María Téllez Fajardo, más conocida en el ámbito religioso como “Sor Marina”, seguirá presa. La religiosa perteneciente a la orden de las Hermanas Trinitarias en Boulogne está acusada de abusar sexualmente de, al menos, 5 menores de edad y la jueza Andrea Mentasty convalidó su prisión preventiva en las últimas horas. Desde la fiscalía creen que podrían existir más víctimas que declaren en las próximas horas. Mientras tanto, desde su defensa, aseguran que se trata de falsas denuncias realizadas por las menores. “Me hicieron daño, yo estoy encerrada y mi congregación difamada por algo que yo jamás cometí”, declaró la acusada.
Según la acusación que realizó el fiscal Marcelo Fuenzalida, Sor Marina está acusada de abuso sexual reiterado gravemente ultrajante y agravado por haber sido cometido por una persona del culto religioso. La causa se inició hace tres meses con una menor de 15 años, identificada como N.L.E, que le contó a su tutora legal que, estando en la cocina del convento, la monja pasaba y le tocaba “la cola y la vagina por encima de la ropa”. Una vez que se hizo la denuncia y el caso tuvo repercusión mediática llegaron 4 damnificadas más a tribunales. Todas menores con relatos de abusos similares.
Incluso en uno de los testimonios, una víctima de 14 años fue más allá y relato que un día, estando en la cocina y con una pollera puesta, la religiosa le “tocó la cola con su mano abierta desde abajo hacia arriba”. También que le “acariciaba los pechos por encima de la remera”.
En el pedido de prisión preventiva que realizó Fuenzalida, se transcribe en detalle la declaración en Cámara Gesell de una de las víctimas. A continuación se reproduce sólo el extracto de lo sucedido, sin vulnerar la intimidad de la menor.
Psicóloga: Vamos de a poquito, vos te agachaste para levantar una caja en la cocina, decime con un poquito más detalle, que hizo la monja
Víctima: yo tenía la caja así (se para y muestra), luego ella agarró la caja por debajo y aprovechó y me tocó
P: Ok. Hay algo que entiendo, pero no lo puedo dar como asentado. ¿Cómo se llama esa parte que ella toco?
V: La vagina
P: Ok, ¿cuándo te toco esa parte lo hizo por encima de la ropa o por debajo de la ropa?
V: Por encima
P: ¿Vos recordás cómo se dio esta situación, si te dijo algo, si le dijiste algo?
V: Me quedé en shock
Sor Marina tuvo oportunidad de defenderse en más de una ocasión. En la primera de las indagatorias aseguró que “quizás” como la cocina era angosta pudo existir algún tipo de “roce” que las nenas confundieron. Luego en una segunda declaración explicó que cuando hacía mención a “roce” en realidad se refería a “choque” involuntario.
Sin embargo, hasta ahora, la justicia no le creyó.
En su resolución donde se dicta la prisión preventiva, la jueza Mentasty considera que “La habitualidad de los tocamientos y la multiplicidad de víctimas me permite concluir que no resultarían “roces” ocasionales, llegando en una oportunidad a escalar a tocamientos por debajo de la ropa interior”.
En otra parte de su indagatoria, Sor Marina se defendió diciendo que todo se trataba de algo “muy orquestado” con el objetivo de “perjudicarme a mí o a la congregación”. La jueza también le contestó a eso en su escrito: “Los dichos de la acusada impresionan como un intento de mejorar su situación procesal, tratando de generar dudas sobre la credibilidad de los dichos de las supuestas víctimas. Sin embargo, considero que a la fecha estas elucubraciones no encuentran sustento en ningún otro elemento”.
A pesar de la contundencia de la jueza, Sor marina insiste en considerarse inocente. En las últimas horas su defensa, a cargo del doctor Alejandro López Romano, presentó la apelación y ahora será la Cámara la que deba resolver.
En el documento de 39 páginas entregado a la justicia, al que tuvo acceso Infobae, el letrado hace mención a las inconsistencias de los relatos ya que, según su visión, no hay fechas precisas ni aclararon que tipo de ropa llevaban las nenas por lo que no se sabe si fue en invierno o verano. “No podemos ignorar que muchas veces existen interpretaciones subjetivas o incluso falsas denuncias, nutridas en sentimientos de rencor, venganza o afecciones psicológicas entre otras posibilidades como móvil de las denuncias”, explica la defensa de Sor marina.
Tal como expresó la monja en su indagatoria, para la defensa la “simultaneidad de denuncias” es un dato llamativo: “Ninguna puede dar con certeza una fecha; un día, o al menos un mes, a tan poca distancia de la denuncia. Eso es una curiosidad que inquieta considerablemente a la defensa, al igual que la similitud coincidente de los hechos y la casi simultaneidad de relato. Que todas coincidan en denunciar, es un dato que amerita al menos ser explorado”.
“Lo que a nosotros nos importa es que no se califique al hecho como ultrajante por qué no esta bien tomarlo así. En todo caso serían palmadas en la cola. Además, ella es religiosa, no es ministro de culto como dice el fiscal y la jueza para agravar la pena. Por otro lado, aseguran que ella era la encargada de la guarda cuando en realidad no es cierto, ni siquiera vivía con ellas”, asegura el letrado Romano en diálogo con Infobae.
“Nuestra apelación es sólida de argumentos. La chica en cámara Gesell dice una cosa a las psicólogas les cuenta otra. Cambia la versión. Además hubo un motín el 27 de abril donde llaman a la policía y después vienen las denuncias en serie. Por otra lado, luego de que se hizo la denuncia la chica quedó 10 días en el hogar junto a la monja supuestamente abusadora. ¿No es extraño?”
Lo cierto es que se espera que en los próximos días la Cámara de Apelaciones resuelva la situación y determine si la religiosa deberá seguir alojada en la alcaldía 3 de Melchor Romero como hasta ahora. Mientras tanto las víctimas, todas de una condiciones sumamente vulnerable, ya fueron reubicadas en distintas instituciones.
SEGUIR LEYENDO