por la fuerza y rastrillada por canes policiales.
Si bien tanto el juez Ariel Parrillis como la fiscal Virginia Palacios llevan la investigación con mucho recelo, con el apoyo de la PROTEX, el ala de la investigación que investiga delitos de trata -aunque las hipótesis de trata de personas y secuestro extorsivo fueron descartadas hace semanas- varias fuentes aseguran que el foco no está puesto ya en los padres sino más bien en otros parientes un poco más lejanos.
“Encontramos que hay familiares con deudas y relacionados al narcomenudeo. Esa es una línea de trabajo aunque aún no tenemos ningún elemento que vincule esto directamente con la desaparición”, afirman. Mientras tanto, su búsqueda continúa activa en el programa Alerta Sofía del Ministerio de Seguridad de la Nación, con la línea 134 aún abierta para recibir información y una recompensa de dos millones de pesos todavía pendiente. Se enviaron escuadrones de Gendarmería, la PSA peritó cámaras y especialistas del MPF de Córdoba hicieron aportes forenses.
Con información de la Agencia Télam.
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