Ayer miércoles, personal de la Comisaría 7° de Mar del Plata llegó tras una alerta al 911 al cruce de ña avenida Camet y Álvarez Condarco en Mar del Plata. Era, parecía, un accidente de particular intensidad. Un Volkswagen Gol conducido se había incrustado contra una Ford Ranger estacionada, sin ocupantes. La destrucción de la trompa del Gol era total. Allí, se encontraron con su conductor, con su vida que pendía de un hilo, todavía consciente, y con una confesión que los sorprendió.
Allí, Juan Ignacio Schuttenberg, de 37 años, dedicado a los servicios de fotografía según su registro en la AFIP, aseguró que intentó suicidarse tras supuestamente haber matado a su padre a martillazos. Fue trasladado de urgencia por una ambulancia del SAME al hospital HIGA con politraumatismos, una pierna fracturada. Quedaba, también, ir por el cuerpo de su padre, corroborar si esta historia era cierta, según información policial del caso a la que accedió Infobae.
Así, se inició un expediente a cargo de la UFI N°4 de la fiscal Andrea Gómez. Ubicaron su casa en la calle Olegario Andrade del Barrio Caisamar, a casi 30 cuadras del accidente. Schuttenberg padre, también llamado Juan, de 71 años, estaba allí, todavía vivo en el suelo, su cabeza golpeada con un objeto contundente. Lo trasladaron de inmediato al Hospital HIGA, donde también estaba su hijo, que se convertiría en su asesino.
En el lavatorio del garage los policías encontraron el arma asesina: efectivamente era un martillo ensangrentado. Pocas horas después, padre e hijo fallecieron. A pesar de las muertes, la fiscal ordenó un relevamiento amplio del barrio, que declaren los policías que llegaron al choque -donde Schuttenberg tuvo que ser retirado de entre hierros retorcidos-, un reconocimiento médico y un pedido de información sobre Schuttenberg hijo, quien habría sido, según fuentes policiales, un paciente psiquiátrico.
El diario La Capital, que reveló el caso, indicó una llamativa peculiaridad: el conductor de la Ford Ranger era un pescador que había bajado de su camioneta segundos antes a comprar carnada. Al ser trasladados al HIGA, Los médicos de guardia que los atendieron los derivaron de inmediato al shock room. Establecieron que las probabilidades de sobrevida de ambos eran mínimas a raíz de las graves lesiones que presentaban. El padre presentaba heridas en su cráneo; el hijo, en el tórax y otras partes del cuerpo.
Hubo otro feroz parricidio esta semana. El lunes último en esteban Echeverría, un adolescente de 16 años mató a su padre, baleó a su hermanastro y se suicidó de un disparo en la cabeza. El joven herido quedó internado y fuera de peligro.
El brutal hecho ocurrió en una casa ubicada en Salgari al 1200 del barrio 9 de Abril, cuando el joven de 16 años se dirigió hasta el comedor de la casa, tomó una pistola Bersa Thunder calibre 22 y ejecutó a su padre, Michel Ferrufino Veizaga, de 51 años, de un tiro en la cabeza.
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