El Tribunal Oral en lo Criminal Federal otorgó la prisión domiciliaria a un hombre para que cuide a su hijo, al considerar el “interés superior del niño”, ya que la madre del menor, según informes médicos, padece un “delicado estado de salud mental”.
Fuentes judiciales confirmaron a la agencia Télam que el beneficio fue concedido porque la progenitora del pequeño padece, desde 2019, un “cuadro psicoafectivo con ataques de pánico que la paralizan para actuar y conducirse normalmente”.
La salud de la mujer generó, a su vez, un “cuadro de angustia y afección psicológica del niño” que, de acuerdo con la defensa, “se agravó en las últimas semanas” debido a la ausencia de un adulto que pueda asistirlo adecuadamente, lo que lo pone en situación de “vulnerabilidad” y “desamparo”.
La madre, en coincidencia con el pedido de su ex pareja, manifestó que no puede cuidar al pequeño y el sufrimiento del menor se debe a la ausencia paterna en el hogar.
Según el fallo del TOCF, el hombre, condenado a cuatro años de prisión por explotación económica de la prostitución ajena, cumplirá la prisión en un inmueble del barrio porteño Villa Real, con un dispositivo electrónico para que puedan monitorear su ubicación.
La resolución aclaró que el detenido “no podrá salir de su domicilio”, salvo “una situación de salud que requiera urgente atención” y que, en ese caso, deberá “justificar su ausencia del domicilio mediante un certificado médico”.
El TOCF 3 ponderó el dictamen de un defensor de menores según el cual “el niño está cursando su primera infancia”, y marcó que su desarrollo “en un ambiente de felicidad, amor y comprensión resulta en definitiva lo que a futuro va a determinar su normal desarrollo evolutivo”.
El fiscal Marcelo Colombo, quien ante pedidos similares se había opuesto a la prisión domiciliaria, opinó ahora a favor por ser una “situación excepcional con un importante impacto en la vida del niño, en sus rutinas habituales y en su salud, que lo ponen en una situación de vulnerabilidad crucial que afecta su normal desarrollo”.
A este caso particular, se suman los recientes estudios sobre cómo afectó la pandemia a los más chicos. De acuerdo con una encuesta realizada por la Sociedad Argentina de Pediatría (SAP), los niños y adolescentes son quienes más vieron afectados sus derechos durante la pandemia. El relevamiento nacional, cuyos resultados se dieron a conocer en el marco de la Semana de los Derechos del Niño, que se conmemora del 20 al 27 de noviembre, sostenía que nueve de cada diez niños argentinos (91%) extrañaron a alguien durante esta cuarentena, sobre todo a los amigos, compañeros de actividades y familiares.
En sintonía, casi ocho de cada diez (77%) se mostraron “enojados” y el 68% presentó distintos grados de tristeza, particularmente los niños pequeños y los adolescentes. Siete de cada diez (74%) expresaron sentimientos negativos como desánimo y aburrimiento, y seis de cada diez (59%) reconocieron tener miedo: miedo por ellos mismos (24%) o por terceros (21%). En líneas generales, expresaron preocupación por la incertidumbre, los afectos, la repercusión personal, la interacción con el virus y por la economía y el trabajo.
El estudio de la SAP se presentó poniendo el foco en el derecho a la libre expresión de los niños, estipulado en el artículo 12 de la Convención de los Derechos del Niño, un tratado internacional que está vigente desde el año 1990.
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