El jueves 1° de julio pasado, Rocío Milagros Rojas, de 4 años de edad, desapareció de su casa en la localidad de Lules, provincia de Tucumán. Tras varios operativos y rastrillajes, al día siguiente se encontraron restos óseos calcinados que, se sospecha aunque aún no se confirmó, perteneceríannn a la menor.
En las últimas horas, la Justicia de Tucumán dictó prisión preventiva por el presunto crimen a Amalia Carolina Graneros, madrina de Rocío, de 39 años; su pareja, Edgardo Hernán Caro, de 36, y su yerno, Mauro Ortiz, de 21, pareja de la hija de Graneros, según confirmó la agencia Télam.
La Justicia considera que fueron ellos quienes asesinaron y luego quemaron el cuerpo de Rocío para borrar rastros.
Los tres habían sido detenidos el mismo viernes 2 de julio por orden del fiscal Ignacio López Bustos, a cargo de la Unidad Fiscal de Homicidios I. A pedido del Ministerio Público Fiscal de Tucumán, el juez del caso dispuso la prisión preventiva por seis meses de los tres acusados por el delito de homicidio agravado por alevosía, premeditado por el concurso de dos o más personas, criminis causa y femicidio, en calidad de coautores.
“Se trata de un delito aberrante con pocos precedentes en los últimos tiempos, en el que demostraron un desprecio por la vida. Se encontraron restos óseos en lugares diferentes. Entendemos que por las características del hecho, los imputados enfrentarán una pena de prisión perpetua”, remarcó el fiscal López Bustos al fundamentar el pedido, basándose en la existencia de peligros procesales de entorpecimiento de la investigación y peligro de fuga.
Los tres acusados convivían con Rocío en una vivienda del asentamiento Chabela, en Lules, que fue allanada y donde se encontraron “indicios fundamentales para avanzar en la causa”, según indicó una fuente del caso.
La descripción del hecho en la acusación formulada contra los tres detenidos, incluye un relato estremecedor sobre lo que le habría ocurrido a Rocío.
Según consta en el expediente, el día de su desaparición “la niña estaba en el domicilio del pasaje Neuquén en Lules, cuando cerca de las 5.00 horas, Granero y Caro, a sabiendas de que la menor estaba sin vida, por ser víctima de maltratos inhumanos, abuso y sometimiento a situaciones humillantes, que llevaron a su muerte, la trasladaron en una motocicleta a un terreno del asentamiento San Ramón de La Reducción, donde la diseccionaron y le prendieron fuego en un pozo”. “Posteriormente trasladaron el cuerpo a las cercanías del río Colorado, donde repitieron el macabro proceder”, añadió el fiscal en su presentación.
Las medidas a llevarse ahora adelante en la causa estarán a cargo de especialistas del Equipo Científico de Investigaciones Fiscales (ECIF), quienes realizarán los exámenes genéticos correspondientes para determinar fehacientemente si las piezas óseas y dentales recolectadas son humanas y luego establecer mediante un análisis de ADN comparativo con el de su madre, si pertenecen a Rocío, como se sospecha.
También se realizará una comparación de las fibras de prendas de vestir que fueron encontradas en los rastrillajes, con las de la niña y los acusados. Los restos óseos carbonizados habían sido hallados debajo de un puente que cruza el río Colorado el pasado viernes a partir de la declaración de uno de los tres detenidos.
En tanto, los voceros del MPF informaron que también se secuestró una moto en la que, se cree, habría sido trasladado el cuerpo de Rocío, por lo que también se realizarán peritajes sobre ella en busca de rastros.
La misteriosa desaparición de Rocío se da en medio de la búsqueda de Guadalupe Lucero, la nena de 5 años cuyo rastro se perdió hace casi tres semanas en la provincia de San Luis y que pese a la incontable cantidad de de operativos policiales y rastrillajes, su ubicación sigue siendo un misterio.
Este fin de semana, a tres semanas de su desaparición, los efectivos de seguridad recorrieron nuevamente el dique Paso de las Carretas y zonas aledañas, con el objetivo de dar con el paradero de la menor que desapareció el 21 de junio pasado, en medio de un festejo de cumpleaños familiar, pero hasta el momento no tuvieron resultados positivos.
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