Hoy por la mañana, la Dirección de Investigaciones Contra El Crimen Organizado de la Policía Bonaerense arrestó a Alejandro Blanc Pardo, un hombre de 45 años dedicado al negocio de la venta de motos y repuestos. Les allanaron su departamento en un complejo de la calle Emilio Castro en Haedo, zona de Morón, con pileta de estilo y amenities de alto costo. Les encontraron cien gramos de cogollos de marihuana, licores importados, látigos sadomasoquistas, dildos de plástico, cámaras y preservativos, una docena de DVDs, algunos pornográficos, hoy casi reliquias históricas, pistolas Glock y Bersa Thunder, ambas 9 milímetros, un disfraz porno de enfermera.
Pero eso fue lo de menos.
Al hombre, detenido a metros de su casa en la calle, lo buscaban hace tiempo, con una causa de la Ayudantía Fiscal Delitos Conexos a la Trata de Personas, Pornografía Infantil y Grooming de la fiscal Lorena Pecorelli. Les habían intervenido los teléfonos, con decenas de horas de escucha. En su living, encontraron dos sillones de cuerina roja. También, en un cajón, había una hoja cuadriculada manuscrita con los nombres de más de 20 mujeres.
Esos sillones de color rojo, se cree, fueron el escenario de abusos sexuales filmados y luego compartidos en sitios de contenido sexual o compartidos, supuestamente, entre los amigos del comerciante: la pileta que se ve de fondo en la ventana de esos videos coincide con la pileta del complejo, lo mismo la barra. Se sospecha, también, que prostituía a estas mujeres, con encuentros pactados por WhatsApp o Telegram, a veces, a punta de pistola. Las víctimas declararon: algunas de ellas eran menores.
Según la acusación, el comerciante, supuestamente con una condena previa por un delito sexual contra una menor, se jactaba de una cosa aberrante: ser “el Jeffrey Epstein argentino”, según información policial de la causa, el empresario y magnate argentino acusado junto a su pareja Ghislaine Maxwell de uno de los esquemas más perversos de abuso de menores de la historia moderna.
La causa comenzó con la denuncia de una víctima, de 19 años de edad al reportar los hechos, que aseguró que había sido contratada a los 14 por el acusado para repartir volantes. Luego, abusó de ella y comenzó a filmar los encuentros.
Así, la operación de filmación de abusos supuestamente escaló. Las fotos y videos “del sillón rojo” se convirtieron en un ítem de culto en uno de los más populares sitios de contenido porno amateur argentino, con posteos que muestran a decenas de jóvenes en situaciones de sexo explícito, sin uso de preservativo, tríos de hombres adultos con mujeres de, a simple vista, mucho más jovenes.
Las mujeres también posan a lo largo del departamento, sobre diversas mesas, en tacos y lencería erótica. Los muebles coinciden. Los comentarios de los usuarios se repiten con elogios al contenido, compartido, al menos, desde 2018, con un virtual status de culto.
Tal como Ghislaine Maxwell, la pareja de Epstein, la novia de Blanc Pardo fue identificada en la causa y acusada de, al menos, la captación de dos víctimas. Sin embargo, se cree que habría sido sometida por su pareja. A simple vista, la mujer era activa en la comunidad porno donde el contenido era compartido. La Dirección de Investigaciones descubrió que era Blanco quien supuestamente operaba la cuenta de su mujer para contactar a otros usuarios y así proponer tríos y encuentros sexuales.
Hay conversaciones en la causa de un contenido macabro, donde se vuelve evidente que Blanc Pardo explotaba la vulnerabilidad y la escasez de recursos de sus víctimas.
“Tengo una cumbiera bien cabeza, con amigos cacos, con hermana de 13 años embarazada, padres ausentes y borrachos, su madre limpia casas, su hermano preso por chorro, vive en Rafael Castillo, cien por ciento villera, pasa muchas necesidades y me aprovecho de ella. Me obedece en todo”, consigna un chat atribuido a Blanc Pardo.
Su local de motos en Castelar fue allanado: lo encontraron vacío. También se allanó una verdulería, propiedad del comerciante.
Los posteos, mientras tanto, continúan en el sitio argentino: también se encuentran en otro internacional, uno de los más populares del planeta. Se espera la identificación de más víctimas, que podrían brindar sus testimonios en lo que se espera pueda convertirse en una extensa causa contra un abusador reincidente que tomaba como modelo a uno de los delincuentes sexuales más insidiosos de la historia.
Se intenta, también, identificar quiénes fueron los cómplices de Blanc Pardo en los abusos, los otros hombres que se ven en las fotos difundidas.
Para esto, la fiscalía del caso ofrece que las víctimas se contacten con los investigadores para tomar su testimonio y brindar apoyo y contención. Su dirección de mail es: ayudantiadelitosconexos.lm@mpba.gov.ar
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