Sebastián Damián Villarreal, el alumno que estaba obsesionado con una de las bailarinas del programa televisivo ShowMatch y el año pasado la hirió a puñaladas junto a otra profesora en una escuela de danzas del barrio porteño de Palermo, donde terminó reducido de un balazo por la policía, irá a juicio oral acusado de doble tentativa de femicidio
Una de las víctimas de Villarael, de 30 años, oriundo de la localidad bonaerense de Berisso, fue Julieta Antón, de 26 años, una joven bailarina que trabaja con Tini Stoessel y que participó del programa ShowMatch. Además, docente de una escuela de danza y Villarael estaba obsesionado con ella.
La otra mujer a quien atacó fue Sofía Bovino (37), también docente y una de las dueñas de “El Club de la Danza”, el lugar donde ocurrió todo y está ubicada en avenida Federico Lacroze 2.090. El desenlace de la violenta situación fue registrado por una de las personas que miraban atónitas lo que sucedía desde la calle, mientras que otros testigos también filmaron lo ocurrido desde el interior del local.
El caso tuvo una gran repercusión porque ese día las imágenes se viralizaron por redes sociales: Villarreal, cuchillo en mano, tenía de rehenes a las dos mujeres heridas; y el desenlace que se dio cuando un efectivo de la Policía de la Ciudad lo redujo de un disparo. La causa en un principio fue instruida por el fiscal Miguel Kessler de la justicia porteña, pero luego recayó en el Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional N° 42, a cargo de Gabriela Lanz, quien elevó el expediente a juicio oral.
Fuentes judiciales indicaron a la agencia de noticia Télam que el fiscal Martín Mainardi, de la Fiscalía Nacional en lo Criminal y Correccional 19, fue el que pidió que Villarreal sea juzgado por el delito de homicidio agravado por ser las víctimas mujeres y el hecho perpetrado por un hombre, mediando violencia de género, en grado de tentativa. La fiscalía dio por acreditado que todo ocurrió el 10 de noviembre del año pasado, a las 16, cuando Villarreal llegó dos horas antes de lo pautado a “El Club de la Danza” para tener su clase con Antón, quien era su profesora particular de baile.
Según lo reconstruido por el fiscal, Villarreal interceptó a la bailarina a la salida del baño y allí comenzó a perseguirla con una cuchilla de carnicero de 32,5 centímetros de largo, que había traído de su casa en la localidad bonaerense de Berisso. Antón llegó corriendo y buscando refugio a las oficinas administrativas del lugar, y allí Villarreal comenzó a atacar a cuchillazos no solo a ella sino a Bovino, una de las dueñas de la escuela de danzas, quien trataba de proteger a la bailarina.
El hombre acusaba a Antón de haberse burlado de él cuando unos días antes de la clase, le había contado en una serie de mensajes telefónicos que en el pasado había sido víctima de abuso sexual. “Yo le conté que fui abusado y ella se burló de mí”, decía el acusado mientras lanzaba cuchillazos, según lo que contó Bovino y otros testigos que también lo escucharon decir: “Las voy a matar a las dos”.
Antón explicó posteriormente a la prensa que ella no se burló y que la realidad es que nunca le contestó esos mensajes porque “no sabía cómo actuar”. Incluso reveló que si bien notaba que Villarreal era “raro”, que tenía una obsesión por estar con ella, que la acosaba con mensajes y que a veces le daba “miedo”, nunca imaginó que podía llegar a atacarla.
Efectivos de la Comisaría Vecinal 14B llegaron al lugar en pocos minutos alertados por vecinos y por llamados al 911 y allí se generó una situación de tensión en la oficina del primer piso, donde Villarreal no quería entregarse y amenazaba con el cuchillo a las dos mujeres. Mientras dos efectivos lo distrajeron y trataron de convencerlo para que deponga su actitud, otro policía avanzó, le efectuó un disparo en un glúteo y de esa manera lograron detenerlo y poner a resguardo a las mujeres.
Tras su detención se le realizaron distintos peritajes psiquiátricos. Uno de esos estudios mencionó un “trastorno psicótico” y hasta “retardo mental”, y que el imputado presentaba una “ideación delirante erotómana” sobre Antón, con las fases de “enamoramiento-desilusión-pasaje al acto”. Otros peritos opinaron que más allá de algún trastorno de personalidad, Villarreal comprendía y dirigía sus acciones. En la actualidad, Villarreal aguarda el juicio detenido en el Programa Integral de Salud Mental (Prisma), el área neuropsiquiátrica del penal Ezeiza, y que una vez que termine el ofrecimiento de prueba y unas medidas de instrucción suplementaria, el Tribunal Oral en lo Criminal N° 11 fijará el inicio del debate para antes de fin de año.
SEGUIR LEYENDO: