El llamado al 911 llegó cerca de las 17 de domingo desde la zona de islas del Delta de Tigre. Un hombre con la voz temblorosa avisó que alguien había disparado accidentalmente un arma. Una nena yacía herida en el lugar, una precaria casa de madera sobre pilotes en el área Río Capitán. Cuando los efectivos de la Dirección de Seguridad de Islas de la zona de Islas llegaron se encontraron con una mujer en la puerta.
La mujer relató que su hijo, O., de 10 años, encontró una escopeta oculta detrás de un armario en la casa de un vecino e involuntariamente le disparó a su hermanita de cinco años. En el interior, los policías se encontraron con el nene en estado de shock, el arma en el piso y la víctima sin vida, con un disparó en el tórax.
Según el testimonio de la madre de los dos menores, recogido por la Bonaerense bajo la supervisión de la fiscal de menores María Sayago, ella y sus dos hijos pasaba la tarde del domingo en la casa de un amigo llamado Roberto Ángel López ubicada en Arroyo Dentudo. Luego del almuerzo, los dos mayores decidieron salir a tomar mate a la puerta y dejaron a los dos chicos solos hasta que cerca de las 16:45 escucharon la detonación.
El dueño de casa también estaba allí: explicó a los policías que la escopeta de caza estaba oculta tras un armario y que no entendía cómo la encontraron. Reconoció además que estaba cargada. Sin embargo, las imágenes del lugar del hecho al que accedió Infobae muestran que, por ejemplo, un cinto con cartuchos estaba a simple vista, colgado de un mueble.
En las imágenes también se puede observar el armario al que hizo referencia el hombre. Se trata de un placard avejentado, cargado de ropa ubicado en la esquina de una habitación.
La habitación es pequeña y está completada por otro armario y una cama con un desorden evidente. Allí jugaban los chicos al momento del disparo, según precisaron tanto el hombre como la madre de los nenes.
El arma en cuestión es una escopeta calibre 16, vieja y en mal estado de conservación, con oxido en sus mecanismos. “Se trata de un arma utilizada para la caza por lo general de liebres o perdices que no sirve para defensa personal. Es monotiro, por lo que luego de disparar hay que abrirle y cargarle un cartucho”, según explica el abogado Juan Pablo Fioribello, experto en armas.
López, el dueño de la casa, no tenía registrada el arma a su nombre, por lo que no tenía portación ni tenencia. Luego de inspeccionar el lugar y de las primeras pericias, la fiscal Sayago no dispuso ninguna detención, mientras ordenaba que se resguarde la escena.
“Es difícil que se pueda avanzar en lo penal al respecto, más allá de lo que se pudo recolectar. Muy probablemente, el dueño de la casa deba responder en lo civil porque, a pesar de que no tenía el arma a su nombre, la tenía bajo su cuidado”, explica una fuente judicial en Tigre.
Mientras tanto, la fiscal Sayago avanza con la investigación.
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